La pretemporada azulgrana

Camino a la Supercopa

El Barça regresa a casa tras cerrar la gira asiática con un triunfo ante el inofensivo Guoan (0-3)

Ibrahimovic intenta un remate ante el portero del Beijing Guoan en el amistoso que cerró ayer en Pekín la gira asiática del Barça.

Ibrahimovic intenta un remate ante el portero del Beijing Guoan en el amistoso que cerró ayer en Pekín la gira asiática del Barça.

JOANDOMÈNECH / Pekín

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Poco más que los cimientos ha colocado el Barça para una temporada que, en verdad, comienza el próximo sábado en Sevilla. El equipo aterriza hoy en Barcelona e, inmediatemente, más de media plantilla quedará desperdigada por el mundo hasta dos días antes de la Supercopa. Sin referencias válidas para saber cómo se encuentra. Un amistoso en Noruega y dos en Asia apenas han servido para que los jugadores adquieran algo de fondo físico y las primeras dosis de competición. Pero la entidad de sus rivales no permite vislumbrar a qué nivel, realmente, puede rendir el campeón.

Seis alineaciones, dos por partido, ha presentado Guardiola y ninguna de las seis se parecerá a la que disponga en el Sánchez Pizjuán. Demasiadas dudas e incertidumbres rondan por la cabeza del técnico, que solo tiene un par de certezas después de la gira: los internacionales españoles no estarán disponibles y ha perdido a Cesc Fàbregas, el único refuerzo que esperaba.

NUEVE DEL PRIMER EQUIPO / Por eliminación, debido a las ausencias, al entrenador se le dibuja un once titular con Pinto, Adriano, Alves, Milito, Abidal, Maxwell, Keita, Messi e Ibrahimovic: los nueve jugadores del primer equipo que han seguido una preparación más o menos digna. De todos ellos, Alves –que no jugó ayer, de viaje hacia Nueva York–,

Messi e Ibrahimovic también jugarán con sus selecciones. Le faltan un centrocampista (Jonathan dos Santos) y un delantero y le sobra un defensa. Le sobran también Hleb, Víctor Sánchez y Martín Cáceres, este aún de vacaciones, a quienes se les busca equipo.

Pero Guardiola no ha podido rodar al Barça que tratará de revalidar la Supercopa, el primero de los cuatro títulos que conquistó la pasada campaña. Guardiola solo ha podido examinar a los 17 canteranos que ha tenido ante sí. No tanto para la cita frente al Sevilla, sino con unas miras más amplias para una temporada que se intuye complicada.

LOS JÓVENES CUMPLEN / De momento, los jóvenes le han dado una satisfacción. Casi todos han cumplido porque el Barça ha mantenido el nivel que se le suponía. Cierto que los adversarios no son nada del otro mundo, pero también lo es que ha liquidado los tres compromisos con facilidad. También el de ayer. El Guoan posiblemente no sobreviviría en la Segunda A española. Mucho debería ayudar al club chino Florentino Pérez, el presidente del Madrid y poseedor del 25% de las acciones, para poner en órbita al equipo de Pekín.

En un cuarto de hora, asunto resuelto. Los goles de Sergi Roberto y Nolito, en sendas acciones meteóricas que sorprendieron al Guoan, sentenciaron el duelo ya en el primer tiempo. Nueve jugadores se han repartido la producción realizadora azulgrana hasta ahora.

CAPITÁN MESSI / El equipo anda fino de puntería. No necesitó a Leo Messi, capitán ayer por cuarta vez, siempre en pretemporada (también lo fue una vez con Argentina en el pasado Mundial), que estrelló dos balones en el palo, uno con un remate de cabeza similar al que le marcó a Van der Sar en la final de la Champions de Roma.

El delantero jugó ya 45 minutos, en el centro del ataque, rodeado por otros cinco canteranos. Sergi Roberto, uno de los valores más prometedores, abrió el marcador al culminar un fugaz contraataque, lo amplió Nolito con un gran tiro de volea a centro de Adriano, y lo cerró Ibrahimovic con un ajustado disparo raso al final del partido.

Una de las pruebas que efectuó Guardiola fue colocar a Abidal como central. Si repitiera en Sevilla, utilizaría a dos zurdos en el centro, ya que el otro será Gabi Milito. Tal vez lo pase peor el Barça atrás que delante, y no solo por esa circunstancia. Pinto falló en Seúl y ayer cometió otro despiste al recoger con las manos una cesión que originó un tiro indirecto dentro del área. La barrera desvió el tiro.