Europeos de atletismo

Una ceremonia de agua

J. C. A.
BARCELONA

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No tuvo el empaque ni la ceremoniosa trascendencia de la apertura que, hacía 18 años y un día, Barcelona ofreció en sus recordados Juegos Olímpicos del 92. Pero la fiesta de ayer para dar por iniciados los Europeos de atletismo también tuvo sentimiento, espíritu mediterráneo y, sobre todo, el protagonismo absoluto del agua.

La Font de Montjuïc fue más mágica que nunca porque de ella surgieron música, danzas, acrobacias, los mejores deseos e incluso los propios atletas en el desfile de las 50 delegaciones, que suponen una participación récord en un Campeonato de Europa. Mas de 30.000 personas siguieron el espectáculo, abarrotando la avenida de Maria Cristina y con los ojos fijos en el escenario situado exactamente sobre la fuente, y también en las danzas verticales ejecutados en las fachadas de los edificios laterales.

«Competir y compartir, esa es la doble visión con la que Barcelona entiende del deporte», soltó el alcalde, Jordi Hereu, en su breve turno de parlamentos, antes de que el presidente de la Generalitat, José Montilla, declarara inaugurado el torneo.«Barcelona vuelve a hablar en el idioma universal del deporte»,remarcó Hereu. Un idioma que añoraba casi desde que hace 18 años y un día«nuestro Juan Antonio Samaranch inaugurara unos Juegos que calificó como los mejores de la historia».

Mediterráneamente

Antes de los parlamentos, del desfile de deportistas, de la interpretación de los himnos de España y de Catalunya, de la presentación en sociedad de la mascota Barni y de la interpretación del himno de los Europeos, la ceremonia había vivido su parte más artística. Media hora de una bella, simbólica y poética representación dirigida en el aspecto musical por Nacho Cano y, desde las bambalinas, por Hansel Cereza, cofundador de la Fura dels Baus e integrante del grupo cuando en el 92 convirtió el Estadi Olímpic de Montjuïc en un Mediterráneo apasionado pero seductor. El percusionista Salvador Niebla y el fotógrafo Jaume de la Iguana también participaron ayer en la confección de una ceremonia igualmente mediterránea con un gran protagonismo del agua, que brotaba con mil diseños y colores de la fuente de Carles Buïgas. La compañía de danza vertical Deambulants no paró de coreografiar la inédita música de Nacho Cano con acrobacias imposibles. El fin de fiesta corrió a cargo del grupo catalán Troba Kung-Fú, inventores de la rumbia(rumba y cumbia).