¿Por qué el Barça encajó su primera derrota en casa en cinco años contra el Chelsea?

Errores e imprecisiones

Sobre el campo, el equipo culé no se encontró. Muchas imprecisiones (demasiadas) llevaron al Barça a cometer errores no forzados. Fue desquiciante ver cómo las futbolistas azulgrana querían progresar, pero la presión de las 'blues' y una falta de desparpajo general acabó echando por tierra cada uno de sus intentos. Sintomático es que el Barça no tuviera ocasiones de gol, más allá de la clara opción de la que dispuso Alexia Putellas en el tiempo añadido. Con un total de 0 chuts entre los tres palos se marchó el Barça.

Ritmo lento

No era cosa del césped ni del riego, pero el balón rodaba lento en Montjuïc. Las culés, propietarias indiscutibles del esférico, no conseguían hacerlo viajar con la velocidad habitual. Era como si el futbol estuviera condenado a ir a cámara lenta. Sin esa verticalidad y desparpajo que suelen derrochar las azulgranas. Salma Paralluelo, referencia en ataque, no consiguió descolgarse de manera que obligara al Chelsea a dejar más espacios entre líneas. Tampoco Mariona tuvo su mejor día, poco acertada. No fue la mejor actuación del equipo a nivel grupal ni individual. La falta de intensidad y ritmo penalizó al Barça, que se abonará a la remontada para llegar a la final de Bilbao.

Graham Hansen, apagada

La noruega volvía tras su lesión muscular. Recibió el alta médica horas antes del partido y Jonatan Giráldez no dudó en incluirla en el once. Sin embargo, su papel estuvo muy alejado del que habitualmente ejerce. Su desequilibrio se echó en falta sobre el césped y su talento, que acostumbra a propiciar regates imposibles, pasó muy desapercibido. Su nivel fue el de alguien que vuelve de lesión y necesita retomar sensaciones. El problema fue que el partido precisaba de su mejor versión sin que pudiera darla.

Alexia espabiló al equipo

La capitana no salió de inicio. Una decisión que obviamente no le gustó. Alexia quiere volver a ser importante en este equipo y, tras la lesión, Jonatan no está contando con ella para partidos clave, como contra el Chelsea. Sin embargo, la '11' esperó su momento y cuando salió en el minuto 62 le dio una vuelta al equipo. Le puso intensidad y un poco de carácter, que le vino bien al Barça para revolverse ante la superioridad en el marcador del Chelsea. Tuvo la última, en el 99'. El balón no tomó el camino de la portería ante el lamento general de la grada.

"Juego sucio"

"Sabíamos que jugaban así, para mí, sucio. Hemos avisado a la árbitra, pero no depende de nosotras", denunció Aitana Bonmatí tras el partido. El Chelsea desesperó a las culers con pérdidas de tiempo incesantes. Casi la mitad de la plantilla sufrió curiosamente una molestia en la última media hora del encuentro. Las azulgranas se desquiciaron ante la imposibilidad de jugar el balón. "Si la árbitra les permite que se tiren al suelo y pierdan tiempo... debemos aprender a jugar así también", anunció resignada la actual Balón de Oro.