Champions

Autoritaria y polémica: así es Emma Hayes, entrenadora del Chelsea y némesis de Jonathan Giráldez

La entrenadora del Chelsea y el técnico del Barça se enfrentarán en las semifinales de la Champions a partir de este sábado en Montjuic

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Emma Hayes durante el partido del Chelsea contra el Real Madrid

Emma Hayes durante el partido del Chelsea contra el Real Madrid / EFE

Laia Bonals

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El fútbol. Parece fácil entenderlo. Un balón, dos porterías y once contra once. Césped, botas y banderines. Los estadios se han convertido en lugares de culto, donde sufrir y disfrutar se hace por devoción. La dualidad entre la razón y el corazón se siente en cada minuto. Un deporte del que a priori todo el mundo sabe, pero que cada uno ve a su manera. Futbolistas, ídolos, camisetas y cánticos. Y, dentro de todo este embrollo, hay una figura que pasa desapercibida. Esa persona que siempre está de pie. Dentro de unos márgenes, en soledad. Señalado si se pierde, olvidado si se gana. El entrenador.

La visión. Eso es lo que marca la forma de ejercer de cada entrenador. La visión del juego, de su plantilla, del entorno y de su papel. Cada uno es único. Con sus manías y sus condiciones. Y, en la Champions, podemos disfrutar no solo de las mejores futbolistas de Europa, sino también de los mejores técnicos. En la eliminatoria que comienza este sábado en Montjuïc (13.30 h.) se verán las caras dos formas totalmente opuestas de representar el cargo.

Emma Hayes (Camden, Londres, 1976) visitará por primera vez la montaña mágica. La entrenadora del Chelsea comandará a sus futbolistas en la que quieren que sea la revancha. No han ganado nunca el Barça y pretenden que eso cambie. La inglesa, para ello, impondrá su ley. Es más de ordenar que de convencer, muy firme en un su posición y en su forma de pensar. Es orgullosamente mediática. Para ella, los partidos empiezan en la sala de prensa.

Ese habitáculo, en el que normalmente se dicen más frases hechas y tópicos que reflexiones profundas, es uno de los lugares donde más cómoda se siente. Siempre está dispuesta a entrar en las polémicas y hasta a abrir nuevas. La última fue una que revolvió todo el ecosistema del futbol femenino. Hayes puso sobre la mesa la homosexualidad en los vestuarios femeninos. "Las relaciones entre jugadoras son inapropiadas. Todos los que hemos estado en el fútbol femenino sabemos que durante un largo periodo de tiempo, esas cosas han estado sucediendo en los vestuarios. A largo plazo, sería ideal que no tengamos que lidiar con eso. Presentan desafíos adicionales que manejar", dijo hace tan solo unas semanas.

Giráldez, en un partido del Barça femenino.

Giráldez, en un partido del Barça femenino. / EFE

El protagonismo que tiene ante los micros lo mantiene en el césped. Vehemente en sus muestras de disconformidad, gesticula con ímpetu durante los 90 minutos. Su Chelsea es bastante permeable. No mantiene una manera única de jugar, un sello propio. Se adapta a lo que presenta el rival y en la mayoría de ocasiones queda reducido a contraataques.

En cambio, Jonatan Giráldez (Vigo, 1991) es todo análisis. Esa parte racional impuesta en un mundo totalmente pasional. Siempre ha sido de los que intentan comprender, de los que prefiere observar y estudiar. Buscar causas y razones para entender el juego, crear variantes dentro de una plantilla que ya lo ha ganado todo. Seguramente ese era el mayo reto cuando se sentó en el banquillo. Ese y el de mantener el estilo. Por suerte, este también es innegociable para él. Entiende el fútbol desde la posesión, con el balón pegado a los pies y, si no, descifrar la mejor opción para recuperarlo.

Giráldez es de talante discreto. Siempre en la periferia de las cámaras, menos cuando no le queda otra. Es entrenador del Barça desde hace tan solo dos temporadas, donde cogió las riendas del equipo tras la marcha de Lluís Cortés. Era analista del equipo azulgrana y quiso dar el paso y aceptar la responsabilidad. Su primera experiencia como primer entrenador ha venido marcada por ese estar en segundo plano que sigue manteniendo a día de hoy. Rehúye las polémicas y, cuando es protagonista de una, prefiere ser claro y directo dando explicaciones. No es de los que tira la piedra y esconde la mano.

Dos entrenadores, dos maneras de entender la gestión y el fútbol, que tienen el mismo destino marcado en el mapa. Los dos, a final de temporada, partirán a Estados Unidos en una nueva etapa profesional. La entrenadora inglesa será la nueva seleccionadora de Estados Unidos, que busca resurgir tras el desastroso papel en el Mundial. Y Giráldez cambiará Barcelona por Washington, donde liderará el proyecto Washington Spirit en la liga norteamericana. Antes, sin embargo, se verán las caras primero en Montjuïc y luego en Stamford Bridge. El duelo de modelos empieza en Barcelona.

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