'El designio', el cómic en el que Javier Pérez Andújar toca la guitarra para que Laura Pérez Vernetti cante

El escritor Javier Pérez Andújar y la dibujante Laura Pérez Vernetti se conocieron en una presentación de la novela 'El enfermero de Lenin', de Valentín Roma, amigo común, y estrecharon lazos en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de 2019, que tuvo a Barcelona como ciudad invitada. En la capital argentina fueron juntos a la pizzería El Cuartito, a la librería El Ateneo, ubicada en lo que fuera el teatro Grand Splendid, a la librería Kier, que supuso un pequeño chasco para el autor de 'Todo lo que se llevó el diablo' por mucho que sea de referencia en el mundo de las publicaciones esotéricas en castellano. "También allí la autoayuda se está comiendo al pensamiento mágico", dice Pérez Andújar. Más sobre pensamiento mágico más adelante. En Buenos Aires, en fin, se hicieron amigos.

Cinco meses después, el escritor le pasó un guion a la ganadora del Gran Premio del Salón del Cómic en 2018. Tras tres años de trabajo colaborativo llega ahora 'El designio' (Autsaider Cómics), un álbum que expresa con fuerza a ambos Pérez. No es tan habitual una obra 'de autor' por partida doble.

Libertad

"Su guion era totalmente personal -señala ella-, no se parecía en nada a los que he dibujado de Antonio Altarriba o Felipe Hernández Cava. Javier no indicaba qué tenía que dibujar. Daba libertad total para que dibujara lo que me diera la gana y luego él revisaba la página. Me lo pasé pipa".

Una página de 'El designio'

Laura Pérez Vernetti

"Ojo, revisaba el texto -precisa él-. En el trabajo gráfico no me metía. Acabo de llegar y no me voy a poner a dar órdenes a una persona con el reconocimiento de Laura. Era muy consciente de que tenía que escribir para que Laura dibujara. Como el guitarrista flamenco toca para que el cantaor se luzca. Incluso los personajes los decidió gráficamente ella. 'Pat es manca' es un ejemplo de las indicaciones que yo daba. Luego, sí quería que los textos fluyeran, que fueran rápidos, que fueran graciosos y que explicaran la historia. Me concentré en que los bocadillos aguantaran lo que se ve".

Montaña rusa gráfica

Tiene truco esta alquimia que dejó a los dos contentos. Pérez Andújar conoce bien la obra de Pérez Vernetti desde sus inicios en 'el Víbora' de los años 80 y sabe que es una dibujante con numerosos registros. Es 'El designio' una montaña rusa gráfica que se apropia del expresionismo y de la escuela Bruguera, del 'underground' más sucio y de los códices medievales. Podríamos seguir. En este aspecto sí daba instrucciones el escritor. "Hechas a mi medida", aclara Pérez Vernetti.

Una página de 'El designio'

Laura Pérez Vernetti

En el presente, el pasado, las cartas del tarot y hasta los dominios de la muerte intentan el padre Elías, Pat y El Largo reconstruir a Maravillas, querida por los tres, heroinómana, fallecida y cuyo nombre procede por supuesto de la película homónima de Manuel Gutiérrez Aragón. "'Maravillas' es un estigma de juventud -dice Pérez Andújar-. Me tenía marcado y tenía que salir por algún lado. Una frase de la película, 'vivimos como soñamos, solos', impregna todo el álbum".

Lo que ve el padre Elías

El padre Elías ve lo que otros no ven. Por ejemplo, en la secuencia de la peña flamenca, tronchante clímax, el también exorcista ve vampiros, de modo que la peña flamenca Blanco Estoque se convierte a sus ojos en la peña flamenca Bram Stoker. Llegó el momento del pensamiento mágico. "Me gusta el pensamiento mágico -informa el guionista-, pero no como pensamiento, yo soy muy racional, sino como exploración, como sugerencia, como inspiración. Me interesa el misticismo como una forma de rebeldía. Me ha influido muchísimo Charles Fort, cuya obra 'El libro de los condenados' es un cuestionamiento absoluto de la realidad y sentó las bases del más allá moderno. Todo es simbólico en 'El designio', es misticismo puro. No hay por qué decirlo, pero está ahí. Pat es manca por una cuestión de vasos comunicantes, porque su mejor amiga es yonqui y el brazo de una está en el no brazo de la otra".

Referencias culturales y un torpedo

Decenas de referencias culturales surcan con naturalidad 'El designio'. El arco de los guiños va del escritor de ciencia ficción Poul Anderson a 'Don Gato' y de lo escondido a lo evidente. "No se excluye a ningún lector -considera la ilustradora de 'Las mil y una noches'-. No es obligatorio conocer las claves para disfrutar con 'El designio'". "Yo no reconozco los árboles, pero me encanta ir al campo -agrega el pregonero de la Mercè en 2016-. Es lo mismo. Las claves son la vía secreta, no tienes por qué andarla".

Una página de 'El designio'

Laura Pérez Vernetti

"La novela gráfica es como el fútbol sala -dice de pronto un taxista en 'El designio'-. No sé si me entiende". No del todo. "Es un torpedo -descifra Pérez Andújar- No sabes bien hacia dónde va dirigido, pero sabes que es un torpedo, ¿no? En el fondo quiere decir que la novela gráfica es un subterfugio, o un escondite. Llamar novela gráfica al cómic... El cómic es mucho más que la novela gráfica. Al principio fue un recurso, pero rápidamente se convirtió en una especie de pretenciosidad". Pérez Vernetti está bastante de acuerdo ("es clasista y con aires de alta cultura"), pero le ve una ventaja: "Ahora se pueden hacer álbumes de más de 48 páginas".

Todo indica que habrá más álbumes de Pérez Vernetti y Pérez Andújar.

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