ASMR: susurrar, masticar o lamer micrófonos... 4 vídeos sobre el fenómeno

Este género, que cuenta con millones de seguidores, se basa en transmitir una sensación placentera

FrivolousFox lame un micrófono para un vídeo ASMR

FrivolousFox lame un micrófono para un vídeo ASMR

Ignasi Fortuny

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El ASMR se ha convertido en uno de las subculturas más populares en internet. Un fenómeno, el de los susurros y sonidos relajantes, sin base científica y con millones de seguidores.

A continuación, cuatro personajes populares del género:

Ana Muñoz: la gran voz (o susurro) de españa

La sevillana Ana Muñoz (32 años), violinista de profesión, es la gran voz –o, mejor dicho, susurro– del ASMR en España. Una noche en la que era incapaz de dormir descubrió una cuenta en inglés y pensó en empezar a hacer sus propios vídeos. Fue hace seis años, cuando apenas había contenido de este género en español. Desde entonces ha ido progresando en su realización, al igual que en audiencia: ya suma más de 1,5 millones de suscriptores en Youtube.  

Su popularidad en la plataforma la llevó a escribir hace un par de años un libro (editado por Cúpula) con consejos para dormir bien. Muñoz hace, sobre todo, lo que podría llamarse como el ASMR clásico: voz suave, casi imperceptible, y sonidos muy flojitos con instrumentos variados. La sevillana ha hecho también especiales con temáticas como Halloween (vestida de, por ejemplo, novia cadáver) o disfrazada de personajes de ficciones como La Casa de Papel o Harry Potter.


Zach Choi: el ‘placer’ de comer con la boca abierta

Por raro que parezca, el sonido que hace una persona comiendo tiene su público. Este es el enorme filón de Zach Choi , un coreano de 35 años residente en Los Ángeles que roza ni más ni menos que los 13 millones de suscriptores en Youtube. Una estrella, no solo del ASMR, sino de la plataforma. Cualquier vídeo suyo supera de largo el millón de visualizaciones.

 Hace lo que se conoce como mukbang, un subgénero del ASMR que trata de ingerir cantidades de comida como para alimentar a una familia entera. Muchas veces se ve también cómo estos ‘youtubers’ cocinan los platos. Comen desde espaguetis hasta muslos de pollo rebozados (crec-crec), hamburguesas o sushi. Vendría a ser lo contrario a la clásica regañina: «¡No se come con la boca abierta!». Eso sí, Zach Choi no habla en lo que duran los vídeos. Los hace especialmente cortos para lo que suele ser lo habitual en ASMR (entre 10 y 20 minutos).  


FrivolousFox: escuchar lamidos en tu propia oreja

Una de las ramas más polémicas del ASMR es la que se dedica a lamer las orejas del espectador. Por raro que parezca, existen unos micrófonos que imitan su forma y que consiguen generar una sensación cercana a ello cuando una persona se pone a lamer, tal cual, esos dispositivos orejudos. Sí, al parecer hay gente a la que le gusta escuchar algo parecido a que tu propia oreja salive como si fuera la boca de un bulldog inglés. En Twitch este tipo de subgénero del ASMR se volvió popularísimo pero la plataforma censuró a varias ‘streamers’ por entender que se trataba de contenido sexual.

En Youtube se pueden encontrar muchísimos canales que utlizan esta técnica. Vídeos con millones de visualizaciones. En el canal de FrivolousFox ASMR (1,72 millones de seguidores) se puede comprobar el éxito que tiene el ear licking o el ear eating. En el caso de esta ‘youtuber’ -toca varios estilos de ASMR-, son sus vídeos con más reproducciones con diferencia. 


ASMR Barber: el Sonido de las barberías de todo el mundo

ASMR Barber podría ser un peculiar programa de televisión llamado Masajistas por el mundo o Masajistas viajeros. Se trata de un tipo que viaja por rincones del planeta (Italia, Vietnam, India...) y se presta a ser manoseado con técnicas de todo tipo –algunas de ellas sui géneris–, así como que le afeiten o le corten el pelo en barberías. La realización de los vídeos no es, como acostumbra en el ASMR, minuciosa. 

«Se pueden usar como ASMR por los movimientos suaves y los sonidos de fondo», defiende en la descripción del canal, con más de 800.000 suscriptores (el total de sus vídeos ha logrado 350 millones de visualizaciones). Uno se puede relajar con el sonido de las tijeras, de las cuchillas pasando por su mejilla, de las manos del masajista frotando su espalda o con el crujir de los músculos del protagonista. A veces, crujen partes del cuerpo inverosímiles. En definitiva: que este señor tenga todo en su lugar es un pequeño milagro. 

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