¿Colom o Colón?

¿Y si el Cristóbal Colón que ha trascendido mundialmente fuera la castellanización del nombre de otro catalán del que se tiene constancia como Joan Colom? Los paralelismos entre uno y otro, según numerosos historiadores, son incontables. ¿A qué obedecería este expolio histórico? Con estas preguntas un grupo de aficionados a la historia y curiosos parten un domingo al mes de la plaza del Duc de Medinaceli, a 200 metros del monumento al supuesto genovés, con el investigador Jordi Bilbeny, quien responde con argumentos estas cuestiones y muchas otras en seis controvertidos libros.

La elección del punto de partida de la ruta, organizada por el Institut Nova Història (www.inh.cat),  también tiene su explicación: «Empezamos la ruta en esta plaza porque aquí estaba el monasterio de Sant Francesc, donde se enterraron muchos nobles y personalidades como los Colom de Barcelona. Este espacio nos podría dar muchas claves, pero no queda ni una piedra porque fue demolido», cuenta Bilbeny, quien denuncia «la obsesión del Estado Español por controlar y reescribir la historia».

Una observación minuciosa del monumento de 57 metros de altura situado al final de la Rambla es obligada. A los pies de la icónica figura con el dedo señalando al mar, numerosos grabados, relieves y esculturas recuerdan el papel que jugó la sociedad catalana en la exitosa expedición al llamado Nuevo Mundo. Unas estatuas en el pedestal representan cuatro catalanes fundamentales en el proyecto colombino como el ermitaño Bernat Boïl, el tesorero de los Reyes Católicos Luis de Santángel, el cosmógrafo Jaume Ferrer y el militar Pere Margarit.

Nacionalidad del navegante

La llamada Ruta Colombina por Barcelona, que cuesta 20 euros por persona, sigue el rastro de la familia Colom por Ciutat Vella con el objetivo de esclarecer la nacionalidad del navegante. «Lo que no se puede decir en los libros, lo cuentan las piedras», explica Bilbeny, quien enfoca toda su investigación en esta dirección desde 1989.

El paseo también incluye la biblioteca Sant Pau-Santa Creu (antes conocido como Hospital de Colom), la casa del Colom catalán en la calle de Mirallers y el convento de Santa Anna, entre otros rincones. Más de 100 documentos firmados por los Reyes Católicos en 1492, explica Bilbeny durante la ruta, «evidencian que estuvieron preparando una segunda expedición a América  en el convento de Santa Anna».

A medida que transcurre la mañana, la sospecha inicial se convierte en duda razonable. Los argumentos convencen. «Se nota que Bilbeny controla mucho el tema y demuestra con hechos la manipulación histórica a la que nos han sometido. Pero claro, la historia la escriben los vencedores», explica uno de los participantes, Francesc Bellavista, vecino de Mataró.

Maria Gràcia Celma y su marido también participan en la ruta tras el rastro de los Colom. «La financiación era catalana y el conocimiento marítimo también. No sería nada descabellado pensar que Colón fuera catalán», explica Celma.