Júpiter baila con la luna y otros eventos astronómicos más que disfrutar este invierno

Todas las lunas de enero

La luna y Júpiter, vistos desde un punto de México.

La luna y Júpiter, vistos desde un punto de México.

Vega S. Sánchez

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El cambio de las estaciones suele producirse sobre los días 21, 22 o 23. Y el solsticio de invierno este año ha coincidido, en el hemisferio norte, con el día del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, es decir, fue el viernes 22 de diciembre, unas horas antes: en concreto, a las 4.27 hora peninsular española, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional.

Esta última estación, que también saluda la llegada del nuevo año, dura aproximadamente 88 días y 23 horas, y acabará el 20 de marzo de 2024, cuando se inicie la primavera.

Según recuerda el observatorio, el día del solsticio de invierno corresponde al de menos horas de luz del año. Es por ello por lo que el invierno es la mejor época para disfrutar de los eventos astronómicos en el hemisferio norte.

Avistamiento de planetas

Justo a comienzos de la estación, Saturno y Júpiter serán visibles al anochecer. Los dos grandes planetas gaseosos podrán ser observados a simple vista justo cuando anochezca. A mediados de febrero, Saturno irá desapareciendo del cielo vespertino. Mercurio hará una breve aparición durante el mes de marzo, por lo que la estación terminará con dos planetas visibles al anochecer, Júpiter y Mercurio. El cielo al amanecer, por otra parte, comenzará el invierno con un solo planeta, Venus. A finales de diciembre, Marte aparecerá por el este muy bajo en el horizonte y Mercurio hará una breve aparición que se prolongará durante el mes de enero. Al finalizar la estación, Venus desaparecerá en el brillo del alba, dejando como único planeta visible a Marte. El 11 de enero, el 10 de febrero y el 10 de marzo, que es cuando se producen las lunas nuevas de invierno, serán cuando, siempre que la nubosidad lo permita, serán más visibles estos planetas.

Estrellas brillantes

El cielo al anochecer en invierno muestra algunas de las constelaciones con las estrellas más brillantes. Entre ellas, destaca Orión, con la brillante (y variable) Betelgeuse, Tauro, con la rojiza Aldebarán, Can Mayor con Sirio, la estrella más brillante de la noche, y Géminis, con la pareja Cástor y Pólux. La unión de algunas de estas estrellas con otras adyacentes forma un asterismo conocido como el 'hexágono del invierno' por ser característico de los anocheceres de la estación. De nuevo, las noches con luna nueva -11 de enero, 9 de febrero y 10 de marzo- serán las mejores para ver a estas estrellas brillar.

Lluvias de meteoros: úrsidas y cuadrántidas

Invierno suele deparar dos lluvias de estrellas: las úrsidas, cuyo máximo se espera precisamente hacia el 22 de diciembre, y las cuadrántidas, cuyo máximo se espera hacia el 3 de enero. Las úrsidas es una lluvia de meteoros visible en el hemisferio norte entre el 17 y el 26 de diciembre. Su tasa de actividad es modesta, entre 10 y 50 meteoros por hora, con una velocidad de unos 33 kilómetros por segundo, por lo que es una lluvia de estrellas que suele pasar desapercibida debido a que, además, está situada entre dos lluvias de meteoros con una tasa de actividad mucho más alta, la de las gemínidas, que alcanzan su máximo una semana antes que las úrsidas, y la de las cuadrántidas, que alcanzan su máximo dos semanas después que las úrsidas. Los meteoros de las úrsidas son fragmentos del cometa 8P/Tuttle, descubierto en 1858. Como todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos del cometa 8P/Tuttle en anteriores pasos cerca del sol. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se vaporiza por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz. El radiante o punto de origen de esta lluvia se sitúa cerca de la estrella Kocab en la constelación de la Ursa Minor (Osa Menor). Por su parte, la lluvia de las cuadrántidas es la primera lluvia de meteoros del año en el hemisferio norte. Es visible entre el 28 de diciembre y el 12 de enero, y su momento de máxima actividad sucede hacia el 3 de enero. En esas fechas, la Tierra volverá a recorrer una zona de su órbita donde se encuentran los restos del asteroide 2003 EH. A su paso, las partículas de hielo, polvo y rocas que entren en contacto con la atmósfera terrestre provocarán los destellos sobre el firmamento conocidos como cuadrántidas. El fenómeno, considerado como la lluvia de estrellas más espectacular del año por la frecuencia de meteoros por hora (de 80 a 100).

El baile de Júpiter y la luna

Júpiter, el mayor planeta del sistema solar, dominará el cielo vespertino el 18 de enero, junto a una resplandeciente media luna. Este espectáculo también se dará otras dos veces en invierno: el 14 de febrero y el 13 de marzo de 2024. Y todavía una vez más, aunque esta vez en primavera: el 10 de abril. También llamado 'beso' de la luna y Júpiter, este baile es, en realidad, una alineación de Júpiter con la luna, que se ven colocados en una línea aproximadamente recta en el firmamento y que parecen estar muy cerca uno de la otra en el cielo desde la perspectiva de un observador en la Tierra. Esto sucede debido a las diferentes velocidades y órbitas de los planetas alrededor del Sol. Hay que tener en cuenta que, después del sol, Júpiter es el mayor cuerpo celeste del sistema solar. Júpiter tiene una masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos (con una masa 318 veces mayor que la de la Tierra. El gigante gaseoso que forma parte de los planetas exteriores es uno de los objetos naturales más brillantes en un cielo nocturno despejado, superado solo por la Luna, Venus y, algunas veces, Marte.

Lunas llenas y máximo acercamiento al sol

La primera luna llena de invierno y la última del año tendrá lugar el 27 de diciembre y se la conoce como 'luna fría'. Alcanzará su máximo esplendor sobre las 18 hora peninsular española. Además de las lunas, el 3 de enero de 2024 se producirá el momento de máximo acercamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado perihelio. En ese momento, nuestra distancia al sol será de poco más de 147 millones de km, es decir, unos 5 millones de km menos que en el momento de mayor distancia (afelio), que sucederá el 5 de julio de 2024. Posteriormente, la primera luna llena del año será el 25 de enero y la tercera y última del invierno, el 24 de febrero. La primera luna llena del año se conoce también como 'Luna del lobo'. Según cuenta la leyenda, algunas tribus de Estados Unidos la llamaron con este nombre porque su aparición hacía que todos los lobos aullaran, fascinados por el aspecto del satélite, con el que esos animales tienen una gran conexión. También es porque en esta época los lobos se comunican con aullidos más fuertes. Sin embargo, otra explicación no tan mística es que durante esta época tan fría los animales aúllan desesperados ante la escasez de alimentos. De ahí que sea conocida también como 'luna de hielo'.

Las lunas llenas del invierno tendrán lugar el 27 de diciembre, 25 de enero y 24 de febrero. El 3 de enero de 2024 se producirá el momento de máximo acercamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado perihelio. En ese momento, nuestra distancia al Sol será de poco más de 147 millones de km, es decir, unos 5 millones de km menos que en el momento de mayor distancia (afelio), que sucederá el 5 de julio de 2024. Durante el invierno de 2023-2024 no se producirá ningún eclipse de Sol o Luna.