Fenómeno extraordinario

La NASA advierte: una tormenta solar impactará contra la Tierra hoy

El impacto de las tormentas solares sobre la Tierra ha sido subestimado

Los pilotos de un vuelo nocturno presencian este espectáculo de la naturaleza

Ilustración artística del exoplaneta WASP-107b y su estrella madre

Ilustración artística del exoplaneta WASP-107b y su estrella madre / LUCA School of Arts, Belgium/ Klaas Verpoest/ Johan Van Looveren

Raúl Vázquez

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Una potente erupción solar ha hecho saltar todas las alarmas en la NASA sobre las posibles consecuencias que puede tener un fenómeno así. Según la agencia estadounidense, se trata de una tormenta solar caníbal y su impacto se notará durante la jornada de este viernes, 1 de diciembre.

La tormenta se ha producido debido a cuatro eyecciones de masa coronal, un fenómeno que consiste en el desprendimiento de varias ondas de radiación y viento que provienen de la mancha solar conocida como AR3500 y que pueden llegar a interactuar con el campo magnético terrestre en las próximas horas. La primera y la más fuerte de todas se produjo el martes 28 de noviembre y llegó a alcanzar la categoría M9.8, lo que significa que solo se quedó a dos décimas de la categoría más potente posible, la X.

Posibles consecuencias

La explosión que ha tenido lugar en el astro rey ha producido a su vez una expulsión de plasma solar que viaja a una velocidad de 800 kilómetros por segundo. Su rapidez es tal que algunas de las llamaradas que se desprenden engullen a sus predecesoras. Debido a esto y a la potencia del fenómeno, se ha elegido el término 'caníbal'.

La NASA ha informado que la tormenta y el impacto de las ondas podrían conllevar problemas en las comunicaciones por radio o fallos en las redes eléctricas. Asimismo, algunos de los satélites enviados a la onda terrestre podrían verse afectados también por las consecuencias de este fenómeno e incluso es posible que se produzcan auroras boreales mucho más intensas que las habituales.

Aun así, la agencia espacial ha aclarado que la Tierra dispone de un escudo de defensa natural, el campo magnético, lo que hace desviar el viento eléctrico hacia los polos, por lo que los efectos de la tormenta solar no serán dañinos para los humanos. Tan solo podrán producirse fallos de comunicaciones o de internet, pero nada más allá.