En Portugal

Los neandertales ya montaban mariscadas hace 90.000 años

Un estudio del yacimiento portugués de la Gruta de Figueira Brava halla los restos de una comilona de bueyes de mar que tuvo lugar hace decenas de miles de años

Un investigador explora el interior de la cueva de Gruta de Figueira Brava (Portugal).

Un investigador explora el interior de la cueva de Gruta de Figueira Brava (Portugal). / Mariana Nabais / IPHES-CERCA

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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Pocas cosas crean tanta cohesión de grupo como reunirse alrededor de una mesa y compartir un plato de comida en compañía. Esta premisa es tan cierta ahora como hace decenas de miles de años. Muestra de ello, el sorprendente hallazgo realizado en el yacimiento portugués de la Gruta de Figueira Brava donde, según desvela un grupo de arqueólogos españoles, se han encontrado los restos de una gran mariscada que unos neandertales organizaron hace nada más y nada menos que 90.000 años.

El análisis de los restos arqueológicos desvela varias curiosidades de la vida de estos antiguos habitantes de la Península Ibérica. En primer lugar, por si a alguien le pica la curiosidad, resulta que los neandertales se ponían las botas con bueyes de mar (esos cangrejos de carne tierna parecidos a los centollos). Estos animales eran recolectados en grandes cantidades, cocinados al fuego y servidos en el punto de encuentro comunitario de la cueva.

Según desvelan los restos encontrados en el yacimiento portugués, las mariscadas eran una práctica habitual para las poblaciones neandertales de la zona. Así lo demuestra la acumulación de restos de diferentes especies de mariscos que se ha encontrado en la Gruta de Figueira Brava. Sorprende, sobre todo, la gran cantidad de cáscaras y pinzas de bueyes de mar (Cancer pagurus) halladas en la cueva: un posible indicador de que estos animales eran considerados verdaderos manjares para los neandertales ibéricos.

Arqueólogos trabajando en la excavación del yacimiento portugués.

Arqueólogos trabajando en la excavación del yacimiento portugués. / Mariana Nabais / IPHES-CERCA

Cómo cocinar marisco como un neandertal

Si esta historia todavía no les ha dejado boquiabiertos, prepárense para esta segunda parte del relato. El estudio de estos restos prehistóricos de marisco ha desvelado que los neandertales capturaban ejemplares especialmente grandes. De unos 16 centímetros. Con hasta 200 gramos de carne por ejemplar. Al menos el 8% de las cáscaras recuperadas tienen signos de haber estado expuestas de forma directa al fuego (y, por lo tanto, de haber sido cocinadas) a entre 300 y 500 grados centígrados. En algunos casos, incluso se han recuperado restos de marisco 'chamuscados'.

Otros estudios también han desvelado que, lejos de la creencia popular, los neandertales no solo se alimentaban a partir de las grandes batidas de caza. También capturaban mejillones, almejas y una gran variedad de peces y los transportaban durante varios kilómetros para consumirlos en un mismo punto de encuentro. En el caso de yacimiento portugués, de hecho, se calcula que los antiguos neandertales recorrían más de dos kilómetros desde la costa hasta la cueva para recolectar y consumir los mariscos.

Según explican los científicos que han liderado este análisis, encabezado por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA), una de las grandes conclusiones del estudio es la prueba definitiva de que la explotación intensiva de recursos marinos no solo es patrimonio de nuestra especie. Las antiguas poblaciones de neandertales ya cultivaban la buena costumbre de organizar grandes mariscadas en grupo