EN 'NATURE GEOSCIENCE'

El núcleo de la Tierra tiene un núcleo interno propio con propiedades sorprendentes

Un equipo internacional ha analizado las ondas sísmicas causadas por los terremotos para inferir cómo son las capas más profundas

Representación esquemática del núcleo interno de la Tierra y su propio núcleo interno, con cristales de hierro alineados en una dirección diferente

Representación esquemática del núcleo interno de la Tierra y su propio núcleo interno, con cristales de hierro alineados en una dirección diferente / periodico

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El núcleo interno de la Tierra tiene a su vez un núcleo interno propio -es decir, dos capas con estructuras muy diferentes-, según sostiene una investigación realizada por expertos de las universidades de Illinois (Estados Unidos) y Nanjing (China) gracias a una nueva aplicación de la tecnología de lectura de terremotos.

Los detalles de la investigación, encabezada por Xiaodong Song, profesor de Geología en Illinois, y el investigador posdoctoral visitante Tao Wang, se han publicado en la revista Nature Geoscience.

El hallazgo apunta a que el núcleo interno contiene cristales de hierro colocados en una diferente alineación y que se formaron en condiciones distintas, y que estos cristales se comportan también de manera diferente a los del núcleo más externo. 

"A pesar de que el núcleo interno es pequeño, más pequeño que la Luna, tiene algunas características muy interesantes -afirma Song-. Esto nos puede decir cosas acerca de cómo se formó nuestro planeta, su historia y otros procesos dinámicos de la Tierra".

Pruebas indirectas muestran que el núcleo de la Tierra mide unos 3.500 kilómetros, está constituido fundamentalmente por hierro y representa el 60% de la masa total del planeta, pero no se sabe mucho más a ciencia cierta porque obviamente no hay tecnología para agujerar la corteza y llegar hasta él.

Los investigadores utilizan las ondas sísmicas de los terremotos para explorar debajo de la superficie del planeta, al igual que los médicos emplean el ultrasonido para ver a los pacientes en su interior. El equipo usó una tecnología que reúne datos no del choque inicial de un terremoto, sino de las ondas que resuenan en las secuelas del terremoto.

El terremoto es como un martillo que golpea una campana; de forma que igual que se escucha el tono claro que resuena tras golpear la campana, los sensores sísmicos recogen una señal coherente la coda del terremoto. "Resulta que la señal lógica acentuada por la tecnología es más clara que el propio timbre -detalla Song-. La idea básica del método ha existido desde hace tiempo y se ha utilizado para otros tipos de estudios sobre la superficie. Pero ahora estamos analizando todo el camino a través del centro de la Tierra".

El núcleo interno, que antes se consideraba una bola sólida de hierro, tiene algunas propiedades estructurales complejas. El equipo encontró un núcleo interior con un interior distinto, aproximadamente la mitad del diámetro de todo el núcleo interno. Los cristales de hierro en la capa externa del núcleo interno están alineados direccionalmente, de norte a sur, pero en el interior del núcleo interno, los cristales de hierro se disponen aproximadamente de este a oeste.

Diferente comportamiento

No solo los cristales de hierro están alineados en el interior del núcleo interno de manera diferente, sino que se comportan de manera distinta a sus homólogos en el exterior del núcleo interno. Esto significa que el núcleo interior-interior podría estar hecho de un tipo diferente de cristal, o una fase diferente.

"El hecho de que tengamos dos regiones que son claramente diferentes puede decirnos algo acerca de cómo ha ido evolucionando el núcleo interno -señala Song-. Por ejemplo, a lo largo de la historia de la Tierra, el núcleo interno podría haber tenido un cambio muy dramático en su régimen de deformación. Podría ser la clave para la evolución del planeta".

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