El ciclista italiano Colbrelli sufre un paro cardiaco en la meta de la Volta

Sonny Colbrelli, campeón de Europa y último vencedor de la París-Roubaix, se desplomó este lunes nada más cruzar la línea de meta de la primera etapa de la Volta. Fue atendido de inmediato por los servicios médicos de la ronda catalana, que le practicaron un masaje cardiaco, mientras se acordonaba la zona del percance para mantener la privacidad con el ciclista inconsciente. Fuentes de la organización informaron que el corredor, de 31 años, había sufrido un paro cardiaco. Fue trasladado de urgencia al hospital Josep Trueta de Girona. Iba consciente en la ambulancia, escoltada por dos coches de los Mossos d’Escuadra y por uno de los vehículos médicos de la carrera.

Gianni Mercarini fue testigo del percance. Mercarini lleva años vendiendo ‘maillots’ y otros objetos ciclistas en su parada autorizada en todas las carreras ciclistas, incluido el Tour. De joven fue corredor profesional y mantiene lazos de amistad con algunos profesionales, sobre todo con los italianos, aunque él tiene la nacionalidad francesa. Fue a saludar a Colbrelli y justo en aquel instante se desplomó hasta el punto de arrastrar a Mercarini en su caída.

Los médicos de la Volta actuaron con rapidez y reanimaron al corredor en el instante de ser conducido a la ambulancia, razón por la cual se desestimó el plan inicial de evacuarlo en helicóptero hacia Girona. Colbrelli corre en el equipo Bahrein, la escuadra de Mikel Landa y Pello Bilbao, ambos ausentes de la ronda catalana, donde lo dirigía Xavi Florencio.

En la Volta se creo este lunes una situación similar a la vivida en Copenhague el 12 de junio de 2021 cuando el jugador danés Christian Eriksen sufrió un paro cardiaco en el minuto 42 del partido que enfrentó a su selección con Finlandia. Aquellas imágenes dieron la vuelta al mundo y pusieron en primera línea informativa el debate sobre la muerte súbita -evitada en ambos casos gracias a la rápida intervención médica- de los deportistas en activo.

Sin avisos

Ni entonces ni ahora había habido avisos. Colbrelli había llegado a la Volta después de recuperarse de una fuerte bronquitis que lo obligó a poner pie a tierra en la París-Niza, hace apenas dos semanas y tras un reposo había reiniciado los entrenamientos con vistas a la ronda catalana, ya que él era uno de los principales favoritos a conseguir la victoria en las dos primeras etapas de la prueba; en Sant Feliu de Guíxols, donde las montañas dibujadas a lo largo del recorrido no debían ser obstáculo para él y luego el martes, en Perpinyà, en la jornada más llana de las siete programadas en la carrera.

Nada que hiciese temer por el corazón de un deportista de altísimo nivel, de un corredor que había demostrado el año pasado que podía ganar clásicas como la París-Roubaix, más allá de resolver en esprint con éxito. Superó, como el resto de corredores los contratiempos de una jornada inaugural de la Volta pasada por agua y con constantes cortes en el pelotón. No pudo con Michael Matthews en la llegada. El principal médico del Bahrein, Daniele Zaccaria, voló de inmediato desde Italia a Barcelona ante la gravedad de lo ocurrido en la Volta.