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Dr. Pablo Umbert: “El Diagnóstico Inmediato Cutáneo nos permite obtener resultados en pocos minutos”

La experiencia y las tecnologías actuales permiten seleccionar el tratamiento idóneo

Pablo Umbert

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El Dr. Pablo Umbert fue el creador de la Escuela de Dermatología del Hospital Universitario Sagrado Corazón (HSC) UB. Forma parte de la Unidad Docente de formación de especialistas MiR. Fue jefe clínico del Hôpital Saint-Louis de Paris y Research Felow en la Clínica Mayo en Minnesota, en Estados Unidos. Así mismo, también fundó el Grupo Español de Dermatopatología y el Grupo Europeo de Cirugía Micrográfica de Mohs. Actualmente, es el director del Servicio de Dermatología Pablo Umbert en Clínica Corachán de Barcelona y es miembro de número de la Real Academia Europea de Doctores.

-En relación con el cáncer de piel, ¿qué lesiones diría que, por su experiencia, son las más frecuentes?

-Las lesiones mal llamadas precancerosas o queratosis actínicas, que son el inicio de un carcinoma. Las lesiones incipientes son difíciles de diagnosticar. Los carcinomas basocelulares son los más frecuentes. Según su localización, tamaño o patrón histológico, presentarán un menor o mayor riesgo de progresión o recidiva, y las opciones terapéuticas serán diferentes.

-¿Hoy en día existen avances que les permiten ser más optimistas?

-En el área del diagnóstico, la epiluminiscencia nos permite visualizar de inmediato estructuras imperceptibles al ojo clínico, pero, hoy en día, la biopsia con su examen histopatológico sigue siendo la técnica de elección. En el área terapéutica, los tratamientos de inmunoterapia que inducen la regresión del melanoma en cualquier órgano, incluido el cerebro, han supuesto un importante avance.

-¿Existen procedimientos diagnósticos sin necesidad de la biopsia cutánea?

-La microscopia confocal está en un nivel primario, puesto que requiere tiempo y no tiene, en la mayoría de las veces, la precisión del estudio histopatológico. Nosotros hemos introducido el Diagnóstico Inmediato Cutáneo (DIC), que nos permite hacer un diagnóstico irrefutable en pocos minutos, como con la clásica biopsia cutánea y estudio histopatológico.

-¿Un diagnóstico inmediato permite acortar las esperas del resultado de la biopsia clásica e instaurar un tratamiento más rápido?

-Efectivamente. Si se trata de una lesión in situ o superficial, podemos tratarla en la misma consulta o bien programar su intervención para las siguientes horas o días.

-Entre las posibles opciones de tratamiento, ¿cuáles son las más utilizadas?

-La clásica criocirugía o el láser de CO₂, que podemos realizar de inmediato, son técnicas ciegas, donde se valora el resultado a posteriori, varias semanas después. Los tratamientos inmunomoduladores, como Imiquemoid, son aplicaciones tópicas. A los pocos días de su aplicación, se produce una lesión inflamatoria resolutiva que es muy llamativa. Tiene su indicación en pacientes donde los otros procedimientos no superan al mismo.

El tratamiento fotodinámico es excelente para lesiones superficiales, donde la porfirina es aplicada tópicamente y posteriormente es expuesta a luz roja. Actuamos solo en las células cancerosas, respetando las sanas. Está indicado en pacientes con muchas lesiones incipientes cancerosas y en carcinomas superficiales. Además, es atractiva por su efecto añadido anti- envejecimiento.

-Ante un carcinoma recidivante o de alto riesgo, ¿la técnica de cirugía micrográfica de Mohs (CMM), que usted y su equipo introdujeron en España, es todavía hoy la mejor opción?

-La CMM está universalmente validada para la mayoría de los tumores agresivos cutáneos no metastásicos, permitiendo respetar al máximo al tejido sano. El tejido extirpado se procesa de inmediato mediante congelación y cortes tridimensionales. La observación microscópica histológica por parte de un dermatopatólogo cubre todas las garantías legales y de seguridad diagnóstica.

-¿Usted, como dermatopatólogo y cirujano dermatológico, cubre las dos vertientes de la técnica de CMM?

-Sí. La realización de esta técnica nos permitió ser pioneros y tratar pacientes fuera de nuestras fronteras. El gran volumen de pacientes, tanto a nivel hospitalario como privado, me ha permitido en la mayoría de las veces superarme en las reconstrucciones inmediatas post cirugía de Mohs.

Pablo Umbert

Pablo Umbert / Pablo Umbert

-Cuando usted visita un paciente, por patologías diversas, tiene la oportunidad de hacer un diagnóstico precoz e inapercibido por el paciente. ¿Es frecuente esta situación?

-Siempre realizo una inspección general en personas mayores, de piel y ojos claros, y en especial si tienen antecedentes familiares de cáncer de piel. Es de gran importancia en el caso del melanoma.

-¿La palabra melanoma (MM) es conocida como un tumor cutáneo de mal pronóstico?

- En las últimas décadas, gracias a la difusión informativa sobre la posibilidad de presentar un MM, los mismos pacientes consultan por este posible riesgo. Su diagnóstico precoz es curativo en todos los casos. El desafío lo tenemos, en raras ocasiones, en su confirmación histopatológica, puesto que puede haber disparidades entre expertos. Es una realidad que actualmente hay un aumento de diagnósticos de melanoma in situ, por su similitud con lesiones actínicas benignas. 

-¿Qué incertidumbre existe en los casos de dudas en el diagnóstico?

-En el campo de la oncología existe un mayor conocimiento de técnicas moleculares y mutaciones genéticas, que van cerrando agujeros que como un puzle a medida que nos acercamos a la solución. Se dan casos de un diagnóstico seguro de MM de mal pronóstico clínicamente e histológicamente, e inmunogénicamente que se comporta biológicamente indolente. La correlación clínico-patológica es sin duda el mejor criterio, que adquirimos con la experiencia y la información científica.

-En su larga carrera profesional y su actividad actual asistencial y docente, ¿cuáles son los consejos que daría?

-Sobre todo la pasión por la profesión. Quizás en mi caso, la genética sea un factor: mi abuelo, pionero de la dermatología catalana, y mi padre fueron dermatólogos, mi hermano Ignacio también lo es, y posiblemente un sobrino siga nuestro camino: la saga Umbert. También la disciplina, la constancia, la formación continuada y la metodología en el trabajo. Y mantener siempre fuertes los pilares que hacen que no te rompas: la luz de Jesús, la familia, el deporte y el amor para poder sobrepasar las tragedias familiares.