MERANINI. RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO

Cada día mueren en España 350 personas por enfermedades cardiovasculares

Aumenta el número de pacientes con infartos de miocardio entre la población de entre 40 y 50 años

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las enfermedades de tipo cardiovascular siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo. Ni siquiera la covid-19, con su enorme impacto sobre la población, ha superado las afecciones coronarias como principal motivo de defunción. Según datos de la OMS, desde hace más de veinte años la cifra de muertes relacionadas con las cardiopatías no para de crecer. Es una tendencia preocupante que tiene en pie de alerta a los especialistas y que puede poner entre las cuerdas al sistema sanitario.

En España, cada día mueren 350 personas por patologías cardiovasculares, lo que representa una cifra global de unas 125.000 víctimas al año. Los adelantos en investigación y tecnología han tenido un efecto muy positivo y en muchos casos ponen freno al desarrollo de la enfermedad, pero la cifra global de muertos no baja. Es efecto del envejecimiento de la población. Las enfermedades de tipo cardiovascular tienen mucha incidencia entre los pacientes de edad más avanzada; son pacientes con comorbilidades (tienen también otras enfermedades), y ello lleva asociada una elevada mortalidad.

Enfermedades cardiológicas más frecuentes

Los tres grupos de enfermedades cardiológicas más frecuentes son la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica, las arritmias y la insuficiencia cardíaca. La enfermedad coronaria tiene como principal síntoma el dolor torácico y acostumbra a manifestarse en forma de angina de pecho o infarto agudo de miocardio. Las arritmias se traducen en palpitaciones y la más frecuente es la fibrilación auricular. La insuficiencia cardíaca, por su parte, está causada por alteraciones de diversa tipología que debilitan el corazón y se manifiestan en forma de cansancio, debilidad y dificultad en la respiración.

La enfermedad coronaria es la causante de casi la mitad de defunciones por patología cardiovascular. Se origina por el taponamiento de alguna de las arterias coronarias, que impide que el corazón reciba el oxígeno necesario para su funcionamiento. Si la obstrucción es parcial, el paciente podrá sentir dolor en el pecho al hacer ejercicio físico, pero la manifestación desaparecerá al volver a la situación de reposo. Es la conocida angina de pecho. Cuando la obstrucción es total, por el contrario, empieza a producirse una muerte celular por carencia de oxígeno y es cuando se origina el infarto agudo de miocardio. La situación puede ser reversible si se actúa con rapidez, pero puede empezar a tener consecuencias nefastas si el taponamiento se mantiene más allá de unos 30 minutos.

Edad, sexo y factores de riesgo

La enfermedad coronaria se manifiesta más frecuentemente a partir de los 60 años entre la población masculina, mientras que entre las mujeres aparecen unos 10 años más tarde. Esto tiene relación con el estado hormonal. El estatus hormonal femenino ofrece un especial grado de protección al sistema cardiovascular, que evita o retrasa la aparición de la enfermedad coronaria. Las complicaciones pueden llegar a partir de la menopausia. En esa etapa la angina o el infarto a veces son difíciles de diagnosticar porque las mujeres frecuentemente presentan unos síntomas menos típicos. 

A pesar de que las enfermedades coronarias se asocian a la edad, cada vez es más frecuente ver infartos agudos de miocardio en varones de 40 a 50 años. Esto es debido al cambio de hábitos alimentarios, los elevados niveles de colesterol, el sedentarismo, el tabaquismo y el aumento del grado de obesidad entre la población española. Estos son los principales factores de riesgo que favorecen la aparición de la enfermedad, a los que hay que sumar la diabetes y la hipertensión arterial, también muy frecuentes entre nuestra población.

Novedades en tratamientos

La cardiología es una de las especialidades médicas que más ha evolucionado en el aspecto tecnológico y farmacológico. La expansión de las técnicas percutáneas, realizadas a través de cateterismos, permiten abordar determinados problemas de corazón de manera menos invasiva. Esto es especialmente eficaz en el tratamiento de obstrucciones coronarias, arritmias y en procedimientos para solucionar la afectación de válvulas.

Otros adelantos muy importantes han sido la incorporación de marcapasos y de desfibriladores internos de medida pequeña con baterías de larga duración, que permiten ser programados externamente adecuándolos a las necesidades del paciente. Y cada vez es más frecuente el diseño de corazones artificiales de tamaños reducidos, con mayor facilidad de implantación y de menor complejidad para su control y seguimiento. Estos corazones artificiales jugarán un papel muy importante en el tratamiento de enfermedades cardíacas graves, dado que el número de donaciones de corazón para trasplantes es muy inferior a la necesidad real.