Entrevista

Camilo Ramos, presidente de la FAVB: “Hay una lucha por los últimos pisos disponibles en las periferias de Barcelona”

“Necesitamos encontrar de nuevo nuestro camino como movimiento social”, afirma el líder de la federación de asociaciones vecinales

LA FAVB escoge a Camilo Ramos como nuevo presidente de la federación vecinal barcelonesa

Camilo Ramos, el pasado jueves en la plaza de George Orwell.

Camilo Ramos, el pasado jueves en la plaza de George Orwell. / Ferran Nadeu

Toni Sust

Toni Sust

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Hace un año que preside la Federació d'Associacions Veïnals de Barcelona (FAVB). Vecino de Sant Andreu, tiene a sus espaldas décadas de activismo vecinal, y antes, en CCOO sindical. Se presentó a las primarias de Podem en Catalunya. Cuestiona la Barcelona que expulsa a sus jóvenes y afirma que la FAVB tiene que “volver a encontrar su camino”.

¿Cómo está Barcelona?

Está en un momento de emergencia habitacional. Una parte de la población, no ya la de rentas más bajas, sino de las clases medias, se tiene que ir, expulsada tanto por el precio de la vivienda como por el aumento del coste de la vida en la ciudad.

Y no es algo de ayer.

Va en aumento progresivo. El problema es que no aprendimos nada de la etapa del covid. No ha cambiado nada. Me sorprendió ver en la tele la alegría del Gobierno central por que haya más turistas que nunca, cuando eso supone que vamos cada día a una economía más dependiente del turismo. No estamos en contra del turismo, pero sí de una dependencia tan absoluta.

“En el mandato anterior éramos bastante más escuchados que ahora. Ahora nos es muy difícil mantener reuniones con alcaldía y con los responsables de áreas”

¿Qué opina del boom de ‘expats’ que vienen a vivir en Barcelona?

Yo lo comprendo. Yo no viviría en Suecia ni aunque me pagaran. No tengo nada contra Suecia, pero tanto frío... En cambio, si fuera sueco posiblemente querría tener una casa aquí. Tenemos que asumir esa situación.

Ramos, en la calle del Còdols, en Ciutat Vella.

Ramos, en la calle del Còdols, en Ciutat Vella. / Ferran Nadeu

Somos idóneos para que venga gente con dinero en busca de la temperatura.

La temperatura y una manera de vivir. El otro día hablaba Yolanda Díaz de adecuar los horarios a Europa. Y pensaba yo: ¿por qué? La vida cotidiana más allá de las ocho de la noche es una bendición. Si los extranjeros vienen aquí es por nuestra manera de vivir. El problema es la contradicción entre los que vienen y las necesidades que tenemos. Nuestros hijos están teniendo que irse de Barcelona, ya no solo a Santa Coloma y Badalona, donde la vivienda ya es cara. Al final, Barcelona acabará siendo la no Barcelona.

Hay quien dice que si Barcelona es una ciudad de éxito la vivienda tiene que ser cara, como en grandes capitales europeas.

Eso se puede acabar pagando, y creo que empezamos a pagarlo ya. Estaba en Ciutat Meridiana el otro día. Hasta ahora, allí el problema eran los desahucios. Hoy en día ya hay peleas entre el vecindario. El pensamiento de la extrema derecha donde más puede penetrar es donde la penúltima inmigración se siente amenazada por la última. En estos momentos hay una pelea por ocupar los últimos pisos disponibles dentro de la Barcelona soterrada, en la que a veces intervienen mafias.

¿Dónde están esos pisos?

En las periferias. Donde se van vaciando viviendas: Ciutat Meridiana, en el Besòs. Allí hay, por una parte, unas mafias muy cerca del Besòs que intentan controlar las ocupaciones. Y hay sistemas defensivos del movimiento vecinal que dicen antes de que las mafias las ocupen doy las vivienda a alguien que sé que las necesita. En algunos barrios se está creando un círculo de viviendas vacías por las que hay una lucha. Hay muchos intereses. En el Besòs hay bancos comprando vivienda y no hacen nada con ellos. Y creo que hay intención de que el Besòs al final se hunda. Hacer tábula rasa y empezar de nuevo al lado del mar. Es maquiavélico, pero qué sentido tiene comprar viviendas vacías y dejarlas vacías.

“En el Besòs hay bancos comprando vivienda y no hacen nada con ellos. Creo que hay intención de que el Besòs se hunda, hacer tábula rasa y empezar de nuevo al lado del mar”

¿Cómo ve la atención social a los más vulnerables en la ciudad?

Reconozco que el movimiento vecinal trabaja poco en relación con ese tema. Es un déficit importante. No me cuesta decir que es un tema en el que tenemos una cierta culpabilidad.

¿Cómo está la FAVB?

Soy optimista. Hemos concluido que no podemos abarcarlo todo. A la FAVB le llega absolutamente de todo, de entidades de todo tipo. Hemos decidido a dar prioridad a las políticas de vivienda y lo relacionado indirectamente, como el turismo. Necesitamos como movimiento social encontrar de nuevo nuestro camino.

¿Se perdió el camino?

La FAVB ha tenido distintas crisis sobre todo relacionadas con la entrada de personas de asociaciones de vecinos muy ligadas a la administración. Una, al principio de la democracia y una más reciente, con la entrada de algunas personas cercanas al gobierno anterior de la ciudad. Ada Colau había estado en la federación. Ahora nos falta encontrarnos de nuevo como movimiento social y saber lo que es una asociación de vecinos. Hay quien piensa que es una especie de fuerza política, y lo que debemos ser es entidades transversales que democráticamente luchen por las necesidades de sus barrios. En esos colectivos puede haber una hegemonía de unos u otros, pero siempre respetando el carácter democrático de la organización.

"Hay quien piensa que una asociación de vecinos es una especie de fuerza política, y lo que debemos ser es entidades transversales que democráticamente luchen por las necesidades de sus barrios"

Pero ya el anterior gobierno de la ciudad, con Ada Colau al frente, se felicitaba por el retorno de los turistas.

El problema en esta ciudad es que la concepción de la ciudad es muy economicista, vinculada a las nuevas tecnologías. Y no hay un debate filosófico sobre qué es una ciudad, para qué sirve. En los planes estratégicos ni están los filósofos, ni los historiadores, ni los antropólogos, ni los artistas. Se habla del tema urbanístico y económico, pero las ciudades fueron un sitio de refugio, encuentro, diálogo. Y sin eso me da la sensación de que estamos perdiendo el camino. Mi crítica a los ejes verdes: lo mejor que tienen se está perdiendo. Lo que humaniza los ejes verdes es la capacidad de ir a pasear y saber que te encuentras a un vecino. Y que puedes pararte a dialogar. Y eso no se ha explicado.

Los intereses de Colau y Barcelona en Comú en vivienda, movilidad, política social, ¿coincidían con los de la FAVB?

Bastante.

¿Qué balance hace usted de los ocho años de gestión de la alcaldesa?

Creo que ha sido un gobierno bienintencionado en el que al final ha podido más la gestión que la explicación.

¿Y eso qué supone?

Supone que perdieron las elecciones municipales en los barrios populares. Y creo que no ha habido una reflexión sobre lo que pasó.

¿No basta con tener buena intención?

No. Y menos cuando hay poderes económicos tan fuertes que te van a hacer la vida imposible. Los ataques por parte del sector económico han pasado: ahora nadie lleva al ayuntamiento a juicio.

¿La FAVB se sentía escuchada por la anterior alcaldesa? ¿Se siente escuchada por el actual alcalde?

En el mandato anterior éramos bastante más escuchados que ahora. Ahora nos es muy difícil mantener reuniones con alcaldía y con los responsables de áreas. De momento no hemos podido reunirnos con ningún responsable de vivienda del ayuntamiento.

“He pedido verme un día con el alcalde para hablar de Barcelona en general y de la vivienda en particular. Por ahora no ha sido posible”

¿Han pedido esa entrevista?

Por escrito quizá no; verbalmente, seguro. Igual que yo he pedido verme un día con el alcalde para hablar de Barcelona en general y de la vivienda en particular. Por ahora no ha sido posible.

El gobierno actual hace gala de haber acabado con el enfrentamiento con los sectores económicos, con el conflicto.

En eso estoy de acuerdo. Efectivamente, ya no hay conflicto con los sectores económicos. Pero viendo cómo no logró aprobar, por falta de apoyos, el Plan de Actuación Municipal (PAM), el PSC tiene que darse cuenta de que Barcelona necesita un gobierno que sea estable y de mayorías o vamos a una ciudad encharcada en sus debates partidistas durante años.

"El PSC tiene que darse cuenta de que Barcelona necesita un gobierno que sea estable y de mayorías o vamos a una ciudad encharcada en sus debates partidistas"

¿Qué preferencias de pacto de gobierno tiene la FAVB?

Nuestro programa general lo defienden mejor las fuerzas progresistas que las conservadoras. Preferiríamos que los progresistas se pusieran de acuerdo.

¿PSC-Comuns-ERC?

Creemos que sería lo más sensato. Pero también debo decir que en Badalona había un gobierno de izquierda y les dije que estaban labrando la mayoría del PP. No puede haber un gobierno tripartito si nada más girarse se están poniendo a caldo.

¿Qué le pareció que la oposición tumbara el PAM?

Un síntoma de la debilidad del gobierno. Collboni llega a la alcaldía con los votos de Colau y los del PP. Si lo que se hizo es prometer medidas contradictorias a unos u otros, eso no tiene salida. A no ser que empiecen a mirar por las necesidades reales de la ciudad y se haga un análisis de hacia dónde vamos. Vamos a una Barcelona donde viven bien, y muy bien, las clases medias-altas.

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