Crisis hídrica

Barcelona, “decepcionada” y “preocupada” por que la Generalitat anuncie una desalinizadora flotante en el puerto sin avisarle

El consistorio declarará las piscinas públicas refugios climáticos para que puedan abrir en verano

Catalunya instalará una gran desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona y renuncia a traer barcos con agua

El puerto de Barcelona.

El puerto de Barcelona. / Elisenda Pons

Toni Sust

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El Ayuntamiento de Barcelona ha mostrado este jueves su indignación por que la Generalitat haya anunciado que instalará una desalinizadora flotante delante del puerto de la ciudad de forma unilateral, sin avisar al consistorio y al resto de administraciones.

La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha comparecido ante los medios de comunicación para criticar con dureza el anuncio, más que la medida, de la que ha recalcado que no hay todavía mucha información, pero que hace pensar al Gobierno de la ciudad que podría poner en riesgo las “inversiones estructurales” necesarias para afrontar en mejores condiciones próximos episodios de sequía. Bonet también ha explicado que las piscinas municipales serán declaradas refugios climáticos, para que puedan abrir en verano, pero no ha entrado en si la medida podría plantearse también en relación con piscinas privadas.

El escenario electoral

Según los datos del Govern, Catalunya evitará con esa instalación que llegue agua en barcos para luchar contra la actual sequía ni en verano ni más adelante. La desalinizadora móvil flotante, de grandes dimensiones, aportará el 6% del agua que consume la región metropolitana y requerirá una inversión de 100 millones de euros.

 “Todo ha funcionado hasta que ha habido un escenario electoral”, ha afirmado Bonet, que ha atribuido así al Ejecutivo catalán una actuación partidista determinada por la cercanía de las elecciones autonómicas del 12 de mayo. “Las últimas decisiones del Govern nos han generado sorpresa, decepción y preocupación”, ha dicho Bonet, que ha recordado que hasta ahora las administraciones han colaborado y se han entendido bien en el contexto del grupo de trabajo que creó el ayuntamiento.

“Improvisación”

“Hemos trabajado muy bien, de forma coordinada. Hemos podido ir resolviendo los problemas y de repente el grupo de trabajo ha saltado por los aires, y la Generalitat ha tomado decisiones unilaterales, no consultadas con el Ayuntamiento de Barcelona ni con el resto”, ha proseguido.

En cuanto a la desalinizadora, ha advertido: “Nos preocupan muchos elementos”. El que más, ha precisado, es que esta actuación “coyuntural” pueda frenar las inversiones “estructurales” necesarias. Pero sobre todo ha criticado que el Govern no haya abordado con las otras administraciones su decisión: “Estas decisiones improvisadas a golpe de decreto, no contrastadas, nos generan una preocupación muy grande, y esperamos lo peor”.

“No nos parece serio”

Bonet también ha cargado contra la decisión del Govern de que sí se puedan rellenar piscinas si son consideradas refugios climáticos cuando antes parecía algo inviable dada la situación actual: “Hemos pasado de que era un problema rellenarlas a que se pueden llenar si son de uso público. Nos parece muy poco serio”.

Pero eso no significa que el consistorio no asuma la medida: “El Govern nos delega decisiones que hubiéramos querido contrastar. Lo que, evidentemente, haremos es ocuparnos de nuestras responsabilidades.´

Las piscinas privadas

En consecuencia, el consistorio declarará refugios climáticos las cerca de 50 piscinas municipales que hay en Barcelona. Bonet ha asegurado que se trabajará para garantizar el acceso a esas piscinas públicas, que cuentan con tarifas distintas que no se pueden modificar. Lo que sí es posible es que el consistorio introduzca ayudas para la población más vulnerable económicamente.

Luego está el caso de las piscinas privadas y de si también podrían ser abiertas al público como refugios climáticos, lo que también permitirían llenarlas. La teniente de alcalde ha afirmado que es un asunto por dilucidar y ha subrayado que no quería improvisar al respecto. El ayuntamiento advierte de que no está cerrado a incluirlas en la oferta de refugios climáticos, pero es algo que queda por definir.