El Ayuntamiento de Barcelona pedirá que se reconozca a Palestina como Estado independiente

El Ayuntamiento de Barcelona volverá a tomar posición sobre las tensiones en Oriente Próximo, como ya hizo al romper relaciones con Israel y Tel Aviv bajo el gobierno de Ada Colau, luego retomarlas con la llegada de Jaume Collboni a la Alcaldía e interrumpirlas de nuevo tras la invasión de la Franja de Gaza, pero manteniendo las relaciones con la ciudad mediterránea. El consistorio pedirá la semana que viene que se reconozca a Palestina como Estado independiente, con el previsible apoyo del PSC, Barcelona en Comú y ERC.

De este modo, el ejecutivo de Collboni respaldará la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reconocer al Estado palestino, en medio de la escalada bélica en la región, aún más grave si cabe tras el ataque de Irán a Israel, repelido por el Ejército hebreo con auxilio de varios países occidentales. Los socialistas explican que querían que el Ayuntamiento expresara su apoyo a la independencia de Palestina este mismo miércoles, pero no ha recabado todos los avales necesarios.

El PSC comenta que había consensuado una propuesta de declaración institucional con Bcomú y ERC para ratificarla en la comisión municipal de Presidencia, celebrada esta mañana. Sin embargo, aseguran que no se ha podido tramitar porque Junts, PP y Vox se han negado a firmar el documento, lo que ha frustrado la mayoría reforzada necesaria para elevarla a la sesión. 

En todo caso, el gobierno municipal presentará la petición favorable al Estado palestino para que se debata como proposición en el próximo pleno municipal, el 26 de abril. La trasladará al plenario con el mismo contenido pactado con comunes y republicanos. El PSC, Bcomú y ERC suman mayoría, con 24 de los 41 ediles del Ayuntamiento, con lo que la propuesta saldrá adelante.   

Reproche a Junts

A través de redes sociales, la segunda teniente de alcalde, Maria Eugènia Gay, ha afeado en especial al grupo del exacalde Xavier Trias que la declaración institucional haya sido abortada. “Lamentamos que Junts se haya unido al PP y Vox, por lo que no se ha podido debatir”, ha reprochado. A su vez, Gay ha postulado que Barcelona tiene el deber de “colaborar activamente en alcanzar una paz justa y duradera en la otra orilla del Mediterráneo”. 

“Pasa por el reconocimiento del Estado palestino para avanzar en la solución de los dos estados que defiende el Gobierno de España”, ha señalado la teniente. Asimismo, ha instado a “los grupos que no han permitido debatir la declaración” a que “estén a la altura de la defensa de los derechos humanos, auqí y en todos lados”.

El PP y Vox han confirmado que no han suscrito el texto del PSC. Junts también lo ha admitido, pero ha añadido matices a la respuesta. Los nacionalistas explican que sugirieron incluir cambios en la proposición.

El grupo de Trias discrepa del redactado porque juzga que se personaliza demasiado en Sanchez y el alto representante de la Unión Europea para asuntos exteriores, Josep Borrell. Además, lo juzga “poco realista”. “La sensación que tenemos es que no lo querían aprobar, al menos con nosotros. No han querido tocar ni una coma. Y no hemos firmado”, exponen fuentes de Junts.

Divergencias sobre el texto

El cambio que los nacionalistas planteaban suponía suprimir la referencia al respaldo del Ayuntamiento a que se instaure el Estado palestino. Defendía limitarlo a secundar “una conferencia de paz que trabaje para hacer realidad la solución de los dos estados” de Israel y Palestina.  

A su vez, Junts instaba a eliminar las alusiones a “las responsabilidades que los textos internacionales confieren a la potencia ocupante [Israel, en este caso] sobre la seguridad y el bienestar de la población civil de los territorios ocupados”. Asimismo, la formación pedía que el texto suprimiera la referencia a los esfuerzos “del Gobierno español por alcanzar un alto el fuego” y ampliarlo a “la comunidad internacional”.

La proposición que los socialistas someterán a discusión en el pleno recuerda que el Ayuntamiento de Barcelona se ha pronunciado a favor de un alto el fuego en la guerra en Gaza, desencadenada tras la incursión de Hamás para secuestrar a decenas de ciudadanos israelíes, el pasado 7 de octubre. Reitera la condena a “cualquier ataque contra la población civil en Palestina, Líbano, Siria o Israel” y a “la destrucción deliberada de infraestructuras civiles y viviendas, al bloque de entrada de alimentos” y otros víveres en Gaza.

A su vez, se alinea con “los esfuerzos” del secretario general de la ONU, António Guterres, y el ejecutivo de Sánchez “para alcanzar un alto el fuego, mitigar la situación humanitaria en la que se encuentra la población civil palestina y conseguir la paz”. También juzga necesario que los países de la Unión Europea “no autoricen la venta de municiones, sistemas de armamento, armas o cualquier otro equipo militar o de doble uso que pueda ser usado contra la población civil” y dejar en suspenso contratos en vigor de suministro de material bélico. 

También aboga por abrir “corredores humanitarios” para asistir a la población atrapada en Gaza. Por último, ruega que se cumplan las resoluciones de la ONU sobre Palestina y acatar el derecho internacional, el derecho internacional humanitario y la Convención de Ginebra.