Previsiones de los profesionales

Así serán las rosas este Sant Jordi 2024 en Barcelona: rojo pasión y sin cono de plástico

Las floristerías confían en el color tradicional y prescindirán del clásico envoltorio rígido en favor de decoraciones más sostenibles

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Rosas de Sant Jordi, en el Mercat de la Flor de Vilassar de Mar.

Rosas de Sant Jordi, en el Mercat de la Flor de Vilassar de Mar. / Efe

Margot Canavaggia

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La Diada de Sant Jordi 2024 se acerca a pasos de dragón. Las floristerías de toda Catalunya se preparan para la ocasión, que este año cae en martes. Aunque los floristas visten las rosas de todos los colores, saben muy bien que el tono que las favorece más es el rojo

Así lo explica al PERIÓDICO Joan Guillem, presidente del gremio de floristas de Catalunya. “Aunque sean divertidas de colores distintos, la gente siempre prefiere comprar las rosas rojas porque representan la tradición”, relata. Pronostica que el “90% de las que se venderán en la Diada serán rojas”

Otra tendencia clara será la sostenibilidad. Muchas rosas de Sant Jordi se venden habitualmente con un envoltorio de plástico en forma de cono, colocado al final del tallo para retener un poco de agua y alargar el buen aspecto de la flor. Guillem avanza que “este año es una práctica que se intentará erradicar por completo”. Para sustituir este elemento, los comercios procurarán realizar “embalajes elaborados naturalmente” que embellezcan el producto sin materiales poco sostenibles. 

Más de 400 especialistas solo en Barcelona

Guillem no se corta al presumir de la calidad del sector en la capital: “El arte floral de Barcelona es de los más buenos del país”. Sant Jordi siempre es una oportunidad para los floristas de la ciudad para demostrar su creatividad y ganar nuevos públicos. “Este día cada floristería es única e intenta ser lo más original posible con creaciones propias”, apunta el presidente. 

Una rosa de Sant Jordi.

Una rosa de Sant Jordi. / JORDI BORRÀS / ACN

“En Barcelona hay más de 400 floristerías y ninguna es más importante que la otra”, asegura Guillem. “Todo el mundo tiene derecho a tener su parada, sin preferencia alguna”, afirma. Desde el gremio de floristas que preside quieren remarcar que no tienen “ningún tipo de favoritismo hacia una marca en concreto”. 

Permiso universal y piratas por libre

Aunque los profesionales tienen espacios reservados únicamente para ellos en Barcelona para Sant Jordi, la venta de rosas está abierta a toda la ciudadanía. El Ayuntamiento concede un permiso de ocupación del espacio público de forma totalmente gratuita para cualquier individuo que quiera tener su parada. El consentimiento se puede obtener a través de la Oficina Virtual de Trámites, hasta el 12 de abril

Los profesionales batallan desde hace años contra esta universalidad, al entender que propicia una devaluación del producto. Guillem está en contra de la saturación de puntos de venta en determinadas zonas de la ciudad: “La sobreoferta propicia la compra de rosas de mala calidad”. Además de las entidades, particulares independientes y colectivos de todo tipo que venden rosas el 23 de abril, proliferan cada año los vendedores que carecen de autorización alguna y que instalan un cubo en cualquier acera de la ciudad.

Venta de rosas en Sant Jordi.

Venta de rosas en Sant Jordi. / RICARD CUGAT

El presidente del gremio de floristas de Catalunya carga contra “las personas que no disponen de ningún permiso legal” y “se instalan en medio de la calle a vender por su cuenta”. Destaca que son “susceptibles de ser echados por la Guardia Urbana” pero con todos los “controles de seguridad que se aplican en este día, no se les presta mucha atención”. “Es una pena”, concluye Guillem. Además, según él, esta gente “no ayuda a combatir los problemas de sequía” que afronta la ciudad. “Llenan los cubos de agua con muchos litros desperdiciados”, lamenta.

Rosas que no conocen la sequía catalana

En cambio, las floristerías trabajan y manipulan la flor con “métodos muy distintos, que consumen y requieren muy poca agua”. “Las rosas, como cualquier otra flor, se conservan en cámaras frigoríficas a unos cinco grados”, explica Guillem. Además, al cultivarse muy lejos de Catalunya no viven restricciones de riego. “Los mayores proveedores son el mercado holandés y el sudamericano, en concreto el de Colombia”, detalla. “La sequía no es un problema para nosotros”, reconoce Guillem.

Cómo conservar mejor la rosa

Como experto en flores, Guillem da tres consejos básicos para mantener la rosa de Sant Jordi viva y lozana el máximo tiempo posible.

  1. En primer lugar, para no llegar a casa con la rosa recién comprada ya decaída, “es mejor comprarla en un punto que esté a la sombra", dado que “el sol seca la flor”.
  2. También recomienda que tenga el tallo largo para que la flor disponga de más reservas de agua.
  3. Una vez en el hogar explica que lo mejor es “colocarla en un jarro de agua”, que hay que renovar “cada dos o tres días”, así como “cortar las puntas de manera frecuente en diagonal, para favorecer una mayor hidratación”.