El edificio bajo el avión del Tibidabo se rediseñará para imitar un ‘duty free’ de aeropuerto

Sin ofrecer productos libres de impuestos pero a semejanza del zoco que antecede a la zona de embarque. El Tibidabo someterá a un lavado de cara al edificio coronado por el avión rojo que se cierne sobre Barcelona, icono absoluto del parque de atracciones. Prevé que se transforme en una pequeña superficie comercial que agrupe a varias tiendas al estilo de los ‘duty free’ de los aeropuertos. 

BSM -la empresa municipal que gestiona el parque- ha lanzado un concurso de ideas para redecorar los bajos y el contorno a la sombra del aeroplano, una réplica del modelo que cubrió el primer vuelo comercial entre Barcelona y Madrid e inaugurado en 1928, hace casi un siglo. Las bases sugieren que la construcción situada “justo debajo de la zona de la cubierta del avión” y significativamente bautizada como L’Aeroport pase a ser un lugar “de consumo de ‘retail’ y restauración, basándose por ejemplo en los espacios de tiendas y compra de los aeropuertos”. Se concibe como un futuro “minicentro comercial, con sus espacios y ‘córners’ de venta diferenciados”.

En todo caso, los requisitos del concurso matizan que el modelo ‘duty free’ no se trata de una exigencia. Se deja “a criterio del licitador la presentación creativa que considere”, si bien el mismo documento juzga que los establecimientos de aeropuerto suponen la referencia “más evidente” de lo que se pretende. BSM aboga por una “propuesta de centro multiproducto, muy visible, transparente, que permita la visualización de lo que está sucediendo en el interior y que invite a entrar”. 

Además, precisa que el diseño deberá incorporar “una zona de tienda adaptable, con diversos mostradores, zonas ‘córner’ (teniendo en cuenta como mínimo incluir un punto de pastelería, uno de comida saludable, bebidas y/o cafetería) y un punto de pago y salida”. Añade que “la terraza exterior y alrededores del edificio deben destinarse a zona de consumo, tipo terraza”. 

En todo caso, BSM responde que L’Aeroport “ya es una zona comercial actualmente”. Recuerda que alberga “tiendas como la de la pastelería Escribà y un centro de restauración”.

Reforma estructural

En paralelo, la empresa municipal programa una rehabilitación estructural del inmueble de la aeronave, que aloja también el museo de autómatas. Las obras se llevarán a cabo antes de que el interior se ponga al día de acuerdo al diseño que se imponga en la licitación en marcha.  

BSM estima que la estructura del edificio podría repararse en 2025. En todo caso, puntualiza que el proyecto se está acabando de redactar y aún no hay fechas definitivas para empezar y concluir los trabajos. Del mismo modo, la compañía dependiente del Ayuntamiento tampoco tiene concretado cuándo se remodelarán las entrañas de L’Aeroport. En todo caso, será “posterior a la finalización de la intervención estructural”, sitúa.

Las bases postulan que la renovación en torno al avión del Tibidabo debe servir para que se erija en “un reclamo para el aumento del tráfico de clientes” al parque de atracciones. El concurso se divide en dos lotes, uno por cada “nivel del parque afectado por el proyecto de reforma”, tal como aparece en el proyecto sometido a contratación pública: uno corresponde al llamado “nivel seis” del edificio, que engloba la atracción del aeroplano, los miradores, el punto de restauración y las zonas circundantes; el otro se refiere al “nivel cinco”, que abarca el museo de autómatas, la escalera de acceso y las inmediaciones de la plaza dels Somnis.

Presupuesto orientativo

El pliego de condiciones orienta a los participantes del concurso con los costes que BSM está dispuesto a pagar. Calcula una inversión de medio millón de euros para reordenar el interior del edificio del avión y 200.000 euros para la planta del museo de autómatas y sus aledaños. Los detalles y las obras de la idea ganadora “serán pactadas con BSM” para “asegurar su viabilidad”, indica el documento de requisitos.

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Señala que el espacio bajo la aeronave debe reformularse con una oferta que “represente una diferenciación" de la que el parque presta ahora, “creando espacios totalmente nuevos y mágicos con decoración, mobiliario, iluminación, actividades y tecnología”, apostilla. “Se deberá definir la iluminación, el recorrido interior, la distribución, la presentación del producto y la justificación que la propuesta presentada se encuentra orientada de forma global al incremento y maximización de las ventas”, enumera.

A su vez, la contratación aspira a un “replanteamiento global” de la planta donde se halla el museo de los autómatas para “convertirla en un espacio completamente versátil y adaptable mediante una reforma integral”. El objetivo es que atraiga actos para “potenciar los eventos en el parque” y, a la vez, “mantener la magnitud del edificio modernista, mostrando la historia y la arquitectura del espacio”.

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