6 de cada 10 vecinos considera que Barcelona ha llegado al límite para asumir turismo

Los barceloneses consideran que su ciudad ha llegado al tope de su capacidad turística. Así lo atestigua el informe de Percepción del turismo 2023 en Barcelona presentado por el Ayuntamiento, en un estudio del que se extrae que el turismo es un tema que genera división de opiniones entre la ciudadanía de la capital catalana.

Según se extrae del informe, casi dos terceras partes (el 61,5%) de los habitantes de Barcelona consideran que su ciudad está al límite a la hora de asumir turismo. Aun así, casi 8 de cada 10 los barceloneses (el 79,3%) considera que el turismo genera oportunidades de trabajo y beneficios económicos.

De esta manera, un alto porcentaje de los encuestados (70,9%) ven el turismo como algo beneficioso para Barcelona, cuatro puntos por encima de los datos de 2022. También es destacable la subida de casi seis puntos (23%) de quienes ven el turismo como algo negativo.

La percepción respecto al comportamiento del turismo en la ciudad refleja una ligera tendencia al alza en los últimos años, siendo 2023 el año que peor consideración se ha tenido (27%). La opinión mayoritaria, sin embargo, sigue siendo una buena conducta de los visitantes y esta también sigue una tendencia alcista respecto a años anteriores (53,3%).

En términos generales el porcentaje que apuesta por la incentivación del turismo cae respecto a 2022 en todos los campos, aunque mantienen una cifra alta los que llegan por motivos profesionales o educativos.

Sin embargo, se sigue una tendencia opuesta en cuanto a limitar el turismo en la ciudad, sobre todo en cuanto a la limitación del turismo de cruceros o vacacional.

Los turistas gastan casi un 15% más en Barcelona que antes de la pandemia

Masificación y aumento de precios

El informe deja ver algunos aspectos negativos del sector turístico. Sigue al alza (23,6%) la percepción de que es una actividad económica que genera masificación en algunos puntos clave de la ciudad, como La Rambla, Sagrada Família, plaza Catalunya, el paseo de Gràcia o el frente marítimo. De hecho, una parte de los encuestados dicen haber dejado de frecuentar estas zonas por ello.

El otro gran aspecto relativo a lo negativo es el aumento de los precios, principalmente el de la vivienda. El total de personas que creen que el turismo afecta negativamente en el precio del alquiler o compra de un piso ha aumentado en más de siete puntos (16,2%), aunque también hay la percepción de que afecta al coste de vida en general (14,7%), casi el doble que en 2022. La percepción de la subida de los precios está principalmente arraigada en los barrios no turísticos (78%), pues en los que no lo son esta cifra baja considerablemente (47,7%).

Motor económico y dinamización cultural

En cuanto a percepciones positivas, más de la mitad de los encuestados (56,6%) creen que el turismo representa el principal motor económico, dato que aumenta ligeramente en los barrios turísticos (60,6%), muy por encima de otros sectores como la hostelería, el comercio o la industria.

Poniendo los datos en contexto, desde 2018 la población ha seguido una tendencia decreciente respecto a este tema, dejando atrás porcentajes más altos que se obtenían hace algunos años.

Lo más destacable a nivel laboral que desgrana el informe es que casi tres de cada cuatro (72,9%) personas que trabaja en el sector turismo lo hace con un contrato indefinido, superando en seis puntos los datos del año pasado, y la mayoría lo hace a jornada completa.

Finalmente, del total de encuestados que trabaja en el turismo un buen número desearía cambiar de sector (59,5%), aunque la cifra es 16 puntos menor que en años anteriores, siendo la voluntad de progresar y la difícil conciliación con la vida personal los principales motivos.

La percepción en los barrios

El informe deja ver que la mayoría de la ciudadanía no considera vivir en un barrio turístico (65,2%), aunque se conforman con el volumen de visitantes que hay (62,4%), sobre todo en los no turísticos, quienes tampoco creen que haya demasiados alojamientos destinados a ese uso por su zona, ni creen tener ninguno en su edificio.

La cosa cambia en los barrios turísticos donde los porcentajes en cuanto a percepción del turismo a su alrededor se igualan.

Por otro lado, desciende el porcentaje de gente que piensa que el turismo obliga a que los autóctonos tengan que dejar la ciudad en tres puntos (5,9%).