En prisión desde 2022

Acepta seis años por violar a una joven en los baños de una discoteca de Barcelona

La Audiencia de Barcelona rechaza por tercera vez la libertad de Dani Alves por riesgo de fuga

Seis meses de internamiento para uno de los menores acusados de agresión sexual en Badalona

Jóvenes hacen cola para entrar a la discoteca Pacha de Barcelona en una imagen de archivo

Jóvenes hacen cola para entrar a la discoteca Pacha de Barcelona en una imagen de archivo

Agencias

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un acusado de agredir sexualmente en los lavabos de la discoteca Pachá de Barcelona, el 2 de mayo de 2022, a una joven, a la que conoció esa misma noche de fiesta, ha aceptado este jueves seis años de prisión.

El acusado, en prisión provisional desde junio de 2022, ha reconocido los hechos esta mañana frente al tribunal de la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, que ha dictado sentencia firme 'in voce' después de que las partes hayan alcanzado un acuerdo de conformidad que ha evitado la celebración del juicio.

La Fiscalía pedía inicialmente para el acusado un total de diez años de cárcel por haber forzado a la joven, a quien conoció de fiesta, a entrar en un baño de minusválidos y penetrarla analmente pese a su "oposición firme", puesto que "no dejaba de suplicarle que parara, que le hacía mucho daño".

El procesado también deberá indemnizar a la víctima con 10.000 euros, y cumplir la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros o comunicarse con ella durante cinco años por encima de la pena de cárcel, así como respetar una medida de libertad vigilada de 8 años.

Insistencia en la discoteca

Según el escrito de acusación de Fiscalía, la víctima estaba de fiesta con dos amigas la noche del 2 de mayo de 2022 en la discoteca Pachá cuando el procesado, que también iba acompañado de otro chico, se acercó sobre las 04:00 horas a entablar conversación con la joven. El ministerio público sostiene que el procesado insistió a la víctima en querer intimar con ella, y finalmente esta "accedió a darle unos besos en el lavabo de personas con discapacidad de la discoteca, con la esperanza de que tras ello la dejaría de molestar".

"Una vez dentro del baño de minusválidos el procesado, con ánimo libidinoso, se abalanzó sobre la víctima, y girándola de forma brusca le subió el vestido y bajó las medias, intentando penetrarla por detrás pese a la oposición firme" de la joven, según el fiscal. La joven -relata el escrito- "no dejaba de suplicarle que parara, que le hacía mucho daño", aunque el acusado, lejos de aceptar el ruego de la víctima, la agarró de la cintura, la subió al lavamanos, le mojó con agua el orificio anal y finalmente consiguió penetrarla, sin llegar a eyacular.

El ministerio público añade que un vigilante de seguridad llegó a los baños de la discoteca, momento en que la joven aprovechó para librarse del procesado y buscar ayuda en el personal de la discoteca.