Sin figuras tradicionales

Desvelado el pesebre de Barcelona 2023: una 'caganera', huertos urbanos y postales de Barcelona

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Así será el pesebre del Ayuntamiento de Barcelona del 2023

Así será el pesebre del Ayuntamiento de Barcelona del 2023 / RENDER Y VÍDEO: AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El primer pesebre que el gobierno del alcalde Jaume Collboni planta en la plaza de Sant Jaume, frente al Ayuntamiento de Barcelona, seguirá alejado de la versión clásica, la que recrea Belén al nacer Jesús y repleto de figuras ataviadas de época. La instalación -abierta al público a partir del 1 de diciembre y hasta el 6 de enero- será un panel semicircular de 15 metros de largo y de 7,5 metros de alto, con unas 70 siluetas recortadas de personas anónimas.

El gobierno del PSC, constituido aún no hace medio año, señala que no ha tenido margen para marcar criterio en el diseño. Remarca que, antes del relevo, el ejecutivo de Ada Colau -en que los socialistas eran socios minoritarios- ya habían iniciado el proceso de selección del pesebre. El equipo de Collboni asegura que se encontraron con tres propuestas ya sobre la mesa. De la tríada, eligió la que se construye esta semana en la plaza.

En cuanto a los personajes que pueblan la composición, se desconoce si son barceloneses -los retratos se han extraído de un banco de imágenes gratuito-, van vestidas al modo actual y simbolizan las escenas de la tradición católica. Es "un gran coro de personajes" que "hacen una serie de actividades cotidianas, nada trascedentales", ha definido el autor del conjunto, el escenógrafo Ignasi Cristià. También se ve a una ‘caganera’, representada por una mujer sentada en un váter. Las fotografías han sido retocadas de forma que recuerdan a los trazos de los grafitis de arte urbano.

Como telón de fondo, se ha escogido una sucesión de postales, a modo de ‘skyline’ de Barcelona y un poco más allá: abraza desde una punta de Occidente -encarnada por el puerto- a Oriente, personificado con la antigua central térmica de las Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs. Entre un extremo y otro del decorado, se cuelgan estampas de Montjuïc, el parque de la Ciutadella y la Pedrera, a modo de portal.

Montaje del andamio que sostendrá el panel del pesebre de la plaza de Sant Jaume, en Barcelona.

Montaje del andamio que sostendrá el panel del pesebre de la plaza de Sant Jaume, en Barcelona. / JOAN CORTADELLAS

Cristià ha explicado que pretende que, en esta ocasión, el belén de la plaza Sant Jaume sea “un espejo donde la ciudadanía se vea reflejada”. “Es una invitación para que venga a verlo y se pueda identificar con los personajes”, ha dicho el artista, que se ha inspirado en los pesebres napolitanos para trasladarlos a Barcelona y el siglo XXI.

El montaje incluye una reintepretación del nacimiento de Jesús, protagonizado por una pareja de dos desconocidos con un bebé, y otra de los pastores, con un mural de fotografías en que aparecen unas ganaderas con un rebaño, huertos urbanos y otros trabajadores manuales contemporáneos. "En el pesebre napolitano, conviven con escenas que no tienen nada que ver con las troncales y el verdadero protagonista es la ciudadanía", ha glosado el escenógrafo.

Los Reyes de la periferia

Los Reyes Magos son los únicos que lucen las galas propias de sus majestades de Oriente. "En su caso, no sabía qué figura de hoy poner", ha admitido Cristià. Tal como aparecen situados en la escena, los tres reyes parecen salir de las Tres Xemeneies -icono del extrarradio- para dirigirse hacia la capital.  

Cristià no ha rehuido la controversia que suele acompañar cada año al pesebre del centro de Barcelona, por alejarse de la decoración acorde a la festividad religiosa. Sobre su obra, ha defendido que se trata de figuras "tradicionales" y aderezadas con un "tratamamiento contemporáneo“. "La polémica es buena porque crea debate -ha postulado el artista-. Estará muy bien que haya gente que le guste y a otros que no les guste nada. Lo importante es que se genere debate y se pueda dialogar. Nos hace vivos y nos hace vibrar”.

El belén ha costado unos 100.000 euros al Ayuntamiento, incluidos 20.000 euros de gastos artísticos y 80.000 por la producción. Igual que en otras navidades, se instalan dos grandes pesebres convencionales en el Museo Frederic Marès y el monasterio de Pedralbes. El consistorio ha pagado 20.000 euros por el del museo y 5.000 por el del monasterio.