Nueva regulación

Barcelona aplaude el fin de las licencias turísticas perpetuas y se propone reducir sus 10.000

Las licencias de pisos turísticos dejarán de ser perpetuas en Catalunya

Turistas en las Ramblas de Barcelona.

Turistas en las Ramblas de Barcelona. / Zowy Voeten

Toni Sust

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El Ayuntamiento de Barcelona aplaude la nueva regulación anunciada este martes por la Generalitat por la que las licencias de piso turístico dejarán de ser perpetuas y pasarán a requerir una licencia urbanística que tendrá una duración de cinco años.

La teniente de alcalde Urbanismo y Vivienda, Laia Bonet, ha afirmado que el gobierno de la ciudad valora el anuncio hecho por el Govern, que aprobó este martes un decreto ley que debe ser refrendado por el Parlament, y ha explicado que el Ejecutivo local ha sido “consultado previamente“ sobre su contenido. La capital catalana cuenta con 9.700 pisos turísticos y la concesión de más licencias está vetada.

Un impacto “obvio” en la ciudad

Bonet ha considerado razonable que la actividad de piso turístico quede limitada en el tiempo y ha recordado lo que el gobierno de Jaume Collboni ha subrayado, y que antes denunció el de Ada Colau: “El impacto (de los pisos turísticos) en Barcelona es obvio y el gobierno de la ciudad ha hecho suya la reivindicación de que las viviendas sirvan al máximo como viviendas”.

“A partir de ahora trabajaremos para la implementación de la nueva normativa, conscientes de la dificultad que supone el reto de la vivienda”, ha añadido Bonet, que ha advertido de que Barcelona “no se puede permitir tener 10.000 viviendas que no sirven para el uso de vivienda”.

De comunicado a licencia

La teniente de alcalde ha considerado positivo que ahora deba solicitarse una licencia urbanística, hasta ahora bastaba con un comunicado, y ha subrayado que el decreto ley “va en la buena dirección para restringir esta actividad”.

A la vista de la nueva norma, Barcelona no cuenta con un exceso de pisos turísticos, en el sentido de que el decreto ley prevé un máximo de 10 viviendas de este tipo por cada 100 habitantes. Esa proporción permitiría hasta 160.000 unidades en la capital catalana. Pero como no hay limitación inferior, un ayuntamiento puede reducir el parque existente hasta hacerlo desaparecer, siempre respetando los plazos, es decir, con un plazo de cinco años por delante para la próxima revisión.

La antecesora

La concejala de Barcelona en Comú y antecesora de Bonet como teniente de alcalde de Urbanismo en tiempos de Colau, Janet Sanz, ha celebrado también la nueva norma y ha llamado a reducir el número de pisos turísticos de Barcelona. Sanz ha recordado que los Comuns propusieron que las licencias de piso turístico pasaran a ser temporales.