El problema del aparcamiento en Barcelona

"Hay mucha gente que compra el coche en función de su plaza de garaje"

Cada vez son más los conductores que renuevan el automóvil condicionados por el tamaño del parking

Coches cada vez más grandes: la odisea de encontrar una plaza de aparcamiento en Barcelona

Plazas demasiado pequeñas para coches (quizás) demasiado grandes, en Barcelona

Plazas demasiado pequeñas para coches (quizás) demasiado grandes, en Barcelona / Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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Irene y Martín tienen un coche mediano que pide a gritos la jubilación. Lo compraron hace 15 años y aunque está bien de motor (no llega a 150.000 kilómetros) el interior está hecho unos zorros. En su contra, el paso del tiempo, pero sobre todo, el hecho de haber tenido tres hijos, con los que el desgaste se multiplica y se agrava. Llevan tres meses buscando coche, y aunque les llaman la atención un par de modelos muy concretos, de momento no les queda otra que ir descartando en función de las dimensiones de su plaza de aparcamiento, en Sant Andreu. "El problema -dice él- es que si nos pasamos un poco va a ser imposible aparcarlo". Han buscado alternativas cerca de casa, pero tener el automóvil en la misma finca es algo a lo que no piensan renunciar. Xavier Ferrer, presidente del Gremio de Garajes de Barcelona, eleva este caso a tesis de ciudad: "Hay mucha gente que compra el coche en función de su plaza".

Plazas renovadas, en el aparcamiento de BSM sito bajo el mercado de Sant Antoni

Plazas renovadas, en el aparcamiento de BSM sito bajo el mercado de Sant Antoni / Ricard Cugat

Antes se preguntaba por el cubicaje, la capacidad del maletero, el consumo, el precio del seguro, la potencia... Ahora, en cambio, una de las cuestiones más relevantes es el tamaño del coche. Muchos compradores se presentan en el concesionario con el hándicap de su plaza de aparcamiento, la que está en el parking de su edificio, a la que se llega con un cómodo ascensor desde el rellano de su vivienda. "Si tengo que elegir entre el coche que quiero y el que me cabe en casa, lo tengo bastante claro", aporta Irene, que señala, además, que elegir uno más pequeño supone además menos inversión. "Queremos un tipo SUV (aspecto de todoterreno, ya son el 60% de las ventas en España), pero los dos que queremos son demasiado anchos".

Dos años de búsqueda

Juan Carlos ofrece un caso similar desde Les Corts. Tiene un coche de casi cinco metros de longitud que sobresalía una barbaridad, lo que generaba no pocos problemas al vecino, que también calza un vehículo de grandes dimensiones. "Llevo dos años buscando una plaza en el mismo aparcamiento, y por fin la he encontrado dos plantas más abajo. La he comprado a precio de oro, 38.000 euros, y he alquilado la mía a otro vecino con un coche medio metro más corto".

Los precios varían mucho en función de las características de la plaza. Sucede lo mismo con la vivienda, ningún misterio. En el portal Idealista aparecen 4.360 plazas a la venta en Barcelona, incluyendo las de moto, que son franca minoría. Hay ofertas por 5.000 euros. "Coche pequeño", se advierte. Se quedan muy cortos, porque en las fotos se distingue una columna que se come media parcela. En Rocafort hay una por 6.000 euros. Incluye una foto de un Volkswagen Polo que, más que aparcado, parece que se ha empotrado en el hueco: ni un centímetro de aire a ambos lados.

En el otro extremo, en Les Corts, aparecen plazas en promociones nuevas por la friolera de 70.000 euros. O una en el paseo de Gràcia para coche grande, por 65.000 euros, con medidas de 5,21 metros de ancho por 2,73 metros de ancho. Por ese precio, y aunque las comparaciones son odiosas, uno puede adquirir un piso en Igualada (por reformar) de 70 m2. Se hace muy difícil, por la disparidad de la oferta y la tipología de plazas, trazar alguna tesis sobre el mercado, pero queda claro -no es un gran descubrimiento- que el tamaño, la zona, la demanda en el barrio y el estado del parking (antigüedad, vigilancia, iluminación, alarma, ascensor) son los condicionantes que explican el precio final.

Mirar primero los laterales

Sucede también, apunta el presidente del Gremio de Garajes, que mucha gente, antes de comprar una plaza, "mira antes qué coches hay a izquierda y derecha". Es como comprar un piso en función de los vecinos. Si tienen niños o mascotas, si son jóvenes o mayores, si es un piso de Airbnb... "Si te toca un coche inmenso al lado, quizás no te interesa", sostiene Ferrer. "Todo esto antes no pasaba. Solo tienes que fijarte en el Mini de ahora; ¡es inmenso!".