“Estamos preocupados por si nos quedamos tirados": retrasos en Barcelona por la huelga en Rodalies

La huelga de los maquinistas de Renfe en Rodalies ha provocado este miércoles, a primera hora de la mañana, aglomeraciones que han hecho que los empleados encargados de informar en los andenes se vieran superados en los momentos en los que los espacios han estado más concurridos. La de hoy era la cuarta jornada de huelga, convocada por CGT para protestar por que la reducción del horario semanal a 35 horas se hace en días y no en minutos, como reclama el sindicato.

Pese a que, según Renfe, solo un 2% de plantilla ha hecho huelga, concretamente ocho empleados (algo que la empresa atribuye a que CGT es minoritario en la compañía), circulan únicamente un 66% de los trenes en hora punta y un 33% el resto del día, en cumplimiento de los servicios mínimos. La convocatoria de huelga es de un solo día, este miércoles, hasta las 23.00.

Un visitante llegado de Macedonia para la celebración del Pride, Tom, esperaba entre sudores la llegada del tren que le tenía que llevar al aeropuerto: "El avión sale en tres horas, esperamos llegar, pero estamos preocupados por si nos quedamos tirados". 

Pantallas apagadas

Si ya resulta normal que la ciudadanía proteste en las redes sociales por retrasos en el funcionamiento de Rodalies, la gente que estaba en la estación no ha vivido con mucha satisfacción cómo las pantallas de información de Sants, en las que miles de pasajeros consultan sus trayectos y horarios habitualmente, han estado apagadas durante horas. A las 11.00 han vuelto a funcionar, reflejando los horarios modificados. Por ejemplo Maria, una pasajera de Rodalies, que a primera hora no sabía cuando saldría su tren en dirección Segur de Calafell. 

La confusión de los pasajeros al intentar descubrir a qué andén tenían que ir ha sido considerable: algunos han subido y bajado unas cuantas veces, desorientados sin conocer a ciencia cierta qué retrasos había en sus rutas ni dónde tenían que coger el tren.

Cada media hora

Una usuaria habitual de la R4 explicaba con resignación el cambio ocasionado por la huelga: "El tren suele pasar con una frecuencia de 10 minutos y hoy lo hace cada media hora". Pese que la espera se triplica, la viajera ha optado por esperar, debido a la falta de alternativas. 

Marc lleva sentado en la parada más de una hora esperando para subir al tren de Rodalies R2N (hacia Reus). Normalmente, aguarda una media hora. Pero dice que no le importa. 

De la maleta a la sombrilla

A partir de las 10 se ha podido ver un cambio sustancial en cuanto a los usuarios: en la fluidez de gente en la estación. Los maletines de trabajo han dado paso a los parasoles: los nuevos pasajeros se dirigían a las playas sin saber cuándo podrían plantar sus sombrillas en la arena. 

Una usuaria puntual de Rodalies, Jessica, confesaba encontrarse "perdida". No sabía que tren coger en Sants para ir a la costa: "No hay suficiente información". Como Jessica, muchos pasajeros con ganas de playa han pasado un calor pero no por el sol sino en la estación. Pero a mediodía la situación ha mejorado considerablemente y las aglomeraciones se han reducido significativamente.