Albert Dalmau, gestor veterano y el gerente más joven que ha tenido Barcelona

Albert Dalmau Miranda (Barcelona, 1990) no llega ni la edad de Jesucristo. Tiene 32 años, hará 33 en septiembre, pero cuenta con la trayectoria laboral de una persona de 45. Eso indican su vida laboral y lo que dice gente que le conoce y que ha trabajado con él, que le describe como un gestor con tintes de veterano, marcado por su devoción por Barcelona.

Dalmau es el nuevo gerente del Ayuntamiento de Barcelona, el máximo responsable de la estructura municipal a la orden del equipo político. Lo que sería el CEO en una empresa. Fue nombrado como tal por Jaume Collboni el 17 de junio, pocas horas después de que el socialista fuera investido alcalde, en una jornada más que movida.

 Dalmau ha sido en los últimos siete años una especie de sombra de Jaume Collboni. Iniciado ya el mandato 2015-2019, fue su jefe de gabinete cuando el socialista se convirtió en segundo teniente de alcalde, tras alcanzar, en mayo de 2016, un pacto de gobierno con Ada Colau, y siguió siéndolo de un Collboni ya solo presidente del grupo del PSC cuando la alcaldesa expulsó al partido del gobierno por su apoyo a la aplicación del artículo 155 en Catalunya.

Un gestor precoz

Dalmau es el gerente más joven de la historia de la ciudad. En el mandato 2019-2023 fue gerente de Economía, Recursos y Promoción Económica, área que Collboni dirigía como primer teniente de alcalde. Cuando llegó a ese cargo tenía 28 años: fue el gerente de área más joven.

 “Es un enamorado del mar, vive en la Barceloneta, con vistas al Mediterráneo. Es ordenado, tiene una visión política y técnica de las cosas. Es un muy buen gestor y ejerce muy bien el liderazgo”, resume sobre él una compañera de militancia y consistorio.

Mudanza plácida

Dalmau confirma: vive en la Barceloneta. Prefiere no precisar la calle, pero explica que su mudanza, al abandonar el hogar paterno, fue bastante sencilla: cambió de piso en el mismo rellano. Comparte vivienda con su pareja, un madrileño. Y sí: tiene el mar a unos metros.

Suele ir a pie al consistorio: le queda cerca. Dicen que los fines de semana se pasa por alguna obra en curso para vigilar que todo vaya bien. Caminar le gusta. Ya iba a pie al colegio en el que estudió siempre antes de ir a la universidad, el centro Jesuïtes Casp.

Y después fue a pie al campus de la Universitat Pompeu Fabra, en la Ciutadella. Allí empezó Economía y al año siguiente pasó a Ciencias Políticas y de la Administración, en un itinerario que daba un peso especial a las Relaciones Internacionales.

Militante del PSC

Al llegar a la universidad se hizo militante del PSC, empezando por las juventudes. Lo hizo después de que un invitado a dar una charla en su colegio, el año interior, le impresionara gratamente. Era Javi López, hoy eurodiputado socialista y amigo personal de Dalmau, con quien coincidió en la UPF.

No tiene cargos internos y se considera “un hombre de gestión, de perfil institucional”. En el partido cuenta con un capítulo que ahora suena divertido: colaboró con Rocío Martínez Sempere cuando fue candidata a las primarias del PSC del 2014, a las que también se presentaron Jordi Martí Grau, Carmen Andrés, Laia Bonet y Jaume Collboni, que las ganó. Dalmau no conoció entonces a Collboni, lo hizo más tarde, por casualidad, en una fiesta de cumpleaños.

Barcelona Global

Mientras estudiaba, tuvo un trabajo de tarde durante un año en Progrés Municipal, marca del PSC en coaliciones municipales. Y un día estaba viendo Tv3 cuando se topó con una entrevista a la empresaria Maria Reig en ‘Els Matins’. Reig hablaba del proyecto de Barcelona Global, y a Dalmau le pareció lo suficientemente interesante como para enviar un correo ofreciéndose.

Allí trabajó de 2013 a 2016, junto con el que fue el primer responsable de la entidad, Mateu Hernández, que habla maravillas de Dalmau: “Sus equipos le admiran pese a su juventud, que nunca es un problema. Tiene un punto de prudencia, de observación. Da órdenes fáciles de cumplir. Es muy ejecutivo. Se entusiasma. Si todo va bien, está contento. Si algo va mal, reconoce los errores y los corrige”.

Dalmau y Hernández trabajaron en un despacho en Urquinaona que Emili Cuatrecasas facilitó para que Barcelona Global tomara cuerpo: “Él era el director y yo el becario”, afirma el hoy gerente municipal. Para Hernández, la figura de Dalmau le permite tener interlocución con las élites económicas de la ciudad, que cree que lleva años algo deteriorada. En 2016, Collboni fichó a Dalmau.

Gerente hijo de gerente

Dalmau es gerente e hijo de gerente. Su padre, Joan Albert Dalmau, fue gerente de Ciutat Vella con Pasqual Maragall como alcalde; gerente del Eixample con Joan Clos y de Seguridad y Movilidad con Jordi Hereu. “Soy hijo de dos médicos, de una tradición de médicos gestores, él especialmente. En casa viví interés por la ciudad”, cuenta.

“Soy una persona bastante disciplinada. Entreno en un gimnasio. Hacer deporte es importante para mantener la mente clara”, dice. Ve poco fútbol –es del Barça-, pero cuando lo ve lo vive con mucha intensidad. Le gusta “todo” en lo musical: el próximo fin de semana irá a Madrid a ver ‘Turandot’. El último concierto al que ha ido es el de Beyoncé. Ve series. La última: ‘The Diplomat’. Su favorita es ‘Grace and Frankie’. Está leyendo 'El Quijote'. Regala a menudo ‘El arte de la prudencia’, de Baltasar Gracián.

Una semana por Europa

Hará vacaciones una semana en agosto, en una localidad europea. No tiene un puesto fijo de veraneo. Dice un integrante de un partido de la oposición que el cargo del gerente es un puesto que se inventa con cada nuevo gerente. Dalmau tiene ahora por delante el reto de perfilar cuál será el suyo.

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