Los Mossos buscan el cuerpo del jugador de rugby desaparecido en las aguas del Puerto de Barcelona

Los Mossos d'Esquadra siguen buscando al jugador de rugby desaparecido en Barcelona, Levi Simeon Davis, de 24 años. El cuerpo ha informado en un tuit este jueves por la mañana que ha activado la Policía Marítima y la Unidad Acuática para encontrar pistas en aguas del Puerto de Barcelona y del Delta del Llobregat mediante un dispositivo subacuático.

"El caso continua abierto", indican los Mossos, que investigan por encargo del Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona. A pesar de que la policía no ha confirmado oficialmente la identidad de la persona a la que buscan, fuentes cercanas al caso han confirmado a EFE que se trata de Davis. Con este nuevo dispositivo buscan "cualquier indicio que pueda confirmar la hipótesis de una posible muerte accidental", después de que ya hubiesen llevado a cabo una búsqueda exhaustiva en la que no encontraron ningún cuerpo, pero no descartaron que hubiesen encontrado objetos o ropa del desaparecido.

Medio año desaparecido

La investigación lleva medio año en marcha y trata de reconstruir la última noche del jugador en la ciudad. El rastro se apaga precisamente en el puerto, donde fue localizado su pasaporte. Las pesquisas de los investigadores apuntan que podría haber acudido a este punto del litoral de madrugada, tras tomar unas copas en un bar de la Rambla, The Old Irish Pub. La policía recibió informaciones que apuntaban a la posibilidad de que una persona hubiese caído al agua la noche de los hechos en un lugar cercano al lugar donde Davis se encontraba. A pesar de que en un primer momento se valoró la hipótesis de una desaparición de ámbito criminal, esta línea de investigación fue descartada.

Su desaparición el pasado 29 de octubre apareció en la prensa internacional porque además de deportista era una estrella de la televisión británica. Llegó a la capital catalana en ferry desde Ibiza: salió repentinamente de casa de un amigo que lo alojaba sin llevarse ropa ni efectivo. Su búsqueda se inició al denunciarse su ausencia más de una semana después, el 9 de noviembre. Ni su teléfono móvil ni sus tarjetas bancarias han sido utilizadas desde octubre.