En el centro de la ciudad

Cierra para siempre El Brusi, el restaurante con los mejores callos de Barcelona

El bar, conocido por su cocina tradicional, echó el cierre este lunes, sumando una víctima más a la lista de establecimientos señeros desaparecidos en la ciudad

El bar Brusi, ya con la persiana bajada tras el cierre, este martes en Barcelona.

El bar Brusi, ya con la persiana bajada tras el cierre, este martes en Barcelona. / JORDI OTIX

Jordi Ribalaygue

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Ha desaparecido otro establecimiento señero, castizo, de una Barcelona en riesgo de extinción. El Brusi -restaurante añejo de dos pisos, con barra de zinc y una decoración que parecía extraída de un hogar de los años de la Transición- ha echado el cierre en el mismo centro de la ciudad. Y lo hace para siempre. El bar de la calle Llibreteria, entre las plazas de l'Àngel y Sant Jaume, bajó la persiana este lunes, ha informado 'Vilaweb'.

La familia que regentaba el negocio cuenta que es una decisión sin vuelta atrás, alentada por las dificultades para casar la cocina tradicional que le había concedido clientela con las normativas sanitarias, cada vez más estrictas. La fama del restaurante le ha venido otorgada precisamente por un plato de toda la vida, los callos. Tan suculentos eran los que Montserrat Sabadell guisaba que merecieron ser catalogados como los mejores de Barcelona, un título en que el Brusi no halló competidor.

La fama de la especialidad que se cocinaba en el bar cruzó fronteras. No solo se les veneraba en el Barri Gòtic, sino que peregrinaban para saborearlos desde Polonia, donde la tripa es parte del recetario tradicional. Sabadell explicaba en una entrevista a EL PERIÓDICO en 2013 que fue el excónsul de Polonia en la capital catalana Marek Pernal quien contribuyó a que la excelencia del plato que servían en el bar se propagara en su país.

Montserrat Sabadell, en la barra del Brusi con su especialidad, los callos a la catalana, en 2017.

Montserrat Sabadell, en la barra del Brusi con su especialidad, los callos a la catalana, en 2017. / RICARD FADRIQUE

"Una abuela de pelo blanco"

Una guía que el excónsul publicó tras su paso por la ciudad otorgó cierta popularidad al Brusi, que tomó el nombre popular con que se conoció al 'Diari de Barcelona', el decano de la prensa de la ciudad, que tuvo su redacción siglos atrás justo enfrente del restaurante. Así lo dejó escrito Pernal: "La propietaria, una abuela de pelo blanco, hace los mejores callos de Barcelona, esa sopa picante hecha con estómago de vaca. Si usted dice que leyó sobre ella en mi libro, recibirá sin lugar a dudas más de una brillante sonrisa".

Sabadell guardaba con celo el secreto de sus callos. "Los mejores de Barcelona -presumía a este diario-. Pero no le voy a dar la receta. Se los aprendí a mi madre. Algunos vienen y me dicen: «Muy buenos tus callos a la madrileña, Montse». Y yo digo: «Callos a la catalana». Que yo soy catalana". A la cocinera le encantaba que los parroquianos asomaran la cabeza por la cocina para agradecerle tal delicia culinaria. Ya no será posible seguirlos disfrutando.