Arte nostálgico

Los murales ocultos del metro de Barcelona: 40 años de recuerdos entre andenes

En los años 80, el suburbano se convirtió en una galería de arte con obras pintadas por jóvenes artistas de la época

Descubrimos dónde están escondidas estas pinturas y qué historias esconden, contadas por sus protagonistas

Isa Egea, una de las artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80.

Isa Egea, una de las artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80. / Jordi Otix

Gisela Macedo

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Hubo un tiempo en el que transitar por los pasillos del metro de Barcelona era algo más que un simple trámite para llegar a un destino. En los años 80, el suburbano se convirtió en una especie de galería de arte alternativa en la que artistas y estudiantes del mundo del diseño tuvieron la oportunidad de plasmar sus obras. En total, entre los años 1984, 1985 y 1986, fueron 106 los artistas que contribuyeron, con 745 obras, a crear la que fue pinacoteca más concurrida de Barcelona y su área metropolitana: el metro.

Todo comenzó cuando, después de una experiencia de decoración de estaciones con trabajadores del empleo comunitario, en 1984 se ofrecieron espacios a diferentes escuelas de Bellas Artes para que sus alumnos pintaran murales en el metro, con el deseo de "hacer más agradable el uso de este transporte público", recoge un antiguo panfleto del 1987, firmado por Mercè Sala i Schnorkowski, entonces presidenta del consejo de administración de Ferrocarril Metropolità de Barcelona, S.A., entidad integrada en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). A estos pintores algunos los denominaban ‘Col·lectiu de Sota’. 

Pocos años después, las obras se fueron degradando, y terminaron cubriéndolas hasta hacerlas desaparecer. No obstante, sus restos permanecen ocultos en una treintena de estaciones. Algunas simplemente están detrás de elementos y, si algún día se retiran, podrían volver a ver la luz.

Los artistas del metro: recuerdos de hace 40 años

Jordi Arbonés tenía solo 19 años cuando, mientras estudiaba pintura en la Massana, un profesor le habló de esta iniciativa de TMB y decidió apuntarse. Pintó diez murales en la estación de Fabra i Puig en el 1984, y guarda un gran recuerdo de aquellos días. "Fue espectacular, genial, muy bien. TMB ponía todos los materiales, batas... Pero no había nadie detrás nuestro controlando. Tuvimos libertad total", asegura en una entrevista con EL PERIÓDICO.

Jordi Arbonés, uno de los artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80.

Jordi Arbonés, uno de los artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80. / Jordi Otix

"Recuerdo que fui el único que pintó en blanco y negro, porque en ese momento me dio por ahí. Llegaba a la estación e improvisaba cada día sobre cosas cotidianas de casa. Me los inventaba (los murales), no llevaba nada preparado", cuenta sonriente, mientras sujeta una fotografía suya de la época "con más pelo y menos kilos", apunta entre risas. Esta parada también la decoró Anna Rodón, su pareja de entonces, con quien posteriormente se casó.

Uno de los murales que Jordi Arbonés pintó en la estación de Fabra i Puig del Metro de Barcelona

Uno de los murales que Jordi Arbonés pintó en la estación de Fabra i Puig del Metro de Barcelona / Miryam Martín

Ahora, en los pasadizos del suburbano ya no queda ni rastro de sus obras. "Duraron más o menos dos años", estima Arbonés. Igualmente, su intención tampoco era que durasen para siempre: "En ese momento ya sabía que era una obra efímera. Era pintar directamente en la pared, y que durara lo que durara".

Jordi Arbonés, uno de los artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80.

Jordi Arbonés, uno de los artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80. / Jordi Otix

Hoy, Arbonés es portero de una finca de Barcelona, y continúa mostrando su arte en su perfil de Instagram. Considera que las escuelas de Bellas Artes "no preparan" realmente para dedicarse a ello profesionalmente. Recordar esta etapa de su vida a través de este reportaje, después de tantos años, ha sido para él una "sorpresa" que ha recibido "con mucha ilusión".

Otra artista que recibió el encargo de decorar el metro fue Isa Egea, a quien asignaron la parada de Marina. En una entrevista con este diario, ha explicado que pintó "la estación entera": "Igual hice unos ocho o diez murales. No lo sé, muchos. Y todos seguían la misma línea. Era una pintura muy fresca, porque yo era muy joven. Muy en la onda de los 80", relata. 

Isa Egea, una de las artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80.

Isa Egea, una de las artistas que decoraron con murales el metro de Barcelona en los años 80. / Jordi Otix

En aquél momento, Egea, nacida en el año 1959, tenía 25 años. A pesar de tener la oportunidad de exponer su obra en un lugar tan concurrido, sí tiene un recuerdo algo más amargo de la experiencia: "Sentí que estábamos decorándoles gratis las estaciones. Pagaban solo el material. De hecho, creo recordar que al final cogí un rebote y dejé pendiente de terminar algún mural", cuenta.

Egea dejó la pintura y pasó a dedicarse a la fotografía. Ahora, explica que sigue trabajando en este ámbito, e investiga sobre la generación de imágenes con inteligencia artificial. 

Uno de los murales que Isa Egea pintó en la estación de Marina del Metro de Barcelona

Uno de los murales que Isa Egea pintó en la estación de Marina del Metro de Barcelona / Miryam Martín

Otras personas que tuvieron la oportunidad de plasmar su arte en el metro fueron Montse Fernández, Gemma Varo, Carmen Fabrellas y Cristina Villena, compañeras de segundo curso de Moda del Instituto FP Poblenou. Su mural, que pintaron en el 1985 en la estación de Verdaguer, volvió a ver la luz hace solo unas semanas, ya que durante años había permanecido oculto tras un quiosco que acaba de ser retirado. Un descubrimiento inédito del que varios medios, entre ellos EL PERIÓDICO. Una de sus autoras relató en una entrevista con este diario cómo fue esta experiencia.Nos hizo mucha ilusión”, decía.

BARCELONA 24/03/2023 Barcelona. Aparece un mural oculto del siglo pasado en la estación de Verdaguer Son tres mujeres con un vestuario típico de los años 80 que pintaron estudiantes de 2º de moda del Instituto de FP de Poblenou FOTO de ELISENDA PONS

BARCELONA 24/03/2023 Barcelona. Aparece un mural oculto del siglo pasado en la estación de Verdaguer Son tres mujeres con un vestuario típico de los años 80 que pintaron estudiantes de 2º de moda del Instituto de FP de Poblenou FOTO de ELISENDA PONS / ELISENDA PONS

Carmen Fernández y sus compañeras, pintando el mural de la estación de metro Verdaguer en Barcelona, en mayo del 1985

Carmen Fernández y sus compañeras, pintando el mural de la estación de metro Verdaguer en Barcelona, en mayo del 1985 / Cedida

Todo un universo para una niña de la época

Quien tampoco ha olvidado estas pinturas es Miryam Martín, una barcelonesa nacida en el año 1982 que de pequeña quedó encandilada por ellas. “Me hacía ilusión coger el metro y ver los murales que había”, explica a EL PERIÓDICO, evocando algunas de las primeras imágenes de su infancia. 

Poco a poco, las obras -que carecían de mantenimiento- se fueron deteriorando y tapando con pintura, azulejos, placas y otros materiales. “Es una pena que desaparecieran, porque eran preciosos. Algunos eran abismales, de metros de longitud, y con una calidad artística magnífica”, señala Miryam.

Esta extinción, que se produjo cuando ella era una niña, provocó que los murales quedaras grabados solo en su mente, por lo que incluso se llegó a preguntar si de verdad existieron o eran solo una fantasía de su infancia. “Preguntaba a mis amigos y conocidos, y nadie los recordaba”, cuenta.

Mural pintado en los años 80 en la estación de Urquinaona del metro de Barcelona

Mural pintado en los años 80 en la estación de Urquinaona del metro de Barcelona / Miryam Martín

Estación de metro de Urquinaona

Estación de metro de Urquinaona / Miryam Martín

Un día, consultando la hemeroteca de un periódico barcelonés, dio con un antiguo artículo en el que se mencionaban las obras y descubrió que sí fueron una realidad. A raíz de esto, decidió crear la cuenta de Instagram @Bcnunderground para ponerse en contacto con algunos pintores y con TMB, e intentar conseguir imágenes de las desaparecidas pinturas. 

“Recuerdo un corazón con hormigas en Clot, unos leones en Marina, un tritón en Navas y, sobre todo, la mano-árbol de Maragall, cuya copa llegaba hasta la bóveda del techo”, decía en una de sus primeras publicaciones. Finalmente, consiguió que TMB le mostrara algunas de ellas.

Mural pintado en los años 80 en la estación de Maragall del metro de Barcelona

Mural pintado en los años 80 en la estación de Maragall del metro de Barcelona / TMB Fundació

Lugar donde se encontraba el mural de la estación de Maragall del metro de Barcelona

Lugar donde se encontraba el mural de la estación de Maragall del metro de Barcelona / Miryam Martín

Esta última, la "mano-árbol" de Maragall, se ha convertido una pequeña obsesión para ella. Con la ayuda del archivo histórico de TMB, ha conseguido volver a verla. “De niña ya me parecía muy bonita y, cuando la he vuelto a ver, me he dado cuenta de los detalles que tenía”, explica contenta. No obstante, todavía hoy desconoce quién es su autor y pide ayuda para dar con él. “Ojalá tenga suerte y pueda hablar con él”, expresa.

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