Así son tres nuevos cruceros de superlujo que recalarán en Barcelona este año

De las 800 escalas de cruceros que tiene agendadas el Port de Barcelona para este año, hay varias decenas que no se distinguen por su tamaño ni multitudinaria 'población' flotante, sino por su exclusividad. Suelen pasar desapercibidas porque exteriormente son barcos más discretos, elegantes, que en en algunos casos parecen yates, pero transportan a cruceristas de alto poder adquisitivo y que realizan importantes gastos en la ciudad, tanto si inician rutas y se alojan en hoteles de cinco estrellas las noches previas, como si hacen meras escalas, porque estas suelen ser largas y sus pasajeros se vuelcan en conocer la gastronomía local, por ejemplo.

Barcelona sumará este año una tercera parte de cruceros de lujo o premium, como avanzó EL PERIÓDICO. Entre ellos habrá diversas novedades del sector para las cuales suele haber lista de espera entre viajeros de todo el mundo. En algunas rutas harán escala también en otros puertos españoles. Estos tres figuran entre lo más destacado del año.

Barcelona tendrá en 2023 un 58% de cruceristas iniciando rutas en la ciudad y un tercio de lujo

'Silver Nova' / 'Silver Down'

La naviera con sede en Mónaco y de origen italiano que desde hace unos años forma parte del grupo Royal Caribbean vive una etapa de ampliación de su flota, de la que viene dando cuenta en el puerto barcelonés con cada novedad. Esta marca destaca por el lujo informal: nada de noches de gala con esmoquin o vestidos largos, si uno no lo desea. Su cliente es muy cosmopolita, algo más joven que en otras compañías de lujo, apasionado por la cultura y la buena gastronomía.

Este año traen a Barcelona (también recalará en Valencia, Palma de Mallorca, Cartagena, Málaga y Cádiz) el novísimo 'Silver Nova', para hasta 728 pasajeros y de 54.000 toneladas. Destaca por tener uno de los ratios de espacio por pasajero más generosos, así como de servicio, que es al final lo que marca la diferencia en el sector: un tripulante para cada 1,3 pasajeros. Y sobre todo por abrir un nuevo diseño asimétrico, aunque tenga puntos comunes con algunos hermanos de flota. Es también el más ecológico.

Todos sus camarotes son suites, con vestidores y amplios baños; cuenta con programas específicos vinculados a la cultura, a las artes culinarias y, en esta línea de barcos, al programa Otium, de relax y spa. Es uno de sus signos distintivos, con propuestas a bordo hedonistas, que van de una merienda sibarita con caviar a un baño personalizado en el propio camarote, a demanda.

A bordo se puede elegir su cocina internacional, la brasa al aire libre, el exitoso italiano, el japonés, el francés más formal... o hasta clases de cocina para conectar con la gastronomía de las escalas que se visitan, con el programa culinario a bordo SALT.

La naviera destaca por ofrecer paquetes con todo incluido, incluso el 'puerta a puerta' en algunas tarifas, que abarcan del avión desde algunos orígenes, hasta el transfer, pasando por excursiones, vinos y bebidas alcohólicas de calidad, y un mayordomo que se puede encargar de las reservas e intereses del pasajero. Hasta de deshacerle el equipaje.

En Barcelona el 'Nova', por ejemplo, acabará una gran ruta de 28 días el día 18 de septiembre. Pero también se dejará ver en diversas ocasiones, en primavera y otoño el 'Silver Dawn', estrenado el año pasado, y con una oferta muy similar. Hay lista de espera para sus salidas más cercanas, pero la noviembre, por ejemplo, parte de algo más de 5.000 euros por persona para una semana (sin 'puerta a puerta').

'Seabourn Pursuit'

La naviera especializada en barcos tipo yate de ultra lujo y con sede en Seattle, Washington, trae este verano a su nueva joya, el 'Pursuit', de 26 metros de eslora, 23.000 toneladas, y 264 pasajeros. En este caso, por su tamaño y características especiales está creado sobre todo para rutas de expedición polar una parte del año.

No obstante, este verano surcará el Mediterráneo con itinerarios que irán de los 7 a los 19 días, y vivirá su ruta oficial de inauguración el 12 de agosto, saliendo de Malta, para acabar en Barcelona. Tiene 132 suites todas con balcón y lleva una tripulación de 120 personas, informa la compañía.

 Aunque el barco esté diseñado para navegar por zonas heladas como la Antártida y el Ártico, con la "tecnología marítima más avanzada para adentrarse en cualquier punto del planeta", este verano sus usuarios lucirán biquini, incluso en Palamós, donde hará escala en agosto.

Como curiosidades, incorpora dos submarinos, 24 zodiac, kayaks y un equipo de expedición de 26 especialistas (solo en las rutas polares), así como una plataforma marina para que sus pasajeros puedan practicar actividades náuticas en otras latitudes: de vela ligera a motos acuáticas.

Pero además de la aventura sibarita, la marca por sus "yates íntimos, con un servicio y gastronomía impecable" y por soler atracar en puertos pequeños adonde no tienen acceso los megacruceros. Se desmarca por tener áreas de reunión con grandes panorámicas.

Tras el inaugural, volverá a estar en Barcelona iniciando o cerrando rutas hasta Montecarlo el 27 de agosto y el 10 de septiembre.

'Scenic Eclipse II'

Más lujoso, elitista y superlativo en sus prestaciones y servicios es aún el 'Scenic Eclipse II', que en junio vivirá una presentación en Málaga --un puerto que se ha transformado para dar impulso a esta actividad-- previo paso por Barcelona el 23 de abril y el 29 de mayo según las previsiones del Port de Barcelona.

Su construcción ha durado tres años y es el es el segundo barco de Discovery Yacht de la naviera Scenic Cruises. También se dejará admirar en Vigo, ya que navegará en su ría durante su visita a las Cies en junio, y mostrará todos los sofisticados 'juguetes' que ofrece: dos helicópteros de lujo, un submarino para seis ocupantes y otros, a bordo de sus 168 metros de eslora, con capacidad para 228 pasajeros.

Luego se marchará al norte de Europa, para recorrer Islandia y Groenlandia, entre otros destinos fríos. Sus exclusivos itinerarios suelen rondar los 18.000 euros. Pero abarcan desde experiencias gastronómicas del mayor nivel a excursiones inmersivas, sin que haya que sacar la tarjeta de crédito más que para compras o tratamientos de spa.

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