Decoración navideña

Barcelona apuesta por un innovador belén virtual e interactivo en la plaza de Sant Jaume

 No habrá instalación física, ni rompedora ni clásica, frente al ayuntamiento sino que se proyectará un video ‘mapping’ sobre la fachada manipulable por el público

La fiesta de Fin de Año recupera el tradicional escenario de la avenida de Maria Cristina y la cabalgata estrenará nuevo recorrido y carrozas

Pesebre virtual

El pesebre virtual de Barcelona para la Navidad del 2022. / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Natàlia Farré

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Por segundo año consecutivo (tres si se tiene en cuenta que en 2020 la pandemia anuló toda tradición) el centro de la plaza de Sant Jaume no será ocupado por un pesebre, ni clásico ni rompedor. Habrá Belén, sí, pero este no será una instalación al uso ubicada sobre el pavimento sino una proyección audiovisual, un ‘mapping’, sobre la fachada del consistorio que, además, será interactiva y permitirá a los ciudadanos incidir en su contenido a través de un código QR. Será, así, el pesebre más tecnológico que la plaza de Sant Jaume habrá lucido en los 61 años que suma la tradición de albergar un Belén. Recordar que el de 2021 tampoco se situó en su emplazamiento canónico sino que las 51 figuras iluminadas que lo formaban se repartieron por las fachadas de las calles de Jaume I y Ferran.  

Controversia

Con el anuncio de este martes, se desvela una de las incógnitas que más dan que hablar en la ciudad cuando se acerca la Navidad, no en vano el pesebre de Sant Jaume siempre genera controversia por su atrevimiento. Este año desde el consistorio no esperan que amaine la tormenta, Jordi Martí, teniente de alcalde de Cultura, no solo ha empezado el anuncio afirmando que es “el más esperado del año por sus secretos inconfesables” sino que ha continuado recordando que “la ciudad tiene dos pesebres clásicos, el del Museu Marès y el del monasterio de Pedralbes”. Y ha asegurado que “la actual propuesta es muy ajustada para mantener la tradición y gustar a las generaciones más tecnológicas”. El secreto en cuestión ha sido diseñado por el estudio barcelonés Onionlab y cuenta con un presupuesto de 100.000 euros, la mitad del montante invertido en el Belén del año pasado. Y se podrá disfrutar entre el 16 de diciembre y el 5 de enero.

El pesebre mostrará escenas en las que se reproducirán tradiciones como los Reyes y el Tió que los ciudadanos podrán manipular a través de una código QR

'Mapping' y tradición

La propuesta pasa por decorar, vía ‘mapping’, el centro de la fachada con ventanas que mostrarán diferentes tradiciones o universos navideños. En concreto habrá cinco escenas diferentes: ‘La ciutat de Nadal’, con fotografías históricas de Barcelona viviendo las fiestas a partir de imágenes de la feria de Santa Llúcia, la iluminación de las calles, el Tió, Reyes y el Home dels nassos; ‘Les figures del pesebre’, que representará a los protagonistas que lo componen con el Nacimiento siempre presente; la tercera escena, ‘La gastronomia de Nadal’, convertirá la fachada del ayuntamiento en una gran cocina con platos tradicionales de estas fechas; y finalmente ‘El Tió de Nadal’, que a partir del 26 de diciembre se substituirá por la escena de ‘Els Reis d’Orient’. 

Interactivo y en bucle

Con todo, la novedad más grande, será la posibilidad que tendrán los ciudadanos de interactuar en directo a través de un código QR, que permitirá al público cosas como dar de comer al Tió, escribir la carta a los Reyes o bautizar a las figuritas del pesebre. No hay peligro de que se pueda hacer un mal uso y apostar por palabras malsonantes a la hora de interactuar, ya que la aplicación solo recogerá los nombres de pila que contempla el Instituto Nacional de Estadística, y el contenido de las misivas reales no se publicará, se mandará directamente a sus majestades. Ante la pregunta de si tanta tecnología no supondrá un problema para los más mayores, Martí ha asegurado que el "sistema es muy sencillo de utilizar y los más pequeños muy hábiles", de manera que "los nietos podrán ayudar a los abuelos".

Las cuatro escenas, de 10 minutos cada una, se sucederán en bucle entre las 17.30 y las 22.00 horas, un horario que en días señalados podrá alargarse hasta las 23.00 horas. Un horario y un calendario más corto de lo normal, lo primero debido a la necesidad de poca luz; lo segundo generado "por la intensidad de la propuesta", a juicio de Martí.

El espectáculo para despedir el año contará con fuego, luz, agua, música y 200 drones que dibujarán figuras en el cielo

Las 12 campanadas

Junto con el pesebre, el ayuntamiento ha explicado, también, cómo serán otras dos tradiciones señaladas de Navidad: la celebración de Fin de Año y la cabalgata, esta última la actividad de la ciudad que más gente congrega cada año. Para despedir 2022 (o dar la bienvenida a 2023), el consistorio recupera, tras dos años de paréntesis por imperativo del covid, la fiesta de la avenida de Maria Cristina, que correrá a cargo de la compañía francesa Gruope F bajo la dirección de Christophe Berthonneau. Se trata de un espectáculo creado para Barcelona que contará con fuego, luz, agua, música y drones, y abogará por el hermanamiento entre pueblos y la paz como eje temático.

Tendrá dos partes, la primera transcurrirá durante los 12 minutos previos a las campanadas y evocará 12 culturas del mundo a partir de la representación con drones de sus máscaras rituales con el acompañamiento de una banda sonora compuesta por Scott Gibbons. Tras las campanadas se sucederá la segunda parte del espectáculo con los fuegos artificiales como grandes protagonistas. El presupuesto es de 480.000 euros.

La cabalgata recuperará los caramelos, se lanzarán siete toneladas, y el contacto y proximidad con los más pequeños

Nuevas carrozas y nuevo recorrido

De 860.000 euros es el presupuesto de la cabalgata, que llegará puntual el día 5 de enero y lo hará con novedades: habrá seis carrozas de estreno, entre ellas las que transportan a los tres reyes, y un recorrido diferente obligado por las obras de Via Laietana (avenida Marquès de l’Argentera, paseo de Colom, Paral·lel, ronda de Sant Pau, Urgell, Sepúlveda y avenida Reina Maria Cristina). Los secretos, el consistorio afirma que los hay, se desvelarán cuando se acerque la fecha. Mientras un primer aperitivo: en la comitiva habrá presencia de 'La gata perduda', el proyecto colaborativo de ópera realizado por los vecinos del Raval y el Liceu. También volverá la cercanía con el público y se recuperarán los caramelos, siete toneladas en total, que la pandemia prohibió. Lo que no cambia es la arribada de sus majestades, que será como siempre a bordo del pailebote ‘Santa Eulàlia’. 

Tres actividades vertebradas por la tecnología y la iluminación que llevan a pensar en un excesivo gasto energético, no lo habrá asegura el ayuntamiento: "El consumo de los drones del espectáculo de fin de año, por ejemplo, equivale al consumo que realiza un coche eléctrico al recorrer 60 kilómetros".