Controversia navideña en Barcelona

El pesebre de Sant Jaume será más barato y “volverá a sorprender"

La decoración costará 100.000 euros, la mitad que el año pasado, y el gobierno municipal defiende seguir optando por diseños alejados de la tradición

Instalación de la decoración navideña en la plaza Sant Jaume, en 2021.

Instalación de la decoración navideña en la plaza Sant Jaume, en 2021. / Zowy Voeten

Jordi Ribalaygue

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Aún no se conoce el diseño del pesebre que se instalará como cada Navidad en la plaza de Sant Jaume, en Barcelona, pero genera debate antes incluso de conocerse. El gobierno municipal de la alcaldesa Ada Colau ha admitido este martes que la decoración no eludirá el debate, igual que en años pasados, cuando ha provocado discusión por reinterpretar la tradición con una relectura artística moderna y alejarse de los modelos apegados a la liturgia católica, con figuritas y la recreación del portal tras el nacimiento de Jesús. 

“El pesebre volverá a sorprender”, ha avanzado el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, que ha revelado que el coste rondará los 100.000 euros. Es la mitad que los 200.000 euros gastados en 2021, cuando se diseminaron figuras luminosas desde Via Laietana hasta la Rambla y se colgó un buey y una mula en las fachadas del ayuntamiento y la Generalitat. “Hemos optado por la contención por el momento actual”, marcado por el encarecimiento de precios, ha indicado el concejal de los ‘comuns’. 

Martí ha defendido “reinventar, readaptar y reactualizar” el rito, con la condición de mantener el “respeto a toda creencia”. Por contra, el PP ha pedido que esta vez se coloque un pesebre clásico frente al ayuntamiento. La proposición de los conservadores se ha aprobado en la comisión de Derechos Sociales y Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, gracias a la abstención de las dos fuerzas de gobierno, Barcelona en Comú y PSC. No obstante, el concejal popular Óscar Ramírez ha dado por descontado que la petición caerá en saco roco y ha acusado al ejecutivo de Colau de haber contratado “antipesebres” durante su mandato, con la supuesta intención de “ocultar las tradiciones de Navidad”.

“Lamentamos que no vayamos a tener un pesebre tradicional en Sant Jaume y, si me lo permiten, como Dios manda”, ha concluido el miembro del PP. Martí ha replicado que Barcelona no puede aspirar a ser moderna sin osar a dar la vuelta a las costumbres. “No puede ser que queramos ser la ciudad más creativa, innovadora y estupenda del mundo, que nos emocionemos porque venga el Mobile World Congress y la Copa América y no nos atrevamos a innovar en una de las tradiciones más importantes que tenemos”, ha defendido. Tanto el miembro de los ‘comuns’ como el popular han coincidido en que la controversia sobre el pesebre está tan asentada en la ciudad como el hábito de exhibirlo en Sant Jaume.