en Barcelona

La jueza aplaza el juicio por una brutal agresión homófoba en el metro

Uno de los tres imputados, que se enfrentan a una petición de cinco años de cárcel, no se presentó en la vista que debía celebrarse este miércoles.

La víctima agresión homofoba en el metro de Barcelona /

La víctima agresión homofoba en el metro de Barcelona / / DIEGO MARTOS

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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La fiscalía y las acusaciones, entre ellas la particular, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, reclamaron este miércoles la detención para su ingreso en prisión de uno de los tres imputados por una brutal agresión homófoba en el metro de Barcelona por no haberse presentado al juicio, pero la jueza no lo acordó y decidió aplazar la vista para el próximo 6 de julio. El encausado no había sido citado en persona, según fuentes jurídicas. Poco después de la suspensión, el joven acudió al juzgado y se le comunicó el día en que se celebrará la vista.

La Fiscalía de Barcelona solicita cinco años de prisión para los tres acusados por la agresión a Diego M., de 23 años, en la que también participó en un menor, ocurrida en enero de 2019. Además de la pena de cárcel por un delito de lesiones con el agravante del motivo por orientación sexual, reclama una indemnización de 11.895 euros por las secuelas y daños morales que produjeron a la víctima.

El escrito de acusación del servicio contra los delitos de odio y discriminación de la fiscalía apunta que la agresión empezó después de que el joven accediera al vagón de un metro de la L-1 en el que se encontraban los tres imputados, que iban acompañados de un menor. La víctima llevaba una camiseta que los agresores asociaron al colectivo homosexual, lo que motivó que los acusados se acercaran al joven para "dejarle en ridículo", asegura la fiscal.

Insultos y golpes por todo el cuerpo

La víctima se cambió de asiento, pero los imputados continuaron con su actitud. Primero, según la acusación pública, el menor insultó al joven, diciéndole "no eres un hombre, eres maricón", lo que sus amigos jaleaban con risas y la expresión "venga". Después el menor hizo un ademán de abalanzarse contra la víctima, por lo que la víctima contactó con los vigilantes del metro a través del interfono, hecho que provocó que los encausados cesaran su acción.

Sin embargo, cuando la víctima bajó del metro en la estación de Urquinaona y los acusados le siguieron. Al llegar a las escaleras de salida del andén, el menor corrió hacia la víctima y le acometió por la espalda "lanzándole un puñetazo a la altura del cuello con tal ímpetu que le hizo caer al suelo", incide la fiscalía El menor y otro de los acusados, resalta, aprovecharon dicha circunstancia para propinarle repetidamente patadas y puñetazos por todo el cuerpo, especialmente en la cara, y poco después se sumó al ataque otro de los acusados.

El Ayuntamiento de Barcelona y el Observatori Contra l'Homofòbia (OCH) pidieron antes del juicio que no haya impunidad con las agresiones homófobas. En declaraciones a los medios ante la Ciutat de la Justícia, el presidente del OCH, Eugeni Rodríguez, celebró que todos los mecanismos hayan funcionado en este caso y se haya llegado a juicio, porque "se rompe la impunidad con la que normalmente actúan estos grupos de jóvenes". Los hechos pasaron en enero de 2019 y, según Rodríguez, "es la primera vez que se introduce el indicador de transporte público como contexto donde se dan las agresiones por el impacto de la incidencia".

Ha celebrado que, tras la agresión, que quedó gravada, el personal de seguridad del metro actuara de forma inmediata, que los Mossos detuvieran a los agresores y que, tanto el Ayuntamiento y la Generalitat, como el consorcio de hospitales donde trabajaba la víctima se hayan personado en el juicio. El OCH acusa a tres de los cuatro agresores --el cuarto era menor, que ya fue juzgado-- de delitos de lesiones y contra la integridad moral de las personas porque "se le ataca por su condición de homosexual" por la camiseta que llevaba. El juicio contra el menor determinó una condena de 22 meses de libertad vigilada, y un curso de derechos humanos.