Barcelona desafía al ómicron con nuevas aglomeraciones prenavideñas

Casi (o sin el casi) como antes de la pandemia en un sábado prenavideño. Depende con quién se hable. El centro de Barcelona se abarrotó este sábado de compradores en busca de los primeros regalos y de paseantes cuya intención era volver a disfrutar del pulso de la ciudad. Turistas, escasos. Pocas maletas y bastantes bolsas con el anagrama de conocidos comercios. A las cinco de la tarde la circulación era densa. Al cabo de una hora aparecieron los atascos y el colapso en las principales vías de acceso a la plaza de Catalunya. Riadas de gente andando inundaron el paseo de Gràcia. La masa era uniforme. Autobuses y metros, llenos. "Tráfico congestionado", anunció la Guardia Urbana.

"Ha vuelto el ambiente de Barcelona". Con estas palabras definió Cerezo lo que estaba viviendo. Es de Vacarisses (Vallès Occidental) y con su hijo acudió a la ciudad para "ver las luces" de Navidad y, de paso, hacer algunas compras. "La gente tiene ganas de salir y eso se nota", reconoció. Por su lado, en el Portal de l'Àngel, caminaban decenas y decenas de transeúntes. Era un no parar.

La situación de aglomeración se presagiaba a las cinco de la tarde cuando los autobuses viajaban desde la plaza de Espanya hacia en centro cargados y con los pasillos completos, vaciando el pasaje en las paradas de la plaza Universitat o del paseo de Gràcia. Cuando las películas de las televisiones convencionales acabaron, la multitud se adueñó de la zona, hasta tal punto que era complicado caminar por el Portal de l'Àngel.

Colas en las cajas

Ese dejar atrás los malos momentos del covid es el espíritu con el que encara este mes de diciembre el comercio. Este sábado por la tarde, las tiendas registraban una afluencia constante. En algunas se formaron colas en las cajas para pagar, como es habitual en las épocas de mayor consumo. "Hay mucha gente, la verdad. Casi o igual que antes de la pandemia en estas fechas. Digamos que es como un sábado normal de antes de Navidad", explica un vigilante de seguridad de una cadena de venta de ropa. Con el avance de las horas, la situación fue 'in crescendo'.

En la plaza de Catalunya, la multitud se apoderó de la acera. En las escaleras mecánicas de un gran centro comercial se vieron colas. "Estamos recuperando los niveles de antes. Se parece a la normalidad de la pandemia", subraya un empleado. La esquina de la Ronda de Sant Pere fue otra vez el punto encuentro de paseantes. El quiosquero ubicado en ese lugar, David, insistía: "Este sábado se puede comprar a otro del un mes de diciembre pre-covid". En su opinión, sin embargo, el trasiego de ciudadanos ha bajado un poco este mes en comparación, como octubre o noviembre.

En una tienda de productos electrónicos de la calle de Fontanella se constataba cierta satisfacción con el flujo de clientes. "Hay mucha más gente que el sábado pasado", asegura un vendedor. "Solo se han formado algunas colas puntuales en las cajas para cobrar, pero van rápidas", concreta. La situación, a su parecer, se va recuperando. "Estoy incluso sorprendido de la gente que hay", confiesa. Lo mismo dice la dependienta de un comercio de ropa juvenil del Portal de l'Àngel: No es como el Black Friday, en el que hubieron muchas rebajas, pero no está nada mal este sábado". El centro de Barcelona se convirtió de nuevo en un gran bazar.

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