Revisión de la regulación hotelera

BCN permitirá alquilar habitaciones menos de un mes a quien renuncie a una licencia de piso turístico

Barcelona en Comú y el PSC alcanzan un acuerdo parcial sobre hogares compartidos y no excluyen la posibilidad de una ordenanza sobre el tema

Se elimina la obligación de reducir un 20% de las plazas de un hotel del centro para hacer una gran reforma, que una sentencia contra el PEUAT cuestionó

Un grupo de turistas siguen a su guía, por una calle de Ciutat Vella, en Barcelona

Un grupo de turistas siguen a su guía, por una calle de Ciutat Vella, en Barcelona / MANU MITRU

Toni Sust

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Aunque con cierto carácter de provisionalidad, y a falta de una concreción posterior que queda pendiente sin fecha, Barcelona en Comú y el PSC han alcanzado un acuerdo para llevar a aprobación el nuevo plan especial urbanístico de alojamiento turístico (PEUAT), o, dicho de otro modo, la actualización del PEUAT aprobado en 2017, que irá a votación inicial en comisión la semana próxima y debe ser aprobado de forma definitiva en el pleno municipal de la siguiente.

La clave del pacto entre socios son las habitaciones compartidas, que dividen al gobierno: los 'comuns' están en contra de que se puedan alquilar habitaciones por un periodo inferior a 31 días, que es el periodo legal actualmente, y los socialistas defienden la regulación, apelando a que ese ingreso es decisivo para muchas familias de la ciudad y a que “cerca de 10.000” están practicando esa actividad sin amparo legal.

El anfitrión, en casa

El punto medio al que han llegado los dos partidos es el siguiente: en adelante, en Barcelona un propietario podrá hacer de la suya una vivienda compartida en el caso de que esta cuente con licencia de piso turístico y a que ese propietario renuncie a esa licencia. Esta vía entrañará un cambio que no es menor: el propietario tendrá que residir en la vivienda de la que alquila habitaciones.

El 22@ pasa de zona 4 a zona 2: ya no podrá crecer en camas turisticas

Este es el elemento principal que el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, han presentado en una comparecencia en la que ambos parecían explicar historias distintas, porque cada uno ha echado el agua a su molino al interpretar la actualización de la regulación hotelera, cuatro años después de que viera la luz por primera vez. Como parte del acuerdo, las dos partes han explicado que se deja para más adelante la posibilidad de una ordenanza sobre hogares compartidos que en caso de ser aprobada generará una regulación que deberá incorporarse al PEUAT.

Sentencias judiciales

Aparte de que existía un compromiso de revisión del PEUAT, otro motivo la ha hecho imprescindible: las sentencias judiciales que han ido apareciendo. Sentencias en contra de partes del plan que el ayuntamiento ha tenido que asumir. La más relevante estaba anunciada: el plan hotelero divide la ciudad en cuatro zonas. En la 1, la más céntrica, no se pueden abrir más hoteles y si uno cierra, se extingue su licencia. En la dos, solo se puede abrir un hotel si otro cierra. Pero ahora se añade otra restricción: en adelante, en esa segunda corona de la ciudad, cuando un piso turístico cierre su plaza se verá extinguida. Las zonas 3 y 4 permiten crecimiento con un número de plazas previsto.

En la zona 1, estaba establecido que si un hotel quería hacer una gran reforma debía renunciar al 20% de las plazas. Ahora, ese requisito se elimina. Porque una sentencia indicó que solo la Generalitat puede imponer esa norma, ha subrayado Sanz. Y porque el acuerdo entre socios persigue dejar de apostar por el decrecimiento y hacerlo por “la estabilización”, ha puntualizado Collboni.

El 22@, de zona 4 a zona 2

Otro cambio: el 22@ pasará de integrar la zona 4 a la 2, es decir, ya no podrá crecer más. Para Sanz, un ejemplo de la contención en la oferta turística, aunque Collboni ha recordado que desde 2017 se han triplicado las plazas hoteleras en el distrito tecnológico.

En suma, Sanz ha subrayado que se mantiene el veto a la mayoría de los hogares compartidos y Collboni ha celebrado que se haya iniciado su regulación; Sanz ha recalcado que “la barra libre” no volverá al turismo en Barcelona y Collboni ha enfatizado que ahora los hoteles del centro podrán renovarse “como es de sentido común” y que el decrecimiento ya no es la norma. Y con este común desacuerdo, el pacto ha sido alumbrado.