Fenómeno urbano

La oferta de habitaciones en pisos para compartir en Barcelona cae un 29% en un año

Los precios bajan un 4,9% y se sitúan en 395 euros de media en la capital catalana, que pasa a ser la segunda más cara de España

Habitación para alquilar en Barcelona

Habitación para alquilar en Barcelona / Joan Puig

Patricia Castán

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Tras más de un año de pandemia, se constata que la situación sanitaria sigue teniendo repercusión directa sobre la vivienda en Barcelona. Primero con una caída del precio de los alquileres, y ahora también con un descenso del 4,9% en los precios de las habitaciones en pisos compartidos, una fórmula en auge desde hace años. El dato contrasta con una menor oferta de habitaciones disponibles, en concreto este agosto hay un un 29% menos que hace un año, por las que se paga una media de 395 euros.

La radiografía la ha publicado este miércoles el portal inmobiliario Idealista.com, tras analizar toda la geografía española, donde en promedio la oferta sí crece un 6%. Sin embargo, la situación es muy distinta en Barcelona, que hasta el año pasado se había convertido en la ciudad más cara para compartir. Ahora pasa a la segunda posición por detrás de San Sebastián. En la capital catalana quienes comparten techo mediante habitaciones de alquiler por meses tienen una media de 34 años, según especifica el informe.

Las oscilaciones en la situación de Barcelona ofrecen diversas interpretaciones, según algunos especialistas inmobiliarios consultados. Se descarta que el descenso del estoc se deba a una mayor demanda de este tipo de alojamiento, ya que esta se ha incrementado muy ligeramente en comparación con otras ciudades españolas, según indican en Idealista.com

En cambio, algunos expertos ponen en el punto de mira la evolución de los alquileres tradicionales. Por un lado, el descenso de precios de los pisos ha podido posibilitar que una misma vivienda sea compartida por menos personas para cubrir la renta. Pero además, cabe destacar una menor oferta de viviendas en alquiler en el mercado que puede estar vinculada a la regulación de los precios mediante un índice en Catalunya. De ese modo, a menos pisos en alquiler menos volumen de estos segmentados finalmente por habitaciones, apuntan fuentes del sector.

Resto del territorio catalán

Otros motivos que han podido influir en el nuevo retrato del alojamiento de larga duración es la menor presencia de extranjeros instalados por estudios o trabajo, que muchas veces compartían hogar. Así como el hecho de que algunos inquilinos prefieran no compartir, si se lo pueden permitir, durante la época de pandemia por motivos sanitarios.

La situación económica de muchos ciudadanos afectados por ERTE hace pensar, sin embargo, que las habitaciones de alquiler mantendrán el interés del mercado, dado que muchas personas no podrán acceder a una compra de vivienda o a un alquiler convencional al no disponer de suficientes ingresos.

En otras capitales de provincia catalanas, la situación es dispar. En Girona, hay un 71% más de oferta disponible respecto a hace un año, con precios estabilizados en 337 euros al mes, y edad media de los convivientes de 36 años. En Lleida, el estoc sube un 39%, pero los precios bajan un 7% hasta quedarse en 238 euros y la edad desciende hasta los 30; mientras que en Tarragona, los usuarios tienen 32 años, y tras una bajada del 3,1% pagan un promedio de 275 euros al mes.