PLAN PENITENCIARIO

La Generalitat cerrará las prisiones de Wad Ras y Trinitat y abrirá dos en la Zona Franca

El Govern descarta la construcción de una prisión para presos preventivos en Barcelona

La cesión de los terrenos se ha retrasado durante cuatro años por restos contaminantes de plomo en su suelo

En la parcela que dejará libre el centro de Trinitat Vella está previsto que se levante vivienda social

Cárcel de mujeres de Wad-Ras, en Barcelona.

Cárcel de mujeres de Wad-Ras, en Barcelona. / JOAN CORTADELLAS

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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La Generalitat cerrará en los próximos años los centros penitenciarios de la Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu, donde solo queda un módulo de régimen abierto, y la histórica de mujeres de Wad-Ras, la más antigua de Catalunya, y construirá dos nuevas prisiones en sendos solares de la Zona Franca. Así lo ha anunciado este miércoles el presidente en funciones Pere Aragonès, la 'consellera' de Justícia, Ester Capella, y la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. El Govern y el Ayuntamiento de Barcelona firmarán en las próximas semanas un acuerdo, acabando con un bloqueo que dura cuatro años, para la cesión de los terrenos y la financiación de los trabajos de descontaminación de los mismos en los que se ubicarán las cárceles, al haberse encontrado en ellos restos de plomo. El consistorio asumirá 8 millones y si se supera esa cantidad, la diferencia correrá a cargo de la Administración autonómica.

Los iniciales planes para cerrar las viejas cárceles de Barcelona, que empezaron a plasmarse con la clausura de la Modelo en junio de 2017, se han modificado ante el descenso en los últimos años de la población reclusa en Catalunya (desde el 2017 ha bajado en 500 el número de reclusos). Por este motivo, la Generalitat ha descartado la idea para la construcción de una cárcel de hombres para presos preventivos (los que están a la espera de juicio) en la Zona Franca y considera que son suficientes las instalaciones que actualmente cumplen esa función en el centro penitenciario de Brians, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat). En cambio, el Ejecutivo catalán continúa con las otras dos prioridades que entonces puso encima de la mesa: el derribo del centro de la Trinitat y el de Wad-Ras. Esta operación permitirá recuperar estos solares para equipamiento de los barrios y para viviendas sociales. Sin embargo, este proyecto penitenciario ha sufrido un retraso de cuatro años, por el bloqueo de la cesión de los terrenos donde ahora se alzarán las cárceles por la contaminación que sufre. Estaba previsto que esa cesión se hiciera en 2017 y hasta ahora no se ha llegado a un pacto entre administraciones.

A seis años vista

La Generalitat trasladará la antigua prisión de Trinitat Vella, que se inauguró en 1964, a un solar de 6.500 metros cuadrados delimitados por la esquina de la calle A con la 1 de la Zona Franca. La construcción de las nuevas instalaciones para presos en régimen abierto (solo duermen en el recinto) supondrá una inversión de 34 millones. Su capacidad será de 800 personas y la superficie construida ascenderá a 13.000 metros cuadrados. El objetivo es que el centro de Trinitat Vella quede vacío en 2025. El Ayuntamiento de Barcelona levantará, según ha anunciado Janet Sanz, hasta 410 viviendas sociales, aunque en una primera fase se construirán 101. La Generalitat venderá al consistorio esa parcela por 6,67 millones de euros.

En otro solar de la Zona Franca, en más grande con una superficie de 20.000 metros cuadrados, se instalará la nueva prisión de mujeres para que desaparezca la de Wad-Ras, construida en 1915, aunque fue diseñada como escuela reformatorio. A lo largo de su historia ha sido centro de menores y después cárcel. El recinto se trasladará a la calle E y tendrá una capacidad para 600 internos, con una superficie construida de cerca de 55.000 metros cuadrados. La inversión ascenderá a 65 millones. En este centro irán a parar las reclusas que ahora están repartidas en la cárcel de Brians 1 y Wad-Ras. Precisamente los terrenos de la antigua prisión servirá para financiar parcialmente la construcción de las nuevas dependencias, que está previsto que se estrene en 2027.

Este nuevo centro penitenciario estará expresamente pensado para mujeres reclusas y, por esa razón, se tendrá en cuenta las necesidades de reinserción básicas, como la salud, las opciones laborales y la educación, así como su condición de víctimas de la violencia machista en muchos caso o de madres, con espacios de crianza para niños menores de 3 años. Las mujeres encarceladas en Catalunya representan solo el 7% de la población penitenciaria, pero, según la Conselleria de Justícia, requiere un entorno específicamente pensado para favorecer su reinserción.

La rueda de prensa en la que se han explicado las novedades se ha realizado en la Zona Franca, ante uno de los solares que acogerán las nuevas prisiones. El vicepresidente en funciones del Govern, Pere Aragonès, ha aludido que se "cierran centros obsoletos para abrir otros modernos" para "mejorar la atención a la población reclusa" y “para hacer justicia y mejor justicia”. La 'consellera' de Justícia, Ester Capella, ha explicado la necesidad de construir un nuevo centro para mujeres, “con perspectiva feminista y de género”, a la vez que ha esgrimido que se trata de “priorizar” y que la apuesta ha sido el centro de mujeres.