El joven agredido por un mosso en el Raval le denuncia| Vídeo

Melissa es inglesa y vive en Nou de Dulce, junto a la Ronda de Sant Antoni, en el barrio del Raval. El viernes estaba en casa cuando escuchó ruido, alboroto en la calle. Salió a su balcón y vio a un grupo de gente interpelada por unos cuantos agentes de los mossos. La vía estaba bloqueada: un coche en Riera Alta, otro coche en Sant Gil.

Dice que uno de los agentes se comportó desde el principio de forma muy agresiva. Que ella vio como ese mosso pegaba a uno de los identificados, un grupo que estaba en la calle más allá del toque de queda: eran las 22.30. Melissa no logró grabar el primer golpe del mosso, pero sí hizo un vídeo en el que se aprecia como ese mismo agente pegaba a otra persona, un joven chileno de 22 años, Ignacio Andrés Fernández Carreño. Las imágenes muestran como Fernández no hace nada que parezca justificar la reacción violenta del mosso, si es que pudiera justificarse.

El agente le golpea, primero, y le tira al suelo, después. Sus compañeros le ayudan a sujetar al chileno, que grita asustado denunciando que le están torturando. Melissa grabó como otro mosso sacó una porra extensible que colocó en el tobillo del joven. También hay imágenes de cómo se lo llevan detenido. 

Ignacio Andrés Fernández cuenta la agresión que sufrió al ser detenido por los Mossos

La denuncia

Fernández Carreño formalizará este miércoles una denuncia contra el agente por la violencia sufrida. Ya existe una contra Fernández, porque después de que le detuvieran el viernes, el sábado pasó a disposición judicial y salió en libertad con cargos. Se le acusa de propinar una patada al mosso. Algo que no se ve en las imágenes. Está por ver si la denuncia de la víctima afecta también al resto de mossos que estaban el viernes por la noche.

Porque esa es otra cuestión. Javier Bonomi, presidente de Fedelatina, Federación de Entidades Latinoamericanas de Catalunya, considera que en este caso se dan dos situaciones que juzga inaceptables: “No entendemos como los Mossos pueden tener a una persona así en el cuerpo. Y tampoco que sus compañeros, viendo cómo actuaba el viernes por la noche, no hicieran nada para detenerlo”.

Fernández Carreño, que el lunes todavía estaba muy nervioso por lo sucedido, se encontraba este martes algo más relajado. Su historia es la de un joven que vino de Chile hace seis años, después, cuenta, de que su madre fuera asesinada. Vino a vivir con su padre, con el que hizo un paréntesis de nueve meses en Italia para regresar posteriormente a Barcelona. No tiene papeles, y lo que el viernes le mostró al mosso que le pegó es el único documento que tiene para enseñar: su documento de identidad chileno. A veces vive en la vivienda de la familia de su novia, a veces en casas de amigos.

El viernes iba acompañado de dos, Félix y Daniel. Que recuerdan bien lo que sucedió. Cuenta Daniel que Fernández le dijo al mosso que poco antes un latero se había ido corriendo tras robarles cinco euros. Y que el agente se enfureció y le contestó: “¿Eres adivino? ¿Sabes lo que pasa en la calle de ahí?”, para a continuación, darle “dos bofetadas” y “haciéndolo volar contra el suelo”. Y dice que el mosso dijo entonces: “Que sea la última vez que tu a mí me dices algo”. Cuenta Daniel que otro agente le susurró amenazas a Fernández, que le golpearon la cabeza contra el suelo. Y que los mossos taparon a su colega para que nadie pudiera grabar lo sucedido.

No contaban con que lo haría Melissa, que dice que la ventanas estaban llenas de gente que lo vio todo: “No dirán nada. La mayoría no tiene papeles”.

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