Juguetes 'influencers'

Este hombre está acostumbrado a ver a superhéroes de capa caída. Siempre tiene a mano alguna de recambio, por si acaso. David lleva un par en una caja de herramientas que haría salivar a los de CSI: se distinguen manos, piernas y cabezas entre latas de cerveza y algún trozo de pizza. Suele merodear por el jardín que hay frente al cementerio del Poblenou. “Aquí no me molesta nadie”, sonríe con deje de asesino en serie. Hoy comparte banco con una decena de Vengadores Vengadoresde Marvel. Ahí está, de buena mañana, doblegando al Increíble Hulk en menos de lo que se tarda en airear un trapo sucio de un ministro de Pedro Sánchez.

David Cubero, se llama. Aunque la gente al verlo lo que suele decir es: “¿Qué está haciendo el tío este?”. ¿Un tipo de 40 años arrodillado frente a un banco con muñecos? Pues lo que hace tiene punch viral: toy photography. Fotografía de juguetes. Le contactan marcas como si fuera Dulceida. Sus muñecos son influencers. 

“Keep your toys alive!”. ¡Mantén vivos a tus juguetes! Es su grito de guerra en Instagram. Ahí tiene casi 17.000 seguidores. Cerca de 10.000 más en Facebook. En las redes es @suppaduppa666 (una palabreja que leyó en un manga de Dr Slump). Acumula mil fotos en las que se ve a los juguetes más distraídos que Celia Villalobos con su tablet en el Congreso. Ahí está Thor paseándose en Vespa; Iron Man, con el carrito de la compra; Alien, a lo Heidi en un columpio; Kylo Ren, el nuevo malo de Star wars, en un diván contando sus problemas familiares a un soldado imperial. Héroes y villanos, con la pachorra de Homer Simpson.  

“Lo que me motiva es que el que vea la foto se ría un poco”, dice David. También ha recreado obras de arte con muñecos de Marvel. Han sido sus fotos más virales: El Hombre de Vitruvio, La creación de Adán o La última cena, en versión Iron Man.  Se nota que tiene una posproductora de efectos especiales. 

Hoy David ha puesto a Hulk a leer EL PERIÓDICO en un banco del Poblenou, compartiendo birras con la Viuda Negra y Spiderman en unos pocos centímetros. Monta la mini escena en minutos. Pone y quita manos y caras con destreza profesional. Puede tardar dos días en hacer una foto. Intenta no hacerlo en más de dos horas. “Más que nada porque tengo tres hijos”, se ríe.   

David tiene más juguetes que sus tres hijos juntos. Les tenía que poner una caja con señuelos

David tiene más juguetes que sus tres hijos juntos. “Por supuesto que tengo más”, asiente con obviedad. De hecho, tenía una cajita de señuelos para los niños. “Pero no son tontos –se ríe-, saben cuáles son los buenos”. Se encoge de hombros. “Al final los juguetes son para jugar. No soy el típico coleccionista que los tiene en una vitrina”. Tendrá 12 cajas repletas. “Tardo más en hacer la maleta de los muñecos –asegura- que en poner mis calzoncillos en la bolsa”.

Casi siempre lleva encima una colección de Marvel. Enseña una caja. Ahí viven apelotonados Iron Man, el Capitán América o el Doctor Extraño. ¿Se siente protegido? “Protegidos se tienen que sentir ellos –se ríe-. Son muy delicados y a la mínima que los tocas se rompe algo. Es un drama –resopla-. Además, es un tipo de figuras que si no las compras cuando salen, luego suben muchísimo de precio”.

EXPOSICIONES EN SHANGHÁI

David empezó a fotografiar juguetes antes de Instagram. “Hacía cómics”, se justifica. “Dibujaba a partir de las fotos que hacía a los muñecos”. Y las empezó a colgar en Facebook. “Le hacían gracia a la gente”, dice sin darse importancia. “Y más o menos sigue teniendo acogida”. Eso quiere decir que sus fotos se han expuesto en Shanghái y Singapur. Hasta las ha compartido el Hulk original, Lou Ferrigno, el de la serie de los 80.

Ya está acostumbrado a que le pare la policía. “No entienden nada –se ríe-. ‘¿Qué haces ahí estirado?’. ‘¿Qué haces con un muñeco?, ¡que tienes 40 años!’. Tienen tantas preguntas que al final casi ni te dicen nada”. ¿Se gana dinero con esto? “Hago mis pinitos con marcas de juguetes –responde- Pero vivir…”. En Barcelona la comunidad es “relativamente pequeña”, dice. 

Le contactan sobre todo marcas asiáticas. Donde hay más movimiento es en Asia y EEUU, explica. “Las marcas te mandan sus prototipos, para que les des tu punto de vista y, a cambio de esos productos, tú les haces unas fotos. Un poquito como las influencers de moda –se ríe-. Influencers de juguetes”.

¿El muñeco con el que más ha jugado? David saca un mini esqueleto con pinta de haber vivido intensamente. Su padre lo ganó en una feria por 20 pesetas.