UNA ENTIDAD DE SANT ANDREU

Una familia sobre ruedas

Orgullosos 8 Padres y patinadores, en la carpa de la Escola Pegaso.

Orgullosos 8 Padres y patinadores, en la carpa de la Escola Pegaso.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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"1, 2, 3… ¡Congrés!". Con este grito de guerra salen a la pista los patinadores del Club Patí (CP) Congrés, una entidad deportiva con unos 300 deportistas entre las secciones de patinaje artístico y hockey sobre patines. El club comenzó a rodar en las conocidas como Pistas Vèlia, inauguradas en 1959 y convertidas hace seis años en jardines públicos. "La entidad nace de la mano de la Iglesia, que cedió unos terrenos en las conocidas como Viviendas del Congreso Eucarístico para la práctica deportiva. Los socios compraron los terrenos en los 80, pero unos años después el Ayuntamiento expropió el espacio ofreciendo a cambio la gestión de un futuro polideportivo", recuerda Cristina Clota, presidenta de la entidad, la más antigua de Barcelona dedicada exclusivamente al patinaje.

Mientras no llega ese gran equipamiento deportivo, proyectado finalmente en la calle de Camp del Ferro, en el barrio de La Sagrera, el CP Congrés se instala en el patio de la Escola Pegaso (Dublín, 5). "El club firmó un convenio de uso de las instalaciones del colegio por un máximo de 25 años, hasta el 2017", recuerda Clota, muy agradecida a la escuela que les ha acogido. "La construcción del polideportivo comenzará el próximo abril -continúa la presidenta- y podría estar acabado a finales del 2018".

Las dos pistas del colegio se quedan pequeñas para todos los patinadores del club. "Tenemos 19 equipos y la temporada que viene tendremos 23. Es un deporte en crecimiento", explica Ángel Martínez, vicepresidente del club.

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Otra novedad para la temporada 2016-2017 está relacionada con la equipación. Y es que el CP Congrés estrenará unas camisetas con el mensaje La Sagrera es Mou, fruto de un convenio de colaboración con la entidad solidaria con el mismo nombre. El club se compromete a realizar acciones -como recogidas de alimentos y la organización de partidos benéficos- para ayudar a los vecinos más necesitados.

En el club hay jugadores entre los 3 años, en la escuela de iniciación, y los 50, que juegan en el equipo sénior. "Algunos jugadores son hijos de exjugadores. Pero la mayoría descubren este deporte en extraescolares o gracias al boca-oreja", cuenta Martínez, padre de un jugador de 16 años que lleva desde los cuatro defendiendo los colores negro y amarillo del CP Congrés. "Me gusta el ambiente que se respira en los partidos. Los padres saben que su hijo difícilmente vivirá del hockey y relativizan las victorias y las derrotas, algo que no pasa en otros deportes mayoritarios", subraya Martínez.

"PARA TODA LA VIDA"

Guillem Suárez, de 8 años, descubrió el deporte de los sticks hace cuatro. "Quería hacer fútbol, pero probé el hockey en el colegio y me gustó mucho. Gracias a mi se apuntaron otros compañeros de clase", cuenta el joven jugador.

Las amistades forjadas en entrenamientos y competiciones son "para toda la vida", explican Lucía Rodríguez y Núria Domingo, de 11 y 13 años. Ellas se conocieron en el CP Congrés y, a pesar de su corta edad, no descartan retirarse en el club. "En el patinaje artístico también sentimos los colores", subraya, convencida, Domingo.