UNA ENTIDAD DE NOU BARRIS

Goles educativos

La Escola Esportiva Guineueta utiliza el fútbol como herramienta de cohesión social desde hace medio siglo. Este club promueve disciplina y compañerismo como valores esenciales

Trato familiar 8 Paco López (izq.), con niños del equipo benjamín.

Trato familiar 8 Paco López (izq.), con niños del equipo benjamín.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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Por el campo de fútbol de la Escola Esportiva Guineueta, cuya historia se remonta a principios de los 60, pasan cada año miles de niños del distrito de Nou Barris. «El club tiene un total de 23 equipos, y unos 320 jugadores, pero nuestras instalaciones deportivas también están abiertas a los alumnos de ocho colegios, que aquí hacen educación física», explica el encargado del campo, Paco López, de 72 años, un histórico del Guineueta todavía en activo. «Aquí me pueden encontrar cada día. Desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde, más o menos», añade López.

Compañerismo, disciplina y educación. Estos valores son los pilares de la Escola Esportiva Guineueta, con jugadores a partir de los cuatro años de edad. «Aquí alguna vez tenemos que llamar la atención a algunos padres que gritan desde la grada. El Guineueta es, por encima de todo, formación y no podemos tolerar eso», cuenta el veterano exentrenador.

Los colores del barrio

El terreno de juego, con un vistoso y mullido césped artificial desde hace cinco años, está en la parte más alta del barrio de la Guineueta, con entrada por la calle del Castor. «Cuando inauguraron este campo, en el 1969, yo era entrenador de niños. Y aquí sigo», cuenta López, padre de dos exjugadoras del club. «Una hacía patinaje artístico y la otra, baloncesto», precisa el responsable de las instalaciones, con un pabellón polideportivo donde actualmente se practica fútbol sala y patinaje artístico.

«Aquí la gente siente los colores, el azul y el amarillo, porque los identifican con sus amigos, con su barrio», cuenta López, quien ha conocido a muchos, muchísimos, chavales de la Guineuta. Muchos de los que empezaron desde pequeños en el club tienen ahora hijos e hijas y los llevan a entrenar. Es el caso de Alejandro Díaz, padre de un niño de 7 años, una de las joyas futbolísticas del prebenjamín. «Ya han venido a buscarlo de varios clubes, pero él se quiere quedar aquí con sus amigos», cuenta Díaz, muy agradecido al club. «En lugar de estar en la calle íbamos al campo, entrenábamos y aprendíamos, sobre todo disciplina», añade Díaz.

Voluntariado

Solo los entrenadores del primer equipo cobran un pequeño sueldo, para cubrir los gastos de desplazamiento el día del partido. «He jugado en este club y me llena mucho seguir vinculado al Guineueta como entrenador de los más pequeños. Los recursos del club son limitados y entre todos tenemos que echar un cable», explica uno de los muchos voluntarios del club, Ferran Cartanyà, entrenador de un equipo de prebenjamines.

El presidente, José Centeno, también exjugador y exentrenador del club, subraya la función social del club en un barrio humilde como es La Guineueta. «Este año pidieron una beca unas 90 familias, con problemas para pagar la cuota de sus hijos», cuenta Centeno, quien acaba de cerrar un acuerdo con un grupo audiovisual para retransmitir por internet todos los partidos y entrenamientos. «Seremos el primer equipo de barrio con este tipo de servicio. Otro motivo más para sentirse muy orgullosos de ser del Guineueta», añade.