LAS DONES SÀVIES

"Echábamos a los clientes que venían al barrio a comprar droga"

Emilia Lafuente se siente orgullosa de haber contribuido a la transformación de Sant Cosme

Emilia Lafuente, con una de las piedras de la campaña de las Dones Sàvies.

Emilia Lafuente, con una de las piedras de la campaña de las Dones Sàvies. / periodico

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / EL PRAT

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"Quiero seguir viajando. Conocer mucha gente, otras culturas... Exprimir al máximo lo que me queda de vida". Así se presenta al mundo Emilia Lafuente, que a sus 79 años rebosa vitalidad, inconformismo y carisma a prueba de brechas generacionales. Bien se merece poner el broche dorado a una vida que ha consagrado a los demás. Lo hacía décadas atrás cuando tenía la osadía de acudir a los pisos que todos conocían a engrosar el coro que cantaba a los cuatro vientos que allí se trapicheaba con drogas. "También echábamos de los buses a los clientes que ya teniamos controlados", recuerda. 

Mucho ha cambiado el Sant Cosme que se encontró al llegar en el 69 desde su Melilla natal. Hoy se siente "orgullosa" de ser partícipe de esa transformación, de tener la agenda hasta arriba de actividades y de haber sido la presidenta de la asociación de personas mayores del centro cívico del barrio. Un ejemplo de pragmatismo y tenacidad para los que suben, aquellos que tienen acceso a estudios y a oportunidades de las que ella nunca disfrutó. Aquellos que deben ser su relevo, pero que aún deberán esperar para asumir el liderazgo: a la Emilia activista no hay quien la jubile