USO COMERCIAL DEL ESPACIO PÚBLICO

Barcelona busca un acuerdo sobre las terrazas de 23 vías singulares

Una terraza del nuevo y ampliado paseo de Sant Joan junto al cruce de la calle del Consell de Cent, ayer.

Una terraza del nuevo y ampliado paseo de Sant Joan junto al cruce de la calle del Consell de Cent, ayer.

R. C. / BARCELONA

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Poner orden en el uso comercial intensivo de las aceras de Barcelona, espacio público muy erosionado para el ciudadano por el caótico 'boom' de las terrazas, 4.500 censadas en el 2014, no es tarea fácil. El gobierno de Xavier Trias aprobó una ordenanza cuya aplicación en el 2015, ya con Ada Colau, ha sublevado a un sector que ve amenazados sus intereses con limitaciones y multas. La falta de planificación y de participación llevaron en julio a aplazar su aplicación al 2016 impulsando a la vez un cambio que se pretende pactado. La comisión técnica, con el municipio, el sector y ahora también los vecinos, debe ser el órgano clave. Su trabajo ha dado el primer fruto con la aprobación de la ordenación singular del nuevo paseo de Sant Joan y la avenida de Mistral. Curiosamente, estas vías podrán hasta duplicar, por su amplitud, las mesas autorizadas respecto a las hoy con permiso. Siguen pendientes, sin embargo, otros 23 espacios urbanos de regulación especial, con casos difíciles como la Diagonal o la Rambla.

El nuevo ayuntamiento quiere que la ordenación singular de estos lugares con características propias, a los que hay que sumar otros 47, la gran mayoría plazas, con una estructura urbana bien definida y que también serán objeto de tratamiento particularizado, se haga teniento en cuenta "los intereses de todos los colectivos afectados". Impedir y reducir, no obstante, la creciente sobreocupación de las aceras de estos años supone sacrificar mesas y aplicar restricciones de ubicación y acceso. Estos son los criterios que reclama la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), recién incorporada a la comisión técnica, para preservar el ámbito peatonal. Y también los que los representantes de bares y restaurantes cuestionan y temen a la vez.

Entre los 15 miembros de la comisión técnica hay nueve del ayuntamiento, que ostenta la presidencia, y que proceden de áreas como paisaje, movilidad, licencias o comercio, cuatro de los gremios de restauración, uno de la FAVB y otro más de la organización de diseño Arquin-FAD, incorporado igualmente hace poco.

Debate político

Esta composición ha llevado a los representantes de los negocios a denunciar "falta de operatividad" y a reclamar que el debate sea "político y no técnico" dando entrada a los grupos municipales, único modo de "alcanzar el consenso alrededor de la ordenanza". Fuentes de la tenencia de alcaldía de Ecología y Urbanismo defendieron en cambio ayer las intenciones de consenso para que "convivan las terrazas reguladas y el derecho al espacio público de los ciudadanos".

El gremio considera, por ejemplo, que el nuevo régimen de distancias de las mesas y de estas respecto a las fachadas que propone el consistorio, y que debería cumplirse antes de que acabe la prórroga de la aplicación general de la ordenanza en enero del 2016, "no resolverá el conflicto actual". Sobre las ordenaciones singulares, que están en fases diversas de tramitación, el ayuntamiento dice que todas tendrán "de algún modo" participación ciudadana.