Ratas y mosquito tigre

Los vecinos de la calle Princesa número 21 denuncian que el agua estancada de un descampado conlleva un riesgo sanitario

Agua estancada en el solar abandonado de la calle Princesa.

Agua estancada en el solar abandonado de la calle Princesa.

JUDIT LECHÓN

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Aguas estancadas que provocan malos olores; ratas que salen a la superficie cuando llueve; colonias de mosquito tigre, humedades que afectan a los edificios colindantes... La lista de calamidades que sufren los vecinos del solar de la calle Princesa, 21 es larga. En cambio, la lista de soluciones que ofrece el ayuntamiento es, según los vecinos, muy corta: ninguna, para ser exactos.

«Me he quejado en varias ocasiones al ayuntamiento, y he enviado cartas y fotografías sin recibir respuesta», se queja Bharat Jadhwani, que regenta una tienda de souvenirs cercana. En su caso, el solar abandonado le supone algo más que molestias: tanto el andamio metálico que sostiene parte del edificio como las aguas estancadas perjudican las ventas de su negocio.

La principal queja de los vecinos de la zona es el riesgo sanitario: cuando llueve aparecen ratas, cucarachas y mosquitos que, en algunas ocasiones, entran en las casas de los vecinos. En verano, había numerosas colonias de mosquito tigre. «El Ayuntamiento retira el agua estancada de forma muy esporádica, solo cuando las lluvias son muy abundantes», dice Jadhwani.

Propiedad privada

El solar es de propiedad privada, y lleva diez años abandonado, desde que se destruyó una parroquia que se alzaba allí. Los problemas empezaron para los vecinos hace ocho años. Noelia Vida, portavoz de prensa del distrito de Ciutat Vella, afirma que la Agència de Salut Pública de Barcelona tiene conocimiento de la problemática del solar, pero que al tratarse de un espacio privado su ámbito de acción es limitado. «Se han realizado campañas con consejos sobre cómo evitar que los mosquitos tigre entren en las casas. La zona del entorno, lo que corresponde a la vía pública, está controlado», afirma. El solar ha cambiado de propietarios en varias ocasiones y a todos se les ha instado a mantenerlo en correcto estado, añade. La regidoría del distrito mantuvo una reunión en julio con los actuales propietarios. El ayuntamiento declinó desvelar la identidad de los propietarios.

No parece que esta reunión diera resultado. Desde entonces ha habido grandes lluvias, y el agua sigue estancada en el número 21 de la calle Princesa.