Salvado, pero exiliado

El Festigàbal pacta in extremis con Gràcia, pero se hará fuera de la Vila por un conflicto entre cerveceras

Programa del Festigàbal, en la persiana del Heliogàbal, en Gràcia.

Programa del Festigàbal, en la persiana del Heliogàbal, en Gràcia.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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En el vídeo promocional, lanzado hace un par de semanas, menos de un mes antes del festival, aparece una chica llegando a la Vila de Gràcia preguntado por el Festigàbal, cita que este fin de semana llega a su décima edición. Nadie sabe ayudarla. Y nadie son los propios músicos -entonces ya programados-, entre ellos Joan Colomo o Guille Caballero. Y es que en aquella fecha, el festival -el punto alternativo (por lo moderno, no por lo antisistema, que para eso están las fiestas alternativas en la plaza del Raspall), a los tradicionales festejos del verano barcelonés- aún no tenía ubicación.

La guerra entre marcas de cerveza ha estado a punto de acabar con el arraigado certamen, organizado por la sala Heliogàbal. La Federación Festa Major de Gràcia ha cambiado de patrocinador -ahora es San Miguel-, y no permitía a los organizadores del Festigàbal, que hasta ahora se celebraba en la plaza de Rovira i Trias, comercializar Damm -patrocinador de estos conciertos- en un espacio central de la fiesta, patrocinada por la cerveza rival.

"Nos hemos exiliado de la Vila de Gràcia", asegura Miquel Cabal, director adjunto del festival, que finalmente se celebrará en la resguardada -poco abierta— plaza de La Sedeta, en el vecino barrio del Camp de'n Grassot, al sur del distrito.

"En un primer momento el distrito optó por la política de no intervenir, aunque finalmente nos han cedido un espacio que por tamaño nos va bien y no está tan alejado de la fiesta", prosigue el organizador del festival, quien añade que ya han hecho todos los deberes "garantizando los temas de seguridad y ambulancias".

El festival pasa a ser de solo dos días -sábado y domingo-, y, además de a los citados Colomo y Caballero -como Radiofórmula-, programa a Mujeres y Joe Crepúsculo, entre otros (21.00 horas, gratis).

Una relación difícil

No es ningún secreto que la relación entre el Festigàbal y la Fundación Festa Major de Gràcia no pasa por su mejor momento. Tampoco lo es que nunca ha sido de lo más fluida. Para la fundación, que reúne a las asociaciones de vecinos de las 18 calles engalanadas, programar música en espacios no adornados desprestigia la fiesta, cuyo principal atractivo es la decoración. De ahí la dificultad para encontrar un espacio en el que organizar el festival que fuera un escenario oficial de los festejos, pero que no estuviera lejos del barrio, tal y como pedían desde la organización del Festigàbal, que se siente con tanto derecho como el que más por su arraigo al barrio -como tantos otros espacios, el Heliogàbal no tiene licencia para programar música en directo en su reducido local, «totalmente insonorizado», destacan-. Esperan que les llegue la oportunidad con la próxima revisión del plan de usos del distrito y la citada flexibilización de la normativa por parte del Icub.

En sus diez años de historia, por el pequeño festival han pasado artistas que se han hecho grandes con la cita -Manel, Poni Bravo, The New Raemon- y que ya lo eran -como Quimi Portet y Vic Godard, entre otros-.

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