'Casals' hasta los 18 años en Santa Coloma

CARLES COLS / BARCELONA

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Santa Coloma de Gramenet, año octavo ya de la crisis. A falta de luz al final del túnel para tantos, el ayuntamiento pule aristas para mitigar la larga pena. Este verano admite en los casals de verano casalsa muchachos de 16 a 18 años, si es necesario con ayudas para las familias más vulneables. Salvo que otro alcalde levante el dedo, puede que el de Núria Parlon sea el único ayuntamiento de Catalunya que lo haga. Cara al próximo verano, como se intuye que la oscuridad del túnel será parecida, el ayuntamiento estudia ya cómo ampliar esa oferta por abajo, casalspara niños de cero a tres años.

El 29 de junio, primer día, la cifra de niños y adolescentes apuntados a algún tipo de actividad de verano en Santa Coloma era de 2.446. Ahora seguro que son más, pero por ahí rondará. Un 30% de los niños y adolescentes inscritos están becados, con ayudas, si en necesario, de hasta el 100% de la matrícula si la familia acredita unos ingresos mensuales inferiores a 596 euros. "La vulnerabilidad social no desaparece con el verano", recuerda Parlon, la alcaldesa. Tan asumido está que estos son tiempos de gran depresión, que son los propios servicios sociales los que si es necesario explican a las familias que con el fin del curso escolar y, por consiguiente, de las becas comedor, las actividades de verano son una alternativa a tener en cuenta.

Lo insólito es que de un tiempo a esta parte los ayuntamientos han comenzado a reparar en que hay una franja de edad, entre la adolescencia y la juventud, habitualmente olvidada. Solo muy recientemente los proyectos urbanísticos han comenzado a tener en cuenta de forma general a esas edades, y en los parques donde antes solo había columpios y toboganes ahora hay también pistas de skate y canastas de baloncesto. Este verano, en Santa Coloma, tras un acuerdo con la Fundació Germina, la línea de no dejar a ningún menor de edad fuera ha permitido programar actividades para aquellos que están punto saltar a la edad adulta. Casal d'estiu d'activitat urbanes. Bajo ese título se ofrecen cursos de skatedjparkourgraffiti y baile urbano.

HASTA 150.000 EUROS

Que los menores de edad no paguen en exceso las consecuencias de la crisis. Eso es, en cierto modo, lo que impulsa al Ayuntamiento de Santa Coloma a dedicar un pellizco considerable de su presupuesto a cubrir lo que las familias no pueden pagar de las actividades de verano. La partida tiene un techo de 150.000 euros. La Generalitat pone 35.000 euros. Es la tónica desde que la economía se torció. El principal muro de contención de los problemas suele ser el municipal.

La oferta de actividades de verano de Santa Coloma es equiparable a la del resto de pueblos y ciudades. La variedad comienza a ser extraordinaria. En los casals de deporte, por ejemplo, hay incluso un curso específico para porteros de fútbol sala. No obstante, Santa Coloma despunta en una categoría muy especial. Desde que la Universitat de Barcelona imparte en Torribera cursos de gastronomía, el ayuntamiento potencia todas las actividades destinadas a convertir la ciudad en una suerte de clúster culinario. Tiene en el barrio del Fondo una biblioteca especializada en esta materia y, en las oficinas de normalización lingüística tiene un equipo especializado en traducir al catalán el nombre de productos hasta hace poco desconocidos por los consumidores e invisibles en los diccionarios.

Uno de los cursos de verano que más demanda ha tenido, tanto que ha superado la oferta disponible, es el de cocina. Es una actividad con un enorme tirón entre los niños. La televisión tiene mucho que ver en ello. Pero este es un curso de casi un mes de duración que también se ofrece a los adolescentes. Una visita de unos minutos a cualquiera de todas esas actividades permite confirmar que uno de los grandes objetivos para el que han sido concebidas se satisface con creces. Parece que fuera, en la calle, no haya crisis.