"Me dicen que fue culpa mía, que si iba borracho"

A pesar de la desconfianza inicial, este joven decidió hablar con EL PERIÓDICO delante de su abogada y acompañado por su padre. Lo hizo porque quiere que se sepa que en el accidente también se vieron involucrados hijos de familias catalanas y que algunos, como él, resultaron heridos en el andén del apeadero y no en la vías.

E. F. A. relataba en el diario de ayer que cruzó las vías porque el paso elevado que se veía estaba cerrado y, agobiado por la multitud, pensó que no había otra salida. Cuando ya estaba en el andén del lado mar, la fuerza del Alaris circulando a 139 kilómetros por ahora le expulsó varios metros y quedó malherido entre los matorrales. Tenía 17 años.

«A mí no me han quedado tantas secuelas psicológicas como físicas -explica-. Me rompí la tibia y el maleolo y tuvieron que hacerme tres operaciones. Hice rehabilitación un año y no estoy bien del todo. Cuando la gente me ve la pierna me preguntan qué me ha pasado y, si les cuento lo del tren, me dicen que fue culpa mía y me preguntan si iba borracho. Todo lo que se ha dicho es mentira».

Padre e hijo estallan en un llanto inconsolable al recordar los detalles. «Mi hijo estuvo una semana ingresado -interviene el padre-. Yo trabajaba de noche, salía a las seis de la mañana y me iba al hospital a relevar a mi mujer. Me quedaba en una silla hasta que ella volvía a las cinco de la tarde y de ahí me iba a casa, me aseaba, y volvía a trabajar. ¡Esa ha sido la ayuda que hemos tenido! Y que encima nos digan todo lo que nos han dicho... [muy afectado]. Es duro, es muy duro. Ya no es por el dinero y el tiempo que hemos invertido. Mi hijo trabaja, estudia y es un chico deportista, ¡no es un borracho! La responsabilidad de los políticos era haber investigado y sacado la verdad antes de echarnos todas esas mentiras encima».