Proyectos locales con resultados globales

El Ayuntamiento de Barcelona apoya diversas acciones de la oenegé en África

Proyecto en Africa de Intermon Oxfam

Proyecto en Africa de Intermon Oxfam / periodico

ANGELA PLAZA / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Modificar las reglas del juego que rige el mundo no es una tarea fácil, pero la transformación puede venir a través de pequeñas acciones que pueden conllevar poderosos cambios. Esta es la filosofía de los proyectos que la oenegé Intermón-Oxfam está llevando a cabo en diversas poblaciones de África. A través de dotar de independencia a los agentes locales, la oenegé busca la seguridad alimentaria y la mejora de los ingresos de las poblaciones beneficiadas, reduciendo así su vulnerabilidad e incrementando su autonomía.

Los proyectos tienen, además, el mérito añadido de poner en valor los alimentos autóctonos como medio para conseguir mejoras sociales. Devolver la gestión del arroz o el café --en muchos casos en manos de empresas foráneas y con condiciones para los lugareños nada favorables-- significa no solo mejorar las condiciones económicas de los trabajadores locales, sino la consecución de derechos sociales para colectivos en riesgo de exclusión.

Cabe destacar que uno de los grandes objetivos de estas iniciativas es también promover el consumo justo y que los países del norte hagan una compra responsable de los productos de los países del sur. Unas metas que también hace suyas el Ayuntamiento de Barcelona a través de la colaboración con entidades y oenegé que buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de otras poblaciones del mundo. Por otro lado, desde el Ayuntamiento también se respalda de manera firme la promoción de los valores solidarios a través de la educación para el desarrollo, los derechos humanos y la paz.

“El Ayuntamiento de Barcelona hace una puesta clara por dar apoyo a las iniciativas de sensibilización y educación para el desarrollo siendo conscientes de que es fundamental cambiar las conciencias en el norte para que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos y ciudadanas del sur”, explica Joaquim Llimona, director de Relaciones Internacionales y Cooperación del Ayuntamiento de Barcelona. La administración municipal establece las pautas de colaboración con otras entidades a través del Plan Director 2013-2016 que, sobre todo, pone el acento, en la promoción de la cooperación internacional contra las desigualdades globales.

CONSUMO RESPONSABLE

En numerosas ocasiones, la llave del cambio se encuentra en nuestros hábitos de consumo. Adquirir productos de proyectos que salvaguardan los derechos de los trabajadores que los elaboran es un gran paso. Un ejemplo se encuentra en el café, el producto con más valor en el comercio mundial, por delante incluso del petróleo. En Uganda, uno de los grandes productores, el 97% del café lo producen unas 500.000 familias campesinas en pequeñas parcelas. Aquellas familias que venden el café a las cooperativas de comercio justo reciben hasta tres veces más que en el mercado tradicional. Con el ánimo de mejorar las condiciones en las que viven las familias productoras del café, Intermón-Oxfam apoya, desde el 2008, la cooperativa ACPEU, que agrupa asociaciones y campesinos de la región ugandesa de Ankole. La ONG vende el café en sus tiendas de comercio justo y en los supermercados, lo que permite tener unos medios de vida más sostenible a más de 4.300 personas.

ALIMENTOS QUE EDUCAN

Otro caso paradigmático se encuentra en Burkina Faso, uno de los países más pobres de África y del mundo. Aquí, una comunidad de campesinos, formada por 900 personas, ha conseguido que el mango --una fruta autóctona-- genere grandes beneficios. La organización Wouol, que recibe el apoyo de Intermón-Oxfam, impulsó hace tres décadas los cultivos propios aunque el gran cambio vino cuando se comenzó a secar esta fruta. A partir de ese momento, comenzaron las exportaciones a países como el Reino Unido, Holanda y Suiza.

En los centros de secado de mango trabajan sobre todo mujeres que han conseguido ser independientes económicamente, lo que ha propiciado su alfabetización y la de sus familias. Una situación muy similar a la vivida en en una zona al sur de Burkina Faso en la que, gracias a la revalorización del arroz local frente a otras variantes foráneas existentes en el mercado, se ha logrado que, mediante cooperativas promovidas por Intermón Oxfam, un gran número de personas tengan una calidad de vida mejor y hayan podido destinar recursos económicos a la educación de sus hijos.

Un cambio en el mundo en el que los ciudadanos juegan su papel fundamental. “Solo modificando nuestros hábitos conseguiremos combatir con éxito las lacras evitables como el monstruo del hambre”, asegura Llimona. Precisamente, en este contexto, los gobiernos locales apuestan  por mantener la responsabilidad de ser motores de cambio a nivel global como representantes de la ciudadanía frente a instituciones internacionales porque que, a pesar de la crisis, las ciudades continúan siendo proveedores de servicios públicos y, por lo tanto, siguen ejerciendo como agentes de desarrollo.

CIUDAD COMPROMETIDA

CIUDAD COMPROMETIDALa labor solidaria de Barcelona, desde el ámbito municipal, comenzó en la década de los noventa cuando, en pleno apogeo de los Juegos Olímpicos, la ciudad se solidarizó con Sarajevo, que en aquellos momentos vivía las consecuencias más duras del conflicto bélico. Actualmente, a través del Plan Director 2013-2016 –el tercero hasta la fecha–, Barcelona sigue con su compromiso social a través de la cooperación internacional. El documento, que establece las bases de la Barcelona solidaria, asume el reto de consolidar las políticas públicas en el ámbito de la cooperación en un contexto marcado por el descenso de los recursos públicos.

El texto establece unos estándares de calidad que permitan situar la ciudad como un referente dentro del ámbito de la cooperación municipalista en el campo del desarrollo, la paz y los derechos humanos. Unas máximas que han contado con el apoyo de todas las fuerzas políticas del consistorio y de los agentes sociales implicados. Cabe destacar que Barcelona, con una marca solidaria que traspasa fronteras, acoge buena parte de las oenegé, tanto de ámbito nacional como internacional.

A través del Plan Director, se establecen acuerdos de colaboración con diversas organizaciones no gubernamentales para la gestión y desarrollo de sus proyectos. La administración local trabaja en países de renda media y se centra en las poblaciones con núcleos en una situación de riesgo de exclusión social importante.