PATRIMONIO HISTÓRICO

El ayuntamiento quiere comprar el edificio del bar Marsella por 1,1 millones

El emblemático local del Raval podría salvarse de la amenaza de desahucio que arrastra desde abril

El interior del bar Marsella, del Raval.

El interior del bar Marsella, del Raval. / CARLOS MONTANYÉS / Barcelona

EL PERIÓDICO / Barcelona

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El mítico y bicentenario bar Marsella del Raval de Barcelona puede vislumbrar su salvación después de que el Ayuntamiento de Barcelona haya decidido que hará uso de su derecho de tanteo y retracto sobre la finca para comprar todo el edificio por 1,1 millones de euros, el mismo precio por el que iba a ser vendido a un privado.

En declaraciones a Europa Press, Jordi Montoro, el abogado de la propiedad y administrador del edificio, ha recordado este lunes que el Marsella, que ha recogido más de 10.000 firmas contra su cierre, iba a ser desahuciado para posibilitar la venta del edificio sin inquilinos, pero su devenir puede dar un vuelco con la intervención del consistorio.

Según fuentes municipales, en la Comisión de Gobierno del pasado miércoles el consistorio aprobó una reserva presupuestaria de 1,1 millones para comprar el edificio, ubicado en la esquina entre las calles de Sant Ramon y de Sant Pau, beneficiándose del derecho de tanteo y retracto al que puede recurrir porque la finca está en una área de rehabilitación.

El abogado ha explicado que el edificio pertenece a una decena de propietarios, y ya estaba muy madura su venta a una sociedad de capital extranjero --incluso se había redactado un borrador de escritura--, la cual cuenta con diversas inversiones en Barcelona y España, y lo podría haber destinado a pisos turísticos.

Antes de la compraventa se mandó una notificación al ayuntamiento para informarle de la operación y, tras tenerse que volver a enviar por una cuestión de forma, el 16 de septiembre el abogado recibió la notificación municipal con la que anunciaba su decisión de hacer uso de su derecho de adquisición preferente.

El mismo día 16 era la última fecha fijada por orden judicial para que el Marsella fuese desahuciado, pero ya por entonces la juez había aplazado el desahucio hasta el 19 de noviembre porque el consistorio no había concretado cómo debían trasladarse los elementos patrimoniales del interior del bar --con protección de nivel C por su ambiente característico de locales del Raval que han ido desapareciendo--.

Según el abogado, el 19 de noviembre es el día límite que la propiedad deja al consistorio para efectuar la compraventa --en las mismas condiciones pactadas con la sociedad extranjera-- y evitar el desahucio del Marsella, cuyo proceso sigue abierto: "Estamos a la espera de que el ayuntamiento nos cite para ir al notario y que compre la finca". Josep Lamiel, que regenta el negocio del bar, ha comentado que nadie les ha comunicado nada sobre la intervención municipal. "De momento, seguimos abiertos y seguimos recogiendo firmas", informa Lamiel.

El letrado también recuerda que el consistorio impuso dos multas a los propietarios del edificio por tenerlo en mal estado, de unos 93.000 euros cada una, sobre el 30% del presupuesto que calculó el ayuntamiento para arreglarlo: una la retiró al constatar que empezaron las obras y otra está en el contencioso administrativo.

Famoso por sus absentas y aire bohemio, el Marsella --único inquilino de la finca tras vaciarse de vecinos-- lo abrió en 1820 alguien de muy posible ascendencia francesa y a principios del siglo pasado tomaron las riendas los abuelos del actual propietario del bar, Josep Lamiel.

Los propietarios de la finca que viven fuera de Barcelona no querían deshacerse de ella y apoyaban que el Marsella siguiera, y los que residen en la ciudad optaban por vender. Lamiel lleva desde abril sin contrato de alquiler del local, pero pese a ello quiere abonar los meses pendientes cuando se aclare todo.