Horta apuesta por el turismo para intentar salir de la crisis

El parque del laberinto, las recuperadas baterías antiaéreas del Turó de la Rovira o los pabellones modernistas del hospital de Sant Pau son solo algunos de los innegables encantos de Horta-Guinardó que la concejala del distrito, Francina Vila, ha visto como filón para intentar salir de la crisis. Tanto es así que la nueva edil del distrito ha hecho de la promoción del ahora tímido turismo en su territorio su principal apuesta para este mandato, según apuntó ayer la concejala nacionalista durante la presentación del plan de promoción económica y cultural del lugar, que pretende «poner en valor su patrimonio arquitectónico e historia».

En palabras de Vila, se trata de un proyecto para «redistribuir la riqueza». La que dejan en la ciudad los miles de turistas que la pisan cada año, se entiende, y a los que les cuesta alejarse de los lugares comunes para descubrir las otras Barcelonas que este plan pretende vender. Para ello se han editado guías-plano del distrito que, bajo el nombre deLa ciutat de l'aigua,localizan tanto físicamente en el mapa como en la mente del ciudadano/turista los lugares más significativos del distrito. En la misma línea, se han editado también folletos con esta misma información, algo más resumida, que se distribuirán por los hoteles de la ciudad, para intentar que los turistas vayan más allá del parque Güell, punto del distrito que no necesita promoción.

RUTAS ALTERNATIVAS / Precisamente para aprovechar el tirón de Gaudí, se han creado dentro del plan unas rutas para que los visitantes del más célebre vergel del distrito, de la ciudad, y probablemente del continente, aprovechen el paseo hasta la zona para descubrir también lugares como el Turó de la Rovira -con los espacios museizados que explican desde la guerra civil hasta el barraquismo- u otros puntos aún más desconocidos como la masía de Can Fargues o el recién reformado Mas Guinardó; información también disponible en una página web.

En cuánto a la inversión del proyecto, Vila apuntó que, de momento, se ha hecho aprovechando los recursos humanos del distrito. Sin ningún inversión extra, aunque la idea del plan es rehabilitar lugares cuya visita se pretende fomentar, como el degradado palacio del marqués de Alfarràs, cuyos trabajos no tienen presupuesto ni calendario (dada su magnitud serán, obviamente, caros). Tampoco hay un proyecto claro para el parque de los Tres Turons, el gran asunto pendiente y otro punto que también pretenden potenciar turísticamente. Vila subrayó, eso sí, que también es «prioritario» (lo sería si hubiera dinero, se sobreentiende dada la falta de concreción).

MEDIDA DENTRO DE UN PLAN GLOBAL / Este plan es una de las 30 medidas de la mesa de trabajo Barcelona Creixement, que pretende hacer de Barcelona una ciudad con un modelo turístico sostenible (desde los puntos de vista económico, social y ambiental) y con un desarrollo equilibrado, es decir, que tenga un buen encaje territorial, social y económico con el resto de actividades de la zona; algo que actualmente a todas luces no sucede en los puntos más explotados

-como la siempre sufrida Ciutat Vella-, y que iniciativas como esta pretende precisamente (ya se verá con qué éxito) descongestionar.